PSE dice que Gobierno quiere lograr "la normalidad democrática" en Euskadi

secretario general del PSE-EE de Bizkaia, José Antonio Pastor
EP
Actualizado: sábado, 5 diciembre 2009 10:21


BILBAO, 5 Dic. (EUROPA PRESS) -

El portavoz parlamentario del PSE-EE y de la Ejecutiva de los socialistas vascos, José Antonio Pastor, afirmó este sábado que el Gobierno vasco está acabando "con la excepcionalidad" propiciada por el PNV en Euskadi, y aseguró que, al acudir el lehendakari a un acto institucional como es la conmemoración de la Constitución, se pretende lograr "la normalidad democrática".

Además, denunció "el victimismo permanente" al que juega la formación jeltzale, y afirmó que los socialistas no están "en ninguna guerra de bandera". En este sentido, destacó que son los alcaldes del PNV "los que colocan mástiles gigantescos con ikurriñas enormes"

En una entrevista concedida a Europa Press, Pastor manifestó que las críticas a Patxi López por asistir al 31 cumplaños de la Carta Magna "están muy fuera de lugar" porque "el lehendakari lo es porque existe el Estatuto de Gernika, y el Estatuto de Gernika existe porque existe" la Carta Magna.

"Por lo tanto, aunque sólo fuera por respeto institucional, el lehendakari debería haber asistido siempre, porque la propia figura del lehendakari es una figura constitucional", añadió.

A su juicio, la asistencia del presidente del Gobierno vasco a la conmemoración de la Constitución "es un acto de cortesía y de respeto institucional". "Lo único que hace el lehendakari actual es convertir en normal lo que debería haber sido normal en los últimos años. Llama la atención porque, como muchas otras muchas cosas que está haciendo este Gobierno, cosas que son absolutamente normales en cualquier otra comunidad, aquí han sido excepción", señaló.

A su juicio, "se están haciendo las cosas que siempre deberían haberse hecho, las cosas de normalidad democrática que aquí han estado ausentes porque ha habido una intencionalidad clara de desmarcarse de la identidad española, de querer diferenciarse de otras comunidades".

SIN REVANCHISMO

Por ello, aseguró que los socialistas "no están jugando al revanchismo ni a la guerra de símbolos o banderas, sino que son otros los que, en años anteriores, jugaron a esa estrategia".

En este sentido, se preguntó por qué antes "no existían banderas oficiales en las instituciones de la Comunidad Autónoma o se ponía la ikurriña sola", cuando la colocación de la bandera española "está recogida en los textos legales".

El dirigente socialista manifestó que, en todo caso, son los alcaldes del PNV los "colocan mástiles gigantescos con ikurriñas enormes en todos los barrios y pueblos" de Euskadi, "como si quisieran reafirmar su identidad, cuando lo lógico es que, en este país, que hay gente muy plural, que se siente vasca o española o como le da la gana", se pongan las dos banderas".

"Porque la ikurriña es la bandera oficial de esta comunidad y la bandera española es la de este país al que todos pertenecemos, más allá de los sentimientos personales o las ideologías políticas de cada cual, del adecuado respeto institucional que todos nos debemos", señaló.

"IMPENSABLE"

En esta línea, precisó que en "cualquier país del mundo sería impensable que ninguna fuerza política ni institución renunciase a los símbolos o las banderas que les son propios, aunque no los compartan y no les guste".

"En su sede política podrán hacer y decir lo que les parezca conveniente, pero, mientras estén representando instituciones, hay que ser respetuoso con el marco jurídico que nos hemos dado, aunque se discuta y no se esté de acuerdo con él", aseveró.

Además, apuntó que los nacionalistas "se mueven muy bien en el victimismo y en la sensación de agresión permanente, y necesitan siempre buscar un enemigo exterior, probablemente, para tapar sus propias diferencias".

"No es nada nuevo, porque ya empezaron con esa crítica de frentismo desde el minuto uno, en que se constituyó este Gobierno y desde que se empezaron a hacer las cosas que siempre se debieran haber hecho", dijo. Asimismo, precisó que estos debates tienen "mucho de folklórico, pero poco de responder a las necesidades reales del país".