Rajoy, especialmente molesto con las acusaciones de relativismo que le propinó el 'número dos' de Aguirre

Actualizado: martes, 3 junio 2008 21:45


MADRID, 3 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PP, Mariano Rajoy, está satisfecho con el debate interno que ayer se produjo en el seno del Comité Ejecutivo Nacional aunque no ha ocultado su malestar por algunas críticas del vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio González, sobre todo sus acusaciones de relativismo en los principios y sus continuas referencias a María San Gil, informaron a Europa Press fuentes 'populares'.

El hombre de confianza de Esperanza Aguirre, que hizo el discurso más duro --según coinciden gran parte de los asistentes consultados por Europa Press-- aseguró que un proyecto ilusionante requiere defender los principios del PP "sin caer en el relativismo, en el oportunismo cortoplacista y acomplejado, en el tacticismo".

Es más, el 'número dos' de Aguirre señaló que algo no se habrá hecho bien cuando se transmite la sensación de que "lo que había no vale y que hay que renovarlo todo", cuando "se invita a una parte del partido a marcharse del mismo", o cuando personas "muy señaladas" del PP abandonan sus responsabilidades e, incluso, la militancia por sentirse "engañados" o "no identificados".

Precisamente estas constantes alusiones a la marcha de la presidenta del PP vasco, María San Gil, y de la baja de militancia del funcionario de prisiones, José Antonio Ortega Lara, han sido algunas de las partes que molestaron a Rajoy.

Pero al presidente de los 'populares' no le sentó nada bien sobre todo las acusaciones de relativismo en los principios, informaron a Europa Press fuentes 'populares'. De hecho, en sus últimas declaraciones Rajoy se ha empeñado en dejar claro que él no ha cambiado sus principios, que sigue siendo el mismo y que mantiene las mismas tesis en política antiterrorista o el modelo territorial.

COMIDA TRAS EL COMITÉ EJECUTIVO

Aunque el líder de los 'populares' está satisfecho con el debate interno que se produjo ayer, que él mismo calificó de "muy útil" en su intervención final con la que cerró la reunión del Comité Ejecutivo, no ha escondido su disgusto por algunas acusaciones que le dirigieron ayer y que no comparte.

Así se lo ha hecho llegar a sus colaboradores más cercanos. Con algunos de ellos tuvo ocasión de almorzar ayer tras el Comité Ejecutivo --en un restaurante cercano a la sede nacional de la calle Génova--, después de casi cinco horas de reunión.

Entre los que acudieron a esa comida se encontraban Juan Carlos Vera, Miguel Arias Cañete, Arsenio Fernández de Mesa, José Antonio Bermúdez de Castro, Tomás Burgos y Jorge Moragas.

La satisfacción de Rajoy, según las fuentes consultadas por Europa Press, se debe también al hecho de que las críticas se han expuesto en "casa" y ha tenido la oportunidad de contestarlas él personalmente y también otros compañeros del Comité Ejecutivo, como algunos barones territoriales, que defendieron al presidente popular dejando claro que no ha cambiado los principios y negando también que nadie les ha conminado a entregar avales a favor de Rajoy, sino que lo habían hecho de forma voluntaria.