MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El PSOE se plantea, de cara a su 37 Congreso, abrir una reflexión sobre el uso de los biocombustibles para buscar vías de garantizar que no afectan a los precios de los alimentos. "Merece la pena abrir una reflexión", señaló a Europa Press la secretaria de Medio Ambiente, Agricultura y Desarrollo Rural del PSOE, Soraya Rodríguez.
En la ponencia marco para su 37 Congreso Federal, que se celebrará en julio, los socialistas dedican un capítulo a la crisis alimentaria y apuestan por tener en cuenta "el previsible efecto del uso alternativo de potenciales alimentos para la producción de biocombustibles, sometido ahora a fuerte discusión por su eventual incidencia en la escasez de tales alimentos y sobre su propio e intenso impacto medioambiental".
La ponencia, cuya redacción fue coordinada por el ex ministro Jesús Caldera, admite que el debate sobre la idoneidad de los biocombustibles "está abierto y reviste una gran complejidad" y que sus conclusiones no están "en ningún caso suficientemente claras".
Rodríguez explicó que no se trata de cuestionar los objetivos de mezcla de biocarburante con combustible fósil de la UE --un 5,75% del total de combustibles en 2010 y un 10% en 2020-- pero sí de estudiar medidas para "garantizar que no haya una disminución de las hectáreas destinadas a producción para la alimentación" si aumenta la demanda de biocarburantes.
"Si para cumplir el objetivo del 10% necesitamos importar hay que ver de dónde y en qué condiciones, porque sería lamentable que países que necesitan tener una producción alimentaria básica derivasen sus esfuerzos a la producción de biocombustibles", explicó.
A su juicio, hay que estudiar las medidas de ayuda a los cultivos destinados para biocombustibles para que no se "derive" superficie de cultivos para alimentación a cultivos energéticos --cereales o azúcares para bioetanol y plantas oleaginosas para biodiésel--.
Por otro lado, destacó que la Unión Europea debe "hacer una reflexión ulterior" para que la disponibilidad creciente de biocarburantes no sirva para persistir en Europa en hábitos como el uso excesivo del vehículo privado en las ciudades, sino que permita disponer de energía para cubrir necesidades básicas a los países productores.
EN LA UE NO HAN INFLUIDO EN LOS PRECIOS
La dirigente socialista subrayó que en España y la UE la superficie de tierra que se destina a cultivos para biocarburantes es "absolutamente marginal", menos de un 1%, y por tanto no ha tenido incidencia en los precios de los cereales ni de otros alimentos.
En el mercado internacional, explicó, los biocarburantes tampoco deberían haber influido en los precios porque en teoría se cultivaron en nuevas tierras puestas en producción, pero admitió que se han producido distorsiones.
El Gobierno británico y el alemán también han anunciado recientemente que desean estudiar la incidencia de los biocombustibles en el mercado alimentario y su impacto medioambiental.
En todo caso, Rodríguez hizo hincapié en que la actual crisis alimentaria mundial responde a múltiples factores, algunos estructurales --como las reservas decrecientes de cereales en el mercado mundial-- y otros coyunturales, como la subida exponencial de los precios del petróleo, que tiene gran influencia en los insumos agrícolas, sumado a malas cosechas en países productores (Ucrania, Australia) y a una demanda creciente por parte de países como China o India gracias a su crecimiento económico.
La crisis alimentaria es el tema con el que Jesús Caldera quiere inaugurar las actividades de su fundación con un gran encuentro internacional el mes de julio.
