Rajoy reivindica a Suárez ante "revisionistas" de la Transición y dice que el PSOE intentó abatirlo con "juego sucio"

Actualizado: miércoles, 25 abril 2007 21:00

Apunta que él aceptó la legitimidad de la victoria del 14-M, mientras que los socialistas acusaron al pueblo de "equivocarse" con Suárez

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MADRID, 25 Abr. (EUROPA PRESS) -

El líder del PP, Mariano Rajoy, reivindicó esta tarde la figura del ex presidente del Gobierno Adolfo Suárez, con el que "todos" tienen una deuda. No obstante, dijo que esa deuda es "mayor" para los "revisionistas" de la Transición: "Hoy se habla mucho de crispación. Pero se me hace difícil recordar un ejercicio más sistemático, despiadado y tenaz que el ejercicio de demolición, acoso y derribo que contra Suárez emprendió el PSOE después de las elecciones del 79. Todos los recursos, descalificaciones y el juego sucio se utilizaron para abatirlo", añadió.

Durante su intervención en la presentación del libro 'El pensamiento político de Suárez', escrito por el periodista Federico Quevedo, Rajoy insistió en que los socialistas trataron de abatir al líder de UCD por entender que "les había burlado un triunfo electoral que creía tener en la mano".

"No puedo evitar un gesto de ironía cuando, y perdón por esta trasposición histórica, se nos dice ahora a nosotros que no hemos aceptado el resultado de 2004 --señaló--. La noche del 14 de marzo de ese año, reconocí públicamente la legitimidad del triunfo del adversario; llamé al candidato del PSOE, le felicité por su triunfo y me puse a su disposición. La noche del 3 de marzo de 1979, desde la dirección del PSOE, todo lo que dijo fue que 'el pueblo se había equivocado'".

RAJOY: "QUIEREN SUSTITUIR TRANSICIÓN POR SEGUNDA REPUBLICA"

Según el líder de los 'populares', desde hace unos años existe en España "una corriente de revisionismo" de la Transición, o lo que para él es sinónimo, "la única página de incontestable éxito político" de los dos últimos siglos. "Y esto, con dos objetivos: en primer lugar, relativizar sus méritos y, en segundo, procurar su sustitución como referencia central de la democracia por un experimento democrático fallido, como fue la Segunda República", indicó.

Ante esto, hizo hincapié en que el "principal mérito" del espíritu de la Transición fue, bajo su punto de vista, la superación del mito de las dos Españas. "Para esos revisionistas aquel pacto integrador no fue tal, sino un mal menor impuesto y aceptado para superar la salida de un régimen autoritario (...). Una página que se diría inspirada por la máxima azañista de la 'paz, piedad y perdón', debe reescribirse como una historia de buenos y malos, que reabra heridas ya cerradas o, incluso, abra algunas que nunca llegaron a existir", apostilló.

Rajoy avisó que "echar por tierra" los logros de tan "admirable proceso" sería, "por seguir la figura de Talleyrand, 'peor que un crimen, un error'. "Ese es el riesgo que, por la ligereza de algunos y la pasividad de otros, actualmente corremos", agregó.

LA SUPERACIÓN DEL FRANQUISMO, "RELIQUIA EXCÉNTRICA"

Asimismo, elogió el prólogo que Adolfo Suárez Illana ha elaborado para una obra dedicada al pensamiento de su padre que, según el líder del PP, "merece el reconocimiento general" y determinó que es hora de la "restitución de una verdad histórica" y del "rescate de una labor política" tan singular como la de Suárez.

"Esta obra llega en un momento especialmente sensible de nuestra historia política; un momento en el que existe un cuestionamiento (a veces solapado, otras abierto) del espíritu y los logros de la Transición, de los que Adolfo Suárez es, junto a Su Majestad el Rey, la principal referencia --enfatizó--. Ese admirable proceso en el que los españoles transitamos, por vez primera en dos agitados siglos, de un sistema político autoritario, que era ya una reliquia excéntrica, a una democracia plena, perfectamente homologable - y en algunas cosas, incluso ejemplar- a la de los países a los que aspirábamos a parecernos".

Finalmente, resumió los principales logros de Suárez para después sentenciar que algunos califican de "milagrosa" la transformación democrática, el proceso que se siguió y el resultado que se consiguió. "Pero en política no existen (o, si existen, no están debidamente documentados) los milagros. En todo caso, se trataría de un milagro que tiene sus santos patronos terrenales. Uno de ellos, sin duda, Adolfo Suárez", afirmó.

"Debemos admirar hoy la condición esencialmente integradora de los consensos de la Transición alcanzados bajo la dirección de Adolfo Suárez, la insobornable actitud de sacrificar a esos consensos voluntades particulares, legítimos intereses de parte y hasta ventajas de las que pudo gozar como Presidente del Gobierno --concluyó--. Todos los pasos importantes de la Transición sólo se daban una vez que se conseguía trabar un acuerdo de muy amplia base que, como mínimo, incluía a la UCD y el PSOE, pero que casi siempre se esforzaba en incorporar a los que se hallaban al costado de las dos principales, AP y el PCE, así como al nacionalismo moderado".