Rajoy acusa a Zapatero de "triturar" la Constitución para que ETA "le venda una tregua"

Actualizado: domingo, 15 enero 2006 16:53


SANTIAGO DE COMPOSTELA, 15 Ene. (EUROPA PRESS) -

El líder del PP nacional, Mariano Rajoy, acusó hoy al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, de "triturar" la Constitución y "amparar la ilegalidad" con "regalos a los terroristas" para lograr que ETA "le venda una tregua como sea" y los españoles "lo disculpen por no defender la ley".

En su intervención en la clausura del XIII Congreso del PPdeG, que se celebró este fin de semana en Santiago, Rajoy se preguntó si a Zapatero "le preocupa lo que diga ETA" y añadió que, "visto lo visto, parece que sí", ya que, según él, el dirigente estatal "zalamea" para tratar de conseguir una tregua con quienes "arrinconan a las víctimas".

El líder popular se refirió a la celebración de la Asamblea de Batasuna del próximo 21 de enero y lamentó que el Ejecutivo no prohíba su celebración, cuando el congreso abertzale representa "una ilegalidad flagrante y un desafío al Tribunal Supremo". "?Qué le ocurre a Zapatero?, ?Qué tiene además de adorno en la cabeza'", se preguntó.

Además, acusó al fiscal general del Estado, Cándido Conde Pumpido, de "hacer lo que le manda el Gobierno" para no impedir el cónclave, convocado por "las mismas personas que componen Batasuna", una organización que, recordó, está "fuera de la Ley tanto en España, como en Europa como en el mundo".

Según dijo, los convocantes de la asamblea del próximo sábado tienen "los mismos símbolos y abogados" que Batasuna y supone "la continuación de la tarea iniciada en Anoeta". "Zapatero no quiere convencerse de que, si algo anda como un pato, tiene forma de pato, color de pato y pico de pato, es que es un pato", ironizó.

Por ello, lamentó que los socialistas vascos "protesten" por las demandas del PP de que "se cumpla la ley" y se impida la celebración de la asamblea. "?Qué se logra con esto?", abundó el presidente popular, quien consideró "sorprendente que a estas alturas haya que decir que un partido está comprometido con defender la ley".

DOS CLASES DE ESPAÑOLES

Al respecto, sentenció que "no hay nada que esté por encima de ella --la legislación vigente--, aunque ese nada se llame José Luis Rodríguez Zapatero". "Si algún socialista puede negar que no hay nada por encima de la ley, que venga a rebatírmelo", desafió Rajoy, quien añadió que "ahora hay dos clases de españoles: los que se someten a la ley y los que tienen la dispensa de Zapatero para saltársela, como los de Batasuna".

Así, Rajoy aseguró que su partido tiene la "gran responsabilidad de decir la verdad de lo que pasa, aunque a veces sea duro" y se mostró convencido de que "hay muchos disparates que los españoles se han ahorrado porque el PP denunció a tiempo". Por ello, dijo que Zapatero querría "que el PP le dejara las manos libres" en cuestiones como el Estatut, del que denunció las reuniones entre el Gobierno y los partidos catalanes para "solucionar un problema que ellos crearon". "?No hubiera sido mejor no haberlo creado?", denunció.

En este sentido, acusó al presidente de estar dispuesto a "hacer lo que sea y como sea" para que la propuesta del Parlament catalán salga adelante y evitar que "la gente diga que ha hecho el ridículo" por su falta de "criterio sobre España" y para defender a "los que lo sostienen" en el Gobierno. Asimismo, advirtió de que, mientras hasta ahora "nadie se había atrevido a exponer el modelo de Estado" que recoge la Constitución, la negociación del Estatut ha llevado a "discutir sobre nación, sobre qué es España y cuáles son los derechos y los deberes de los españoles".

En su opinión, este debate ha llevado a que un partido "que representa a medio millón" condicione al resto de los españoles y, por ello, calificó la situación de "grotesca". "?Dónde se ha visto que un estatuto de autonomía, de ninguna autonomía, nos diga qué cosa es España?", insistió Rajoy, quien censuró también que el Gobierno "busque ahora un pasteleo que permita ser nación y no ser a la vez".

NACIÓN, LA DE TODOS

No obstante, advirtió de que "no hay pasteleo que valga", puesto que nación es "la propia de todos los españoles y no vale que esté en el preámbulo ni en el articulado", indicó en referencia a la posibilidad de incluir el término en el preámbulo del Estatut. En su opinión, "nunca había habido un debate tan ridículo en el constitucionalismo moderno" y, por ello, planteó de nuevo "hacer como siempre" y pactar el texto entre las dos fuerzas que representan "a la inmensa mayoría de los ciudadanos".

Según el líder popular, los votantes del PSOE están "más cerca" de los del PP que de los electores de ERC o del BNG y añadió que, pese llevar "un año" ofreciendo apoyo a Zapatero para "garantizar la estabilidad del Gobierno", el presidente "se haya negado a todo diálogo y haya destrozado el consenso constitucional". Todo ello, según él, "porque lo exigen los del pacto del Tinell --los partidos del tripartito catalán-- que son los que mandan en España".

No obstante, aseguró que los ciudadanos "no están condenados a la locura colectiva" a la que los ha abocado Zapatero y recalcó que "esto tiene remedio y el PP está dispuesto a recuperar la sensación de que otra vez se pisa suelo firme", frente a una situación en la que "las reglas del juego se han puesto en tela de juicio". "Vamos a hacer las cosas bien", concluyó el líder popular, quien recordó que su partido afronta una renovación interna con la que pretende definir nuevos objetivos para las próximas elecciones.