Rajoy exige "cordura" para acabar con la "subasta del soberanismo" y propone un nuevo consenso para recuperar la unidad

Actualizado: sábado, 27 octubre 2007 17:18

Se define como una persona "fiable" y confiesa que hoy está "más preparado" que hace cuatro años para gobernar España

VALENCIA, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

El líder del PP, Mariano Rajoy, apostó hoy por seguir contando con los nacionalistas pero exigió "cordura" para acabar con la "subasta del soberanismo". Para ello, planteó un "nuevo consenso" que recupere la concordia y la unidad de todos los españoles y que permita "hablar de España sin bajar la voz ni la mirada". "Quiero forjar un nuevo consenso, con mayúsculas. Un nuevo consenso que abra una nueva etapa de estabilidad, progreso y bienestar al conjunto de la sociedad española", proclamó.

Rajoy hizo este llamamiento durante su discurso de presentación pública como candidato a la Presidencia del Gobierno, en un 'macroacto' celebrado en la Feria de Muestras de Valencia que reunió alrededor de 15.000 personas, según fuentes de la organización.

La intervención de Rajoy contó con un marcado carácter electoral y se centró en pedir la confianza de los ciudadanos en su carrera hacia el Palacio de La Moncloa. "Creo que la gente sabe que se puede confiar en mi, que soy fiable y previsible", enfatizó, para añadir que antepone la "responsabilidad y el sentido común a cualquier cosa".

"CAMBIAR LA MIOPIA POR RESPONSABILIDAD".

Durante su alocución, que fue interrumpida en numerosas ocasiones por gritos de 'Presidente, presidente' o 'Viva España', el líder de la oposición planteó un "nuevo consenso", "de todos y para todos", que "beneficie al conjunto de la sociedad española" y que permita hablar de España "sin bajar la voz ni la mirada".

"Quiero cambiar la miopía de los que nos han gobernando por la responsabilidad, la falta de energía por la decisión, la frivolidad por la eficacia y la mediocridad por la ambición de ser cada día mejores", resaltó, tras mostrar su deseo de liderar las ganas de cambio que, a su juicio, tiene la mayoría de los españoles.

A continuación, hizo un repaso de estos cuatro años en la oposición que, según admitió, no "han sido fáciles" porque "cuando se tiene delante un muro de hostilidad, la política se vuelve desabrida". Eso sí, afirmó que el PP ha dado "las batallas que tenía que dar" y ha "ganado las importantes".

"Desde la oposición hemos rendido un gran servicio a España. Hemos frenado muchos disparates, hemos defendido el patrimonio común, hemos conseguido que las cosas no fueran a peor. Hemos sido un dique frente a una marea de frivolidad, demagogia y relativismo -enfatizó--. Hemos estado a la altura de la circunstancias".

El líder del PP hizo continuos elogios al PP, que, según señaló tiene "convicciones", sabe "defenderlas con la fuerza de la razón" y cuenta con gente "valiente". En es punto, citó a la presidenta del PP vasco, María San Gil, a la alcaldesa de Lizarza, Regina Otaola, y a todos los dirigentes del País Vasco que "no se arrugan ante el chantaje", que dan la cara por la libertad y que tienen el "coraje" de izar la bandera española en sus ayuntamientos. También alabó la labor del PP valenciano, una comunidad que definió como ejemplo de creatividad, de empuje y de dinamismo.

Después pasó a hablar de sí mismo. Se definió como una persona "fiable y previsible" que antepone "la responsabilidad y el sentido común a cualquier otra cosa" y que defiende el "valor de la moderación, el diálogo y el consenso". Además, confesó que hoy está "más preparado" que hace cuatro años para gobernar España..

"A mí no me gusta ni la demagogia ni el populismo porque ni una ni otro contribuyen al bien común -espetó Rajoy--. No quiero para España ni demagogia ni populismo, no creo en los tópicos de cartón piedra ni en los discursos vacíos. Quiero verdad, esfuerzo y rigor".

En este contexto, el líder del PP aprovechó para pedir la confianza para las próximas elecciones a "quienes votaron a la izquierda en el pasado" con el fin de "sumar voluntades" de todos que creen que la igualdad no puede "ser doblegada por el egoísmo de los privilegios". "Lo hago porque tenemos que estar unidos los que queremos que la unidad de España no pueda romperse por quienes no quieren saber nada de ella", exclamó.

Tras mostrarse orgulloso de haber participado en los gobiernos de José María Aznar --que tildó de "mejores gobiernos de la democracia--, Rajoy admitió sentirse hoy "un privilegiado" por ser el "candidato del mejor partido de Europa". "Os pido que me acompañéis en la búsqueda de un proyecto generoso de concordia. Solo puedo prometer que voy a dejarme la piel en el empeño de ganar las próximas elecciones", proclamó, ante un auditorio entregado.

SEGUIR CONTANDO CON LOS NACIONALISTAS.

En su alocución, el líder del PP señaló que no se está en "deuda con los nacionalismos" porque los derechos, dijo, son de las personas, no de los pueblos. En este punto resaltó que, aunque existen los nacionalistas y se puede "seguir conviviendo con ellos", se comprometió a defender "hasta el último aliento que la soberanía nacional es indivisible". "Ya es hora de poner cordura en esta subasta del soberanismo. No podemos seguir con un presidente así", aseveró.

No faltaron las referencias a España, que definió como "una gran nación" de la que, según dijo, hay que estar "orgullosos". Dicho esto, apostó por una España "fuerte y cohesionada", de personas iguales, y que "no negocie con los terroristas". "España es nuestra fuerza", enfatizó.