El presidente balear despide a 230 militares que comenzarán la próxima semana una misión de paz en Kosovo

Actualizado: sábado, 5 abril 2008 16:37

PALMA DE MALLORCA, 5 Abr. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno balear, Francesc Antich, se despidió hoy en el Paseo del Borne de los 230 militares de Baleares que la próxima semana se desplazarán a Istok (Kosovo) en cuatro vuelos diferentes y en el marco de la misión de paz denominada Operación Sierra XX, que estará liderada por la Agrupación Táctica Balears II hasta mediados del mes de agosto, sustituyendo así a la Agrupación de Ceuta y Melilla.

Al desfile, en el que participaron dos helicópteros y avionetas del Ejército, estuvo presidido por Antich, el delegado del Gobierno, Ramón Socías, la presidenta del Parlament, Maria Antònia Munar, la presidenta del Consell de Mallorca, Francina Armengol, la alcaldesa de Palma, Aina Calvo, el comandante general de Baleares, José Emilio Roldán, y el teniente general de las Fuerzas Terrestres del Ejército de Tierra, Virgilio Sañudo Alonso.

Los 230 soldados de las islas formarán parte de la Agrupación Táctica Balears II, compuesta por un total de 473 militares procedentes de Baleares, Valladolid, León y Valencia y dirigida por el coronel jefe, Miquel Ángel Conde López, a quien Antich entregó el Guión donado por la Comunidad Autónoma y transmitió el apoyo de las instituciones del archipiélago a la "labor solidaria" que desarrollarán los militares a lo largo de cinco meses.

Además, durante su intervención en el acto, Antich anunció que el Govern financiará una serie de proyectos en el municipio kosovar de Istok, con el fin de mejorar y acondicionar las infraestructuras destinadas a la población en general y a la población escolar para "contribuir a mejorar las condiciones de vida de la gente de aquel lugar".

Por otra parte, avanzó que el Consell de Mallorca también colaborará con el envío de juguetes para los más pequeños, recogidos durante la campaña de Navidad, "gracias a la generosidad de multitud de ciudadanos de la isla". Así, recalcó que estas aportaciones de las instituciones se podrán hacer llegar a sus destinatarios, gracias a la "cooperación" de la Comandancia General de Baleares.

Antich, quien está estudiando la posibilidad de desplazarse a Kosovo en los próximos meses para visitar a las militares, destacó que es la segunda vez que Baleares envía tropas a los Balcanes, después de que hace dos años, un total de 150 soldados de las islas se desplazaran a Bosnia-Herzegovina en el marco de la denominada Operación Althea, con el fin de garantizar la paz en esta zona de Europa.

El presidente recordó a los soldados que Kosovo es una tierra que "aún sufre los efectos de un terrible conflicto, pero que quiere mirar con esperanza el futuro" y, en este sentido, resaltó que la misión de la Agrupación Táctica de Baleares será "importante para que las gentes que quieran avanzar hacia este futuro, lo hagan en un clima de normalidad".

De esta forma, expresó su convicción de que los militares serán capaces de aplicar este "espíritu de concordia y convivencia que caracteriza a los ciudadanos de Baleares". No obstante, recordó a los soldados que tienen por delante una labor "difícil", ya que consistirá en la "vigilancia permanente de reasentamientos de refugiados, la vigilancia de puntos de interés patrimonial, la realización de obras de infraestructuras, la rehabilitación de edificios, como escuelas o guarderías, o la distribución de ayuda humanitaria".

ZONA DE "CIERTA INESTABILIDAD"

No obstante, el teniente general Virgilio Soñudo Alonso, que tiene a su mando a 55.000 militares de las Fuerzas Terrestres del Ejército de Tierra y que se desplazó a Palma para asistir al desfile y despedida de los militares, destacó que la Agrupación de Baleares ha realizado una preparación "rigurosa y específica" para su misión de paz y seguridad en Kosovo.

Preguntado sobre si la situación que se van a encontrar los soldados es más insegura respecto a años anteriores, debido a la declaración de independencia de Kosovo, Soñudo reconoció que existe "cierta inestabilidad" en la zona, si bien consideró que "no es superior, ni distinta a otras veces", por lo que la situación es "la misma".

Respecto a las labores específicas que desarrollarán los 273 militares del archipiélago, informó de que se encargarán de llevar a cabo trabajos de "reconocimiento de zona, control de los enclaves servios dentro de Kosovo y misiones muy generales que ya hemos cumplido muchas veces".

Por su parte, el comandante general de Baleares, José Emilio Roldán, remarcó que tras la operación que desarrollaron los soldados de las islas en Bosnia y Herzegovina en el primer cuatrimestre de 2006, se constató que los militares del archipiélago "no tenían nada que envidiar a ningún otro en motivación, comportamiento o profesionalidad".

Roldán recalcó que la Operación Sierra Kilo XX supondrá un "importante reto de organización y coordinación al ostentar el liderazgo del contingente español en la misma", que asciende a 585 militares en Kosovo, de los que 473 pertenecerán a la Agrupación Táctica Baleares II, siendo 230 procedentes de las islas.

El comandante general recordó que las tropas españolas se encuentran en Kosovo en cumplimiento de lo acordado en la Resolución 1244 de 1999 del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas en lo que se refiere a "contribuir a establecer y mantener un entorno seguro y estable que permita la libertad de movimientos, la convivencia y la reconstrucción de una zona castigada por años de conflictos internos, desplazamiento de miles de refugiados y siglos de recelos y odios".

"TIERRA DE HONDAS HERIDAS"

De esta forma, advirtió a los militares que se van a desplazar a una tierra de "hondas heridas, no todas ellas cicatrizadas", de modo que les avisó que van a ir a una zona de "paz todavía frágil en la que una contienda que se ha alargado decenios ha dejado centenares de miles de desplazados y rencores muy profundos".

Pese a ello, apuntó que los militares están obligados a colaborar para que esta tierra "mire al futuro con esperanza" y les recordó que en todos estos años con presencia de militares en Kosovo y en cualquier lugar del mundo, como Líbano y Afganistán, "no ha habido ni una sola queja, ni una sola denuncia por la actuación española".

Así, dijo que la población de Istok está "habituada" a la presencia de soldados españoles, a quienes pidió que "si cabe, deben mejorar las magníficas relaciones existentes entre la población kosovar y el Ejército español".