Los psiquiatras concluyen que el único acusado del asesinato de Sara Alonso "tiende a reprimir su agresividad"

Actualizado: viernes, 12 mayo 2006 21:02

Las forenses descartan totalmente el accidente como causa de la muerte de la joven camarera

VIGO, 12 May. (EUROPA PRESS) -

El psiquiatra y la psicóloga clínica que evaluaron la personalidad de Marcos Antonio da Silva Santos, el único acusado por el asesinato de Sara Alonso, concluyeron en su informe que éste tiene tendencia a "reprimir su impulsividad y su agresividad", y que se refirió a los hechos relacionados con la desaparición de la chica "con neutralidad emocional", como si no estuviera implicado en ello, según explicaron hoy dichos peritos ante el Tribunal de la Sección 5ª de la Audiencia Provincial en Vigo, que juzga los hechos.

En el sexto día de juicio que tuvo lugar hoy, ambos expertos declararon haber mantenido una entrevista con el acusado, en la que le realizaron diferentes test de personalidad, así como un encuentro con la mujer de Da Silva y el hermano de ésta. Según las conclusiones extraídas, "no existe una patología psicótica o afectiva" en el imputado, y su juicio de la realidad, de lo que está bien y mal, y de las consecuencias de sus actos, es "correcto".

En ese examen, los expertos también concluyeron que Marcos da Silva demostraba un "exceso de confianza" hacia las personas, por su necesidad de "agradar y sintonizar" con los demás. Además, su mujer y su cuñado corroboraron que no era una persona irritable y que nunca le habían visto protagonizar ningún episodio de violencia.

Según recoge la evaluación psiquiátrica y psicológica, el acusado presentaba en el momento de las pruebas los signos de ansiedad "propios de una persona en su situación", aunque los peritos manifestaron que les sorprendió la tranquilidad y la "discreta frialdad emocional" con que se enfrentaba al test.

ACCIDENTE DESCARTADO

En la sesión de hoy también prestaron declaración las dos facultativas que realizaron el informe médico forense del cadáver de Sara Alonso, y en sus conclusiones determinan, al igual que la antropóloga que declaró ayer, que la causa de la muerte fue un golpe propinado con "una fuerza considerable" en la región craneal derecha, y una posterior asfixia que pudo ser causada por la fractura de la base del cráneo, aunque no se descarta un estrangulamiento o que se le hubiera ahogado taponando los orificios respiratorios.

En función del estado del cuerpo de la chica, y del análisis de la fauna cadavérica, las forenses determinaron que Sara Alonso había muerto el mismo día que desapareció (18 de septiembre de 2004) o pocos días después. Además, confirmaron que, por el aspecto del cráneo, su cabeza fue golpeada contra algo "duro y plano, posiblemente el suelo", por lo que descartan totalmente que se hubiera tratado de una muerte accidental.

Por otra parte, dos agentes de la Policía Científica de Vigo explicaron el proceso utilizado inicialmente para identificar el cadáver, localizado en una finca de Vigo, en el que, debido al avanzado estado de descomposición del cuerpo, fue necesario realizar un proceso de rehidratación de los dedos con una mezcla de hidróxido amónico y agua.

A continuación se fotografiaron los dedos para obtener una impresión digital, que fue cotejada con su huella, con resultado positivo, ya que se encontraron suficientes puntos de coincidencia para que no hubiera ningún género de dudas sobre la identidad del cuerpo, que se correspondía con el de la desaparecida Sara Alonso.

ESCUCHAS TELEFÓNICAS

A petición de las partes, en la sesión de hoy se reprodujeron varias conversaciones telefónicas entre uno de los amigos del acusado Pablo A. y diferentes testigos, así como entre el acusado y su mujer, antes y después de haber ingresado en prisión.

En esas grabaciones se refleja la sorpresa en el círculo de amigos de Marcos da Silva por su detención, así como los comentarios sobre las diferentes noticias relacionadas con este caso que fueron publicadas por los medios de comunicación en esos días. "No me lo acabo de creer", es una de las frases que Pablo repetía en sus conversaciones.

En cuanto a las conversaciones entre el acusado y su mujer, destaca cómo éste cambió su versión de los hechos a medida que la instrucción iba sacando a la luz más pruebas en su contra, aunque Da Silva mantuvo en todo momento que no había mantenido relaciones sexuales con Sara Alonso y que tampoco la había matado.

CONVERSACIONES EN LA CÁRCEL

En una grabación del 27 de noviembre de 2004 (tres semanas después de haber ingresado en la cárcel pontevedresa de A Lama), el acusado sostiene ante su mujer y su cuñado su inocencia y sus sospechas de que Sara y su jefe, Jesús S.F., mantenían una relación. Da Silva expresó su teoría de que la chica quiso desvelar a la mujer de Jesús esa relación y que por ello, su jefe la agredió. "Yo no digo que fuera su jefe, sólo sé que yo no fui", insistió en esa conversación.

En las grabaciones reproducidas en la sala, la mujer del acusado manifestó sus dudas y trató de hacer entender a Marcos da Silva su situación. De hecho, en esa conversación de noviembre, Rosalía R. le espetó a su marido "todas las señales apuntan a ti", al tiempo que le recordó el hallazgo de sangre en el piso y en los cordones que ataban los pies del cadáver.

Sin embargo, en una visita posterior de Rosalía a la prisión, el acusado se decidió a contarle su última versión, la que mantiene hasta la fecha de hoy, y le explicó que la joven subió a su casa esa noche porque sangraba por la nariz, tras haber sido agredida por su jefe. Según Da Silva, la dejó en el piso y volvió al pub con sus amigos y, al regresar a su domicilio, encontró su cuerpo sin vida en el suelo, maniatado.

El imputado confesó a su mujer que había trasladado el cadáver a Cabo Estay usando un coche que pidió prestado, y que no advirtió a la Policía porque estaba "cagado de miedo". Marcos da Silva insistió, ante las dudas y preguntas plantadas por su esposa, que no le había contado "nada" antes para evitar que la pudieran acusar de encubridora.

Con las declaraciones de hoy se dan por terminadas las comparecencias de testigos, peritos y Policía, de modo que la sesión se reanudará, en su último día, el próximo viernes 19, con la presentación de las conclusiones de las partes, y el derecho del acusado a pronunciar la última palabra.