El PSPV acusa al Consell de lanzar "intolerables insinuaciones" contra De la Vega por su reunión con Ban Ki-moon

Actualizado: viernes, 16 noviembre 2007 19:12

VALENCIA, 16 Nov. (EUROPA PRESS) -

El portavoz del grupo parlamentario socialista en las Corts Valencianes, Ángel Luna, aseguró hoy que el Gobierno valenciano "ha tenido en todo momento conocimiento" de la agenda del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, en Valencia, y calificó de "absolutamente intolerables las insinuaciones" que, según dijo en un comunicado, Presidencia de la Generalitat está "lanzando" contra la vicepresidenta del Ejecutivo central, María Teresa Fernández de la Vega.

Luna se refirió de esta forma a las declaraciones realizadas desde el Ayuntamiento de Valencia y la Generalitat en relación con la reunión que mantendrán mañana en la capital María Teresa Fernández de la Vega y Ban Ki-Moon para examinar el estado y evolución de la puesta en marcha de la Base de Comunicaciones de Naciones Unidades para el Seguimiento de Operaciones de Mantenimiento de la Paz en Quart de Poblet (Valencia), tras la clausura de la cumbre sobre cambio climático.

Para Luna es "normal" que al presidente de la Generalitat, Francisco Camps, le resulte "difícilmente soportable la altura institucional y la importancia internacional" de Fernández de la Vega, por lo que le instó a "hacer acopio de bolsitas de tila".

El diputado socialista consideró que la reacción del Consell "se enmarca en el capítulo de agresiones verbales a la vicepresidenta del Gobierno" lo que, en su opinión, "marca el manual de campaña del presidente del PP, Mariano Rajoy".

Luna añadió que los responsables del Consell "están acostumbrados a vampirizar en su propio beneficio electoral todas las actuaciones que los distintos estamentos de todos los órdenes hacen en la Comunitat Valenciana, sean estos obras o eventos de todo tipo", puntualizó.

Luna aseguró que el Gobierno valenciano "ha tenido en todo momento conocimiento de la agenda del secretario general de la ONU y no ha podido llevar a cabo, como suele ser norma habitual en la manera de funcionar de Camps, las operaciones de manipulación y de apropiación de los actos públicos", una cuestión que, a su juicio, "ha motivado esta inapropiada y grosera reacción".