PSE destaca el "valor" y legitimidad de la alcaldesa de Lizartza frente a "los guardianes de las esencias patrias"

Actualizado: sábado, 8 septiembre 2007 15:54

La presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa dice que "el acoso permanente" a Otaola supone una "vuelta al pasado"

BILBAO, 8 Sep. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del PSE-EE guipuzcoano, Miguel Buen, destacó hoy el "valor" y la legitimidad de la alcaldesa de Lizartza, la popular Regina Otaola, ante las amenazas de "los guardianes de las esencias patrias".

En declaraciones a Europa Press, Buen consideró "intolerable" las amenazas que está sufriendo Otaola, quien ayer denunció amenazas de muerte cuando izaba la bandea española. Además, esta mañana fue insultada cuando acudía a la misa con motivo de las fiestas patronales.

En este sentido, el dirigente del PSE en Gipuzkoa remarcó que es "intolerable que la alcaldesa de un pueblo, o un ciudadano cualquiera de Gipuzkoa o de Euskadi, no pueda, en este caso por ser del PP, andar libremente por Lizartza, ir a misa o a donde entienda más oportuno" sin que "puedan dejarle en paz".

"Sabe que tiene toda mi solidaridad y la de mi grupo político, y que nos alegramos mucho de que no le falte el ánimo. Algunas veces cuando hablo con ella le suelo decir que tiene muchísimo valor, no sólo el personal, sino el de aguantar todas estas amenazas, insultos, ese incordio permanente cada vez que va a Lizartza a cumplir con su obligación", añadió.

Respecto a la legitimidad de la alcaldesa, Buen explicó que encabezó la lista del PP en el municipio, "la única" que se presentó legalmente, por lo que, como "tuvo votos suficientes para conformar ese Ayuntamiento", cuenta, "sin lugar a dudas, con todo el respeto y todo el apoyo" de los socialistas.

RAFAELA ROMERO

Por su parte, la presidenta de las Juntas Generales de Gipuzkoa, la también socialista Rafaela Romero, mostró su solidaridad con Otaola, que es juntera y portavoz de su grupo en la Cámara guipuzcoana.

Romero realizó la condena "más enérgica y rotunda que pueda hacerse ante unos incidentes que se repiten, ante esta vuelta al pasado", porque "Euskadi se había convertido en otra cosa".

"Esto no hace más que recordarnos que algunos siguen manifestando su no a la democracia y que, por lo tanto, se sienten excluidos y fuera de ella. No podemos ni admitir ni permitir, ninguna de las instituciones ni de los partidos políticos, que a un cargo público y a la propia sociedad vasca en general se nos siga sometiendo a este estado de terror, asedio y acoso permanente", concluyó.