Rajoy dice que hay que acabar con ETA porque debe terminar "el secuestro de la libertad"

Actualizado: martes, 14 marzo 2006 23:12


BILBAO, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, reclamó hoy al Gobierno del PSOE que aplique una "real política antiterrorista, vuelva a acorralar a ETA, le cierre todas las salidas y no le deje respirar hasta que desista" de la violencia. "Hay que acabar con ETA, derrotarla y expulsarla porque nuestro objetivo es acabar con el secuestro de la libertad, no perpetuarlo", señaló.

Rajoy pronunció esta tarde en Bilbao una conferencia bajo el título 'Un País Vasco posible y deseable', en la que señaló que es posible un Euskadi sin que el nacionalismo determine la política, por lo que animó a trabajar para lograrlo y lamentó que haya "quien no es capaz de imaginarlo" y que el PSOE de hoy "ni siquiera lo desee".

El dirigente popular pidió que se cierre esa "burla que llaman proceso de paz y del que no saldrá nada salvo indignidad y, seguramente, más dolor". "Hay que denunciarlo, hay que explicárselo a la gente y agotar todos los medios para que esta inmoralidad no siga adelante", agregó.

En este sentido, solicitó la aplicación de la Ley de Partidos para expulsar a Batasuna del Parlamento vasco, impedir que acuda a las elecciones municipales y, sobre todo, "volver a encontrarnos en el Pacto por las Libertades y contra el Terrorismo".

VENCEDORES NI VENCIDOS

Dicho esto, calificó de "tontería" que se diga que se necesita una paz sin vencedores ni vencidos. "Es preciso que ETA sea vencida y que los vencidos de hoy dejen de serlo", manifestó, para mostrar su rechazo a "esta pesadilla de conversaciones, porque no nos ofrece lo que necesitamos. Queremos libertad y todo lo que nos promete es un alto el fuego y unas negociaciones para que merme más nuestra libertad".

En esta línea, apuntó que la falta de libertad, la carencia de democracia, el silencio, el miedo, no dependen de que ETA mate o no mate. "Si ETA mata, aumentan pero si ETA no mata, no desaparecen. El amedrentamiento persiste, porque nadie olvida que es mejor ser prudente y no provocar al que es más fuerte. Si ETA existe, la igualdad es imposible", añadió.

El líder de los populares denunció la "débil" postura de Zapatero ante ETA, que "le ha visto suplicar una tregua". "Nunca ha tenido ETA menos capacidad para hacer daño. Devolverle las fuerzas para que vuelva a hacerlo es una inmoralidad y constituye una traición flagrante al interés público", alertó.

A su juicio, "la peor manera de combatir el terrorismo sería aquella que busque atajos, que no se proponga acabar con ETA sino con la 'violencia', que se conforme con calmar a la fiera, que dé la razón a los terroristas.. en una palabra, la que acepte pagar un precio para que los pistoleros nos perdonen la vida".

VECINO ADOSADO

Así, indicó que este procedimiento que ha puesto en marcha el presidente del Gobierno, "si sale bien, significaría que tiramos por la borda los sufrimientos de 30 años y aceptamos que el País Vasco se convierta en una especie de vecino adosado al Norte". "No se alejaría de España, porque con la Unión Europea no le conviene, pero estaría en España como si no estuviera. Los terroristas se pasearían por la calle y el ambiente en el País Vasco podría ser irrespirable", agregó.

En cambio, afirmó que si sale mal, "que es lo más probable, estaremos bastante peor que hoy, porque después de 30 años de negarle la razón a ETA, se la habríamos reconocido, con lo cual serviremos de excusa para sus nuevos crímenes". "Y cuando estos lleguen, -prosiguió- estaremos acomplejados por el ridículo, tendremos la guardia baja y todos los instrumentos que sirvieron para arrinconar a ETA se habrán convertido en chatarra".

Frente a esto, abogó por combatir al terrorismo en todos los frentes con las fuerzas de seguridad y los jueces y con el consenso de los partidos democráticos. "Es preciso que los demócratas se pongan de acuerdo para decirle a ETA que, gobierne quien gobierne en España, jamás logrará ningún resultado", señaló, para a continuación, apelar a la solidaridad con las víctimas "con quienes tenemos una deuda y estamos obligados moral y políticamente a que la justicia castigue a los verdugos y resarza a las víctimas".

ACERCAMIENTO AL NACIONALISMO

Por otra parte, Mariano Rajoy arremetió contra el PSOE al que acusó de descubrir un "atractivo ideológico" en el nacionalismo y de defender un modelo de Estado nacionalista. "Éste es el Estado que quieren hoy los socialistas, el Estado que sacraliza la injusticia, en el que los españoles dejan de ser iguales, en el que importa mucho donde se haya nacido. El mismo con el que sueñan los nacionalistas, lo defiende el PSOE", añadió.

En este punto, se refirió al País Vasco para señalar que el líder del PSE-EE, Patxi López, "ha descubierto afinidades inéditas en Batasuna y en el sindicato LAB". "El señor López tiene ya preparado un papelito sonrojante para incorporarse a esa 'mesa de la negociación' y debatir sobre el futuro de este pueblo, su derecho a decidir, si hay que incluir o no a Navarra, etc", explicó.

"De la noche a la mañana, los internacionalistas de ayer se han convertido al localismo ramplón. Los que defendían la igualdad bendicen hoy las diferencias, los privilegios y las exclusiones", reprochó.

También arremetió el líder popular contra el nacionalismo vasco, sobre el que dijo que "los derechos individuales son siempre subsidiarios del gran derecho colectivo: El Pueblo Vasco". Como ejemplo, citó que "un padre que desee educar a sus hijos en castellano está entorpeciendo la marcha del nacionalismo, es decir, del pueblo vasco", por lo que aseguró que al nacionalismo "no le gusta el individuo".

"La nuestra es una democracia de individuos", explicó, para agregar que la nación española está formada por 40 millones de personas, "todas ellas están registradas, tiene nombre, apellidos y domicilio. Ésta es una nación real que ampara derechos reales. Las naciones teóricas, culturales, tribales, etc, son formas figuradas de hablar que no amparan los derechos de nadie".

Asimismo, denunció que con el derecho de autodeterminación reclamado por los nacionalistas, lo que pretenden es un referéndum "porque piensan que así, por mayoría, podrán tapar la boca a los vascos que rechazan el mito nacionalista". "No les interesa la soberanía porque no les interesa el individuo", insistió.