MADRID, 6 Dic. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, y el presidente del Senado, Javier Rojo, asistieron esta mañana a la izada de la bandera española de la Plaza de Colón de Madrid para conmemorar el XXX aniversario de la Constitución Española.
A su llegada, los presidentes de ambas Cámaras saludaron a las autoridades militares que se encontraban en el homenaje en los Jardines del Descubrimiento y, posteriormente, presenciaron la izada de la bandera --de 294 metros cuadrados y un peso de 25 kilos--, acompañada por el himno español.
Después de la izada, los presidentes de la Cámara Alta y la Cámara Baja pasaron revista a las tropas junto a las autoridades militares que acudieron al acto para finalizar el acto de homenaje de conmemoración de los 30 años de la Constitución Española.
Entre los asistentes que acudieron a la izada se encontraban la vicepresidenta primera del Congreso de los Diputados, Teresa Cunillera, la vicepresidenta segunda de la Cámara Baja, Ana Pastor, y la secretaria primera de la Mesa del Senado, Carmen Alborch. A partir de las 12.00 horas, los Reyes y los Príncipes de Asturias presidirán en el Congreso de los Diputados la celebración por los 30 años de la Constitución, en un acto que estará marcado por la ausencia de seis formaciones políticas --PNV, ERC, ICV, BNG, UPyD y Na-Bai--, que han anunciado que no asistirán a la cita.
A su llegada a las escalinatas de la conocida como Puerta de los Leones, prevista sobre las doce menos cuarto, los Monarcas, don Felipe y doña Letizia serán recibidos por los presidentes del Congreso y del Senado, así como por el jefe del Ejecutivo, José Luis Rodríguez Zapatero. Posteriormente, Bono pronunciará unas palabras a los asistentes en el Salón de Conferencias.
No obstante, al igual que el año pasado, el presidente de la Cámara Baja ha decidido no celebrar el tradicional cóctel en señal de duelo por la última víctima mortal de ETA, el empresario vasco Ignacio Uría Mendizábal. El año pasado, el entonces presidente, Manuel Marín, hizo lo propio tras el asesinato en Capbreton (Francia) de los guardias civiles Raúl Centeno y Fernando Trapero, ocurrido unos días antes.
