Una prostituta del Raval dice que le obligaban con violencia a trabajar 13 horas diarias toda la semana

La televisiva Carmen de Mairena
EUROPA PRESS
Actualizado: viernes, 21 septiembre 2012 20:02

Apunta a dos de los acusados de la trama y pide protección porque tiene miedo


BARCELONA, 21 Sep. (EUROPA PRESS) -

Una de las acusadas como controladora dentro de la trama de proxenetas del Raval juzgada este viernes, Oana Mirela P., ha relatado que dos de los acusados la obligaban a prostituirse bajo amenazas y palizas cuando llegó a Barcelona desde Rumanía, y que su horario era de 10 a 23 horas todos los días de la semana.

En su declaración a preguntas de la Fiscalía, la mujer ha asegurado que Romeo L.y su mujer Gabriela --sus explotadores y con quienes vivía-- tenían en su poder toda su documentación y no le permitían ir a donde quisiera, y ha pedido protección tras prestar declaración porque tiene "miedo".

Según ha declarado, trabajaba en el piso de la calle Sant Ramon propiedad de la popular Carmen de Mairena, a indicaciones de Romeo L., y que sus clientes pagaban 10 euros por utilizar la habitación.

También ha indicado que debía entregar todo el dinero que ganaba a Romeo L. y que otra chica que vivía con ella y con los dos explotadores, Elena G., sufría la misma situación; además, ha admitido que daba información por teléfono sobre esta chica a Romeo L. porque la obligaban y la tenían amenazada.

Otras dos prostitutas que ejercían en la calle Sant Ramon, interrogadas este viernes por la tarde, han asegurado que vinieron a España a ejercer la prostitución y que nadie las ha explotado nunca, sino que lo hacen porque quieren.

La hija de una de las principales acusadas líder del clan Rizea, dentro de la trama de proxenetas, Andrada Rizea, ha declarado ante el juez que ella no tenía ningún vínculo con la prostitución aunque sí ha admitido que compartía piso con dos prostitutas en la avenida Paral·lel 180.

Ha explicado que llegó a Barcelona desde Rumanía porque su madre estaba en la cárcel para "sacarla de allí" y que durante estos años ha estado viviendo del dinero que le envía su familia desde su país, ya que trabajan en un mercado.

La mujer, acusada de ser miembro activo del grupo de proxenetas, ha negado haber obligado a las prostitutas a ejercer y haberles robado el dinero.

Su pareja sentimental, José G.N.'Josele', ha admitido que conocía a las prostitutas del barrio porque lleva toda la vida viviendo en la calle Maria Aurèlia Capmany, aunque ha negado controlarlas o quedarse con su dinero: "En el barrio me conoce todo el mundo; también las chicas de la calle. Eso no significa que esté relacionado con la prostitución".

Otro acusado, Jorge G., casado con una rumana y con una hija, que solo ha respondido a su abogado, ha reconocido que empezó a alquilar a prostitutas una de las tres habitaciones de su piso en el número 4 de la calle Sant Ramon a finales de 2007 para poder pagar el alquiler ya que se había quedado sin trabajo, y que el inmueble fue precintado por el Ayuntamiento por este motivo.

CARMEN DE MAIRENA

El acusado por regentar un prostíbulo en su casa de la calle Sant Ramon, en el barrio del Raval de Barcelona, Miguel B., conocido por su nombre artístico Carmen de Mairena, ha declarado este viernes ante el juez que cobraba cinco euros a las prostitutas por usar sus habitaciones aunque ha asegurado que no las obligaba a acudir a su casa ni las agredía ni sometía.

En una declaración confusa y llena de malentendidos con el representante legal del Ayuntamiento, que ejerce de acusación porque la Fiscalía no le acusa, Mairena ha asegurado que las chicas acudían a su casa porque es "conocida en toda España" tras haber participado en programas de televisión como 'Crónicas Marcianas'.

Este viernes han empezado las declaraciones del juicio contra la trama de proxenetas del Raval acusada de explotar sexualmente a prostitutas rumanas en pisos de la calle Sant Ramon, con un total de 44 acusados: 11 por ser jefes del grupo y otros 33 miembros activos, muchos de ellos de la misma familia.