RIALP/MADRID, 9 Jun. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, reiteró hoy su crítica al Gobierno por su decisión de negociar con Batasuna y aseguró que negociar con quien tiene una pistola como "baza negociadora" es convertir la pistola "en un instrumento para pactar beneficios políticos". Para Rajoy, "claudicar" ahora es "demoledor" porque significa convertir el terrorismo "en un instrumento para hacer política".
La vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, por su parte, insistió en que el Ejecutivo tiene "mano tendida" al PP, pero no quiso pronunciarse sobre una posible reunión con Mariano Rajoy.
Rajoy insistió en la idea de que "la sociedad española es acreedora y no deudora de la organización terrorista" y denunció que "negociar con quien tiene una pistola como baza negociadora es convertir la pistola en un instrumento para pactar beneficios políticos", lo que supone "perder seguro" e "ineficaz".
El líder de la oposición, que asistió al XVII Encuentro Empresarial del Pirineo en Rialp (Lleida) y reunió a unos 500 empresarios, sostuvo que "no se puede hablar con la banda, salvo para que deje las armas y se incorpore a la legalidad". "Hay que decirle que tiene que dejar de matar" y "defienda la posición que quiera", pero dentro de la ley, agregó.
Asimismo, manifestó que ve al Gobierno "débil", algo que le preocupa porque podría significar que "en el momento de más debilidad" de la banda, ETA consiguiera lo que no ha logrado conseguir matando", por lo que estamos frente a una situación de "enorme gravedad y peligro", sentenció.
Rajoy emplazó al Gobierno a decirle a ETA que "deje las armas" y estimó que hablar con Batasuna es un "descomunal error", ya que su ilegalización fue "el golpe más grande" contra la banda terrorista.
Además, consideró que "estamos dando un ejemplo lamentable a la sociedad europea", ya que Batasuna está en las listas europeas de organizaciones terroristas, y lo "peor" que se puede hacer es "darle salidas" al proceso "en forma de contrapartidas políticas".
EL GOBIERNO MARGINA AL PP
Asimismo, volvió a denunciar que, con su decisión, el Ejecutivo "ha roto el Pacto por la Libertad y contra el Terrorismo" y ha "marginado al PP de los objetivos, seguimiento e información" en materia de lucha antiterrorista, después de que ambos partidos se hubieran acordado no variar las reglas del juego aunque cambiara el partido del Gobierno.
Sin embargo, Rajoy consideró que los dos últimos años de mandato socialista "han sido negativos" con actuaciones anteriores a la decisión de dialogar con Batasuna, "debilitando las fuerzas de seguridad del Estado y la colaboración internacional".
Estas actuaciones hicieron que ETA pasara "de un estado de debilidad a que pudiera volver a tomar aire", pero tras el anuncio del alto el fuego permanente, el PP "volvió a brindar su apoyo al Gobierno", que ahora "no podemos mantener, si queremos derrotar a ETA".
También quiso aclarar que cuando el PP se reunió con la banda en 1998 y 1999 "fue para decirles con toda claridad que no iba a haber ninguna negociación política".
"MANO TENDIDA AL PP"
"La posición del Gobierno ha sido y es de mano tendida al consenso". La frase la pronunció la vicepresidenta De la Vega, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros, de forma literal o con palabras muy cercanas, en casi una decena de ocasiones. De la Vega insistió mucho en que el PP debe acercarse al Gobierno, pero eludió hasta en dos ocasiones referirse a la posibilidad de que se produzca una reunión entre Zapatero y Rajoy.
La vicepresidenta lamentó que ahora mismo todo el mundo, "menos el PP lamentablemente", están trabajando por la paz en una misma dirección. "La puerta siempre va a estar abierta, el señor Rajoy siempre va a ser bienvenido", dijo. En todo caso, reprochó que el líder popular anunciara la ruptura de relaciones con el Gobierno, una declaración "insólita".
De la Vega proclamó que esa actitud del PP "no es razonable en democracia". "La democracia es tener relaciones, es dialogar, es entenderse", dijo De la Vega, que advirtió que la ruptura no sería con el Ejecutivo, sino "con la confianza de millones de ciudadanos que anhelan que busquemos la paz entre todos". La vicepresidenta, en todo caso, advirtió que el Gobierno "no va a alterar el calendario", lo que supone que Zapatero sigue teniendo previsto comparecer en el Congreso antes de que finalice el mes. "Vamos a seguir trabajando en nuestro compromiso con los ciudadanos, faltaría más", concluyó.
