Rajoy: "No debemos cambiar el rumbo, pero hemos de hacer las cosas mejor"

Actualizado: domingo, 22 junio 2008 0:50

MADRID, 21 Jun. (OTR/PRESS) -

Mariano Rajoy, único candidato a la Presidencia del PP en el marco del XVI Congreso Nacional del partido que hoy celebró su segunda jornada en el recinto ferial de Valencia, resultó reelegido como líder del principal partido de la oposición con 2.187 votos a favor, y sólo 409 papeletas en blanco de los 2.643 compromisarios que votaron en este cónclave. Durante su discurso ante los militantes, dirigentes y compromisarios, Rajoy hizo especial hincapié en negar que en la nueva etapa a la que se enfrenta el partido vayan a cambiarse los principios enarbolados durante los últimos años. "No debemos cambiar el rumbo, pero hemos de hacer las cosas mejor", argumentó el presidente del PP.

Según informó la presidenta del Congreso, la alcaldesa de Valencia Rita Barberá, tras un recuento que se retrasó más de una hora y media sobre lo previsto, de los 2.774 compromisarios acreditados en el XVI Congreso Nacional del PP, 2.643 ejercieron su derecho a voto. De ellos, 2.187 votaron a favor de la candidatura de Mariano Rajoy, un 84,25%, frente a sólo 409 papeletas en blanco y 47 votos nulos. Antes de resultar reelegido, Rajoy tomó la palabra para dirigirse a militantes, dirigentes y, sobre todo, compromisarios del partido, los encargados de avalar al nuevo presidente y a la nueva Dirección fijada por éste.

El candidato dijo presentarse a la reelección por dos motivos, el primero, porque cree estar "en condiciones de garantizar que este partido permanecerá unido", un valor "que debemos salvaguardar en cualquier circunstancia". En este sentido, se refirió a la convulsión que ha vivido el partido en los últimos meses y que definió como un periodo "animado". "Eso es normal y es bueno", aseguró, argumentado que esa convulsión demuestra que el futuro del PP importa a "todos y que todos tenemos ideas que defender". Sin embargo, cuando el Congreso se cierre "será la hora de trabajar de nuevo unidos, de sumar esfuerzos y de avanzar todos en la misma dirección", advirtió.

En segundo lugar, Rajoy dijo tener "la firme convicción" de poder conducir al PP a La Moncloa, pues, después de "cuatro años de soledad, con un gobierno que dedicaba más esfuerzos a ponernos zancadillas que a gobernar" incluso "el propio Gobierno temió que pudiéramos ganar las elecciones" del pasado 9-M. "Era tan verosímil, que el propio Rodríguez Zapatero confesó a un periodista que necesitaba meter tensión y comenzar a dramatizar porque se le escapaban las elecciones", recordó el líder del PP, que dijo ni negar ni disimulara la derrota, "digo que era verosímil que ganáramos. Digo que lo teníamos al alcance de la mano".

LAS MISMAS COSAS, PERO MEJOR

Según Rajoy, en estos cuatro años los populares han aprendido que tenían "razón", pero que "no basta con tener razón: es preciso que nos la den". "No fuimos capaces de convencer a todos los ciudadanos que debíamos haber convencido", aseveró el líder del PP, que proclamó entonces que otra lección aprendida ha sido que "no debemos cambiar el rumbo, pero hemos de hacer las cosas mejor". "No defiendo que cambiemos de posición. Estábamos en la buena senda y en ella debemos continuar (...) No podemos modificar nuestros valores porque son los que recoge el artículo primero de la Constitución: libertad, justicia, igualdad y pluralismo político", proclamó.

En este sentido, se preguntó "¿de dónde sacan algunos que vayamos a cambiar de principios?" o "¿en qué cabeza cabe que en un partido se puedan cambiar los principios?". "Eso sería tanto como cambiar de partido, de militantes y de electores. Eso no es posible. No creo que este partido deba modificar una coma de sus principios. No es que no deba, es que no puede. Un partido son sus principios", remachó Rajoy, que enumeró entre sus convicciones la nación española, la lucha contra el terrorismo, el reconocimiento a las víctimas, la familia, la libertad o la educación, para culminar: "Estas son algunas de mis convicciones. No van a cambiar. No vamos a cambiarlas".

"No estamos defendiendo nada que no pueda compartir la mayoría de los españoles", señaló el líder del PP, que insistió que en la defensa de esos principios "no basta con tener razón es preciso que nos la den". "Nos la dan ya más de diez millones de españoles, pero no son suficientes. Por eso tenemos que cambiar, no de ideas, pero sí de procedimientos para ser más atractivos y más convincentes", dijo, añadiendo que los populares deben "sembrar mejor". Con esta expresión, Rajoy consideró que al PP le ha faltado "eficacia e insistencia en la difusión" de sus ideas, así como "romper algunos estereotipos falsos que nos han aplicado nuestros adversarios".

DIALOGAR CON TODOS

En esta misma línea, Rajoy consideró que el PP debe "ensanchar el abanico" de su "oferta". "Ni somos monotemáticos ni podemos permitirnos parecerlo", subrayó, considerando que "sin olvidar la amenaza terrorista o los desafíos permanentes a la unidad de España, la principal preocupación de los españoles es la estrechez derivada de la crisis económica, y el empleo, y la vivienda". Al mismo tiempo, defendió un partido dispuesto "a dialogar con todos". "Pretendemos gobernar para todos y hemos de hablar con todos, salvo los que utilizan el terror como instrumento de acción política", dijo, resaltando que eso no significa "abdicar" o "rebajar" los principios.

Así, Rajoy defendió que el PP debe dialogar con el Gobierno "e incluso apoyarlo en lo que merezca apoyo", como en la lucha contra ETA, siempre que rectifique "sus errores del pasado" y procure la derrota del terrorismo. Esto no significa que se haya vuelto "amnésico", advirtió, asegurando que no se ha olvidado "de nada de lo ocurrido durante los últimos cuatro años", pero "eso no me impide procurar que el Gobierno haga las cosas mejor". A juicio del líder del PP, que España cuente con pactos de Estado entre los dos grandes partidos no está reñido con "una tarea de oposición firme". "Al contrario, refuerza nuestra autoridad moral", aseguró.

"¿Es posible dialogar con los partidos nacionalistas?", se preguntó en otro momento Rajoy y señalando que "dejando a salvo la unidad de España, la soberanía nacional y la igualdad de los españoles, que son cosas en las que nunca nos vamos a poner de acuerdo, hay muchas materias de las que hablar y hay más de un terreno en el que será posible llegar a acuerdos razonables". Además, el líder del PP defendió el concepto de 'centro' político al que se ha referido en las últimas semanas, el cual no quiere decir "tibieza o indiferencia o relativismo".

Por último, Rajoy no quiso despedirse sin dar las gracias a todos los miembros del PP, pero especialmente a dos componentes del partido. Por un lado, Ángel Acebes, al que agradeció "su lealtad, su esfuerzo, sus aportaciones y su generosidad", un dirigente que "se ha dejado la piel trabajando por este partido" y que ha sido tratado "injustamente por nuestros adversarios". Por otro lado, a los militantes del PP de Euskadi, que "no son unos más, porque en ninguna otra parte es tan difícil, tan exigente y tan peligroso defender las ideas del PP". "Estamos orgullosos de ser vuestros compañeros. No cambiéis. Os necesitamos así", remachó.