Rajoy censura que Zapatero hable sólo del pasado y que el Gobierno no tenga programa ni objetivos

Actualizado: martes, 30 mayo 2006 22:15


MADRID, 30 May. (EUROPA PRESS) -

Agrio debate el que mantuvieron José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, uno de los más duros y llenos de descalificaciones a las políticas de unos y otros que se recuerda. El presidente del PP censuró que el presidente del Gobierno sólo sepa hablar del pasado, algo que éste hizo en numerosas ocasiones durante sus réplicas, tanto para recordar el apoyo del Ejecutivo del PP a la guerra de Irak y la foto de las Azores como para el rechazo de la derecha a parte de la Constitución y de los estatutos. No se vieron propuestas en este tramo del debate, y sí más acusaciones de Rajoy, quien aseguró que el Gobierno no tiene programa ni objetivos definidos.

Durante casi tres horas, Rajoy y Zapatero se dedicaron a tirarse los trastos a la cabeza. Las dos réplicas del líder de la oposición le sirvieron para zanjar sus dos grandes posiciones: el reproche a Zapatero de que sólo habla del pasado y la exigencia de que responda a numerosas preguntas que, como suele suceder en este tipo de debates, se quedaron en el tintero. "Hoy no se ha debatido aquí el debate de la nación, sino sobre el pasado de la nación", dijo Rajoy, quien apuntó que, además, se hizo "con muy malos modos".

El presidente del Gobierno hizo constantes alusiones a la política del PP en materia exterior (una vez más reprochó la foto de la "expedición histórica" de las Azores y la guerra de Irak), la política de seguridad (con datos similares a los que ofreció en su primera intervención) o inmigración (con las regularizaciones que hizo el PP desde La Moncloa). "A mí me importa cómo está hoy España y qué va a ocurrir en el futuro", le respondió Rajoy, quien, en todo caso, reprochó en varias ocasiones el Pacto del Tinell en Cataluña.

La política territorial fue un tema fuerte del debate. "Sea porque el señor Zapatero vive cautivo de los nacionalistas, sea porque piense que así perjudica más al PP", dijo Rajoy, "lleva dos años intentando desbordar el dique de la Constitución". La "primera oportunidad" fue el Estatuto catalán, y "no quiso perderla". Rajoy aseguró que todo ha sido "un pacto por el poder".

Zapatero, no sin cierta ironía, alabó que el líder popular haya pasado de decir que el Estatuto catalán iba a romper España a quedar en que es "ininteligible" y a que el PP "esté como loco por entrar en el Gobierno que va a gestionar el Estatuto". "Pienso que usted ni tiene ni idea de lo que es España", le espetó a Rajoy, a quien aseguró que las reformas no pueden acordarse entre ellos dos, sino que deben hacerse por un consenso en el que el PP no ha querido estar. "Carod-Rovira era el que mandaba y ahora, paradojas de la vida, van a votar lo mismo en el referéndum", dijo.

INMIGRACIÓN E INSEGURIDAD

Inmigración y seguridad centraron buena parte del debate y se mezclaron. Rajoy aseguró que la situación migratoria es "insostenible" por el "efecto llamada ecuménica, una entrada de inmigrantes anárquica, incontrolada", que permitió a las mafias "ser conscientes de que éste era el país más fácil de Europa". Zapatero recordó que la inmigración es "un fenómeno que trasciende a gobiernos" y que el PP también intentó regulaciones, aunque sin orden. El presidente del Gobierno aseguró que no se puede expulsar a todos los inmigrantes irregulares porque "no hay administración capaz de ello".

En cuanto a la inseguridad, Rajoy proclamó que se estaban viviendo formas de delincuencias nunca vistas hasta ahora. Zapatero le pidió que rectificara esa afirmación, pero el líder popular insistió en ella en el segundo turno. "La única política conocida era el mando único que no existe", le reprochó Rajoy a Zapatero, que a su vez censuró al líder del PP que recortara los gastos en seguridad pública cuando estaba en el Gobierno y no ampliara en su justa medida las plantillas de Policía y Guardia Civil.

Zapatero hizo un duro retrato de la oposición del PP. "Han sido profetas del desastre y además un desastre como profetas", afirmó, lamentando que no haya escogido el camino de la "oposición útil" y sí el de la que "deriva por el camino de esperar a que las cosas vayan muy mal, de afirmar cada día que viene el cataclismo". "A veces no es malo ser modesto", le replicó Rajoy, convencido de que no se debe calificar "automáticamente de catastrofista" a quien avisa de los males del país. "El problema es que no hemos venido a hablar de mío, sino del estado de la nación", sentenció el líder popular.

SIN PROPUESTAS DE RAJOY

Rajoy no hizo propuestas en sus intervenciones, y Zapatero se lo reprochó recordándole que cuando el líder socialista estaba en la oposición lanzó 17 propuestas concretas. "España tiene un presente seguro y garantizado y un futuro inmejorable", aseveró el presidente del Gobierno. "Por fortuna, España resiste mucho, incluso a un Gobierno como el que usted está presidiendo", le respondió Rajoy, convencido de que Zapatero no debe darle lecciones de oposición porque "no las necesita". "Pronto estaré en el Gobierno", sentenció.

Sólo hubo una cuestión sobre la que Rajoy y Zapatero no polemizaron, la tregua de ETA, y fue porque el presidente del Gobierno no quiso entrar en ese asunto. El líder popular comenzó su intervención con este tema, reforzando el apoyo del PP al Gobierno para que el contacto con los terroristas sea para "conocer sus intenciones y para comprobar si existe una decisión irreversible de abandonar las armas, disolver la banda y pedir perdón a las víctimas". "El PP no prestará su apoyo a ninguna clase de negociación que tenga como objeto pagar un precio político, bien sea a ETA, a sus cómplices o a sus sostenedores", sentenció.