Los junteros socialistas piden a las Juntas que apoyen a la Real Sociedad en las actuaciones que emprenda por este "lamentable" suceso
SAN SEBASTIÁN, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El PSE-EE de Guipúzcoa presentó hoy una iniciativa en las Juntas Generales del territorio para que muestren "su más rotundo rechazo a las expresiones de violencia verbal" que profirieron el pasado domingo en el Estadio Vicente Calderón de Madrid un "grupo ultra" contra la "memoria" del aficionado de la Real Sociedad asesinado Aitor Zabaleta.
En su propuesta, presentada para su tramitación por la vía de urgencia, el grupo matiza que es "conscientes de que dicho grupo no representa a la inmensa mayoría de los seguidores del Atlético de Madrid, ni a los madrileños".
El PSE-EE también insta a las Juntas a "apostar por la erradicación de todas las manifestaciones que incitan a la violencia en los estadios de fútbol" y a pedir "a los organismos administrativos y deportivos competentes que adopten todas las medidas dirigidas a eliminar esta práctica".
Por último, propone que esta institución foral haga un llamamiento a los clubes de fútbol para que "pongan todas las medidas a su alcance" de cara a "erradicar estos sucesos, y manifiestan su apoyo a la Real Sociedad en las actuaciones que vaya a emprender con ocasión de esos lamentables sucesos".
CONTUDENCIA
En una nota, la juntera socialista Susana García Chueca denunció que en el citado partido "se dedicó a celebrar la muerte de Aitor Zabaleta y pidió la libertad de Ricardo Guerra, condenado por cometer el asesinato", además de escucharse "cánticos ofensivos" contra el club guipuzcoano.
García Chueca consideró "inaceptable que se den estas actitudes en un estadio de fútbol" y dijo que le "avergüenza que haya aficionados a un deporte que actúen de forma tan fuera de lugar". Además, pidió "la mayor de las contundencias contra esta violencia" y defendió que "todos debemos ser beligerantes contra estos comportamientos."
La juntera mostró su "solidaridad y apoyo a la familia y amigos de Aitor Zabaleta" y a los aficionados de la Real Sociedad y al propio equipo de fútbol.
A su juicio, "es responsabilidad de todos trabajar para que este tipo de conductas se erradiquen del deporte". Por ello, defendió la necesidad de "trabajar en la adopción de medidas concretas para tratar de eliminar este fenómeno y conseguir que el deporte en general, y el fútbol profesional en particular, no sean utilizados por algunos grupos para manifestar actitudes violentas, de racismo, xenofobia e intolerancia".
