MADRID, 18 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PP, Mariano Rajoy, reprochó hoy al Partido Socialista de Euskadi (PSE-EE) que ayer permitiera con su abstención que el Parlamento vasco aprobara una resolución en la que se pide al Ejecutivo autonómico que trabaje por una paz "sin vencedores ni vencidos". "No es justo, ni moral y no es lo que sienten la inmensa mayoría de los votantes socialistas", sentenció, para subrayar a continuación que "los asesinos y los criminales" tienen que ser los "vencidos".
Rajoy aprovechó su intervención en el acto organizado por el PP para formalizar la integración del Centro Democrático y Social (CDS) en el partido para criticar las últimas decisiones adoptadas por el PSE-EE, entre ellas su respaldo a la creación de una "mesa política" en la que los vascos "decidan un nuevo marco político contando con los nacionalistas". Según el líder del PP, el PSE-EE quiere excluir al PP de esa decisión y el lehendakari, Juan José Ibarretxe, persigue que la tomen sólo los nacionalistas.
Ante esta situación, proclamó: "Yo sólo digo que se respete la ley los procedimientos y que si quieren el derecho de autodeterminación y que España deje de ser España se someten a las normas que están en su Estatuto y en la Constitución".
"HABLAR POCO Y PACTAR CON LA OPOSICION"
El presidente de los 'populares' se refirió también a las especulaciones sobre la inminencia de la apertura de un proceso de paz, y lo hizo para enfatizar que en un "país normal" no deberían ocurrir estas cosas porque la "lógica" exige "prudencia" en estos asuntos. En su opinión, en materia antiterrorista lo hay que hacer es "hablar poco, tener una política clara, pactarla con la oposición, no modificarla salvo que los terroristas dejen de matar, no pagar nunca un precio político y honrar a las víctimas".
Por ello, advirtió de que es un "error mayúsculo" no "informar ni involucrar" a la oposición en la lucha contra ETA, porque eso implica la ruptura del Acuerdo por las Libertades y contra el Terrorismo en virtud del cual el PP siempre mantuvo informado al PSOE cuando estaba en el Gobierno. "Hemos pasado del 'vamos a derrotarles' al 'por favor, concédanme una tregua' y ese no es el mejor procedimiento para luchar eficazmente contra el terrorismo", denunció.
Rajoy admitió que "nada" le "gustaría más" que "poder compartir la política antiterrorista" con el Ejecutivo, pero explicó que eso será imposible mientras el PSOE no quiera hablar con el PP y siga "rompiendo" acuerdos y creando "falsas expectativas". En este punto, dejó claro que mientras eso no cambie, el PP no estará "callado" porque tiene que cumplir con su "obligación".
LOS CIUDADANOS, "PAGANOS" DEL ESTATUT
La misma línea argumental utilizó Rajoy en sus comentarios sobre la reforma del Estatuto catalán, al avisar de que se va a convertir en la primera que se aprueba "por mayoría", es decir, sin el consenso de los dos grandes partidos, lo que supone, un "error". Según su análisis, en lugar de arreglar el texto aprobado en Cataluña, la Ponencia Congreso-Parlament lo está empeorando porque está dando luz verde a un Estatut con "cosas muy perjudiciales para los españoles y los catalanes".
Partiendo de esta premisa, para Rajoy y no es extraño que en Cataluña estén empezando a surgir voces que denuncian, por ejemplo, que el capítulo dedicado a Derechos y Deberes es "intervencionista" e "impone un modelo de sociedad". Tras declararse "orgulloso" de que personalidades, empresarios y representantes de la sociedad catalana, incluidos miembros de CiU, hayan hecho público un manifiesto en este sentido, Rajoy apeló a la "muy importante responsabilidad" que, a su juicio, tiene la federación que preside Artur Mas.
Así, recordó a los nacionalistas catalanes que tienen la "obligación de defender principios liberales", y aseguró que él dará "la más noble de las batallas, la de las ideas y la del sentido común" en este proceso porque "no se puede hurtar a los españoles" el debate sobre la financiación de las comunidades autónomas.
En su opinión, el modelo de financiación pactado entre el Gobierno y CiU y que el vicepresidente económico, Pedro Solbes, "no quiere que se lleve a la práctica", da prioridad a los territorios sobre las personas y sólo vela por la "financiación de las instituciones" y no de los ciudadanos, que se van a convertir en los "paganos" de las reformas alentadas por el Ejecutivo central.
Para el líder del PP los "ridículos acuerdos" del Gobierno con otras fuerzas políticas que "podrán dar mucho dinero a las instituciones, pero que se lo van a quitar a la gente", condicionan a Solbes y le impiden poner en marcha su anunciada reforma fiscal.
REFORMA DEL IRPF Y EL IMPUESTO DE SOCIEDADES
Ante la pasividad del Gobierno en esta materia, Rajoy anunció que en la Convención que el PP celebrará los próximos días 3,4 y 5 de marzo, se aprobará una resolución que luego registrarán en el Congreso en la que propondrán la rebaja del IRPF y impuesto de sociedades que, recordó, en algunos países de la UE es del "0 por ciento", mientras que en España continúa en el 35 por ciento.
"Yo creo más en la gente que en la Administración", confesó Rajoy, quien agregó que, al contrario de lo que hace el Gobierno, en esa cita los 'populares' se ocuparán de "los problemas que importan a la gente" y discutirán sobre lo que, a su juicio, debería ser el "gran debate nacional": la mejora de la competitividad de las empresas españolas, así como de otros asuntos como la inmigración, las nuevas formas de energía o la educación.
"No podemos quedarnos cruzados de brazos mientras hacen lo que están haciendo con España. ?De qué serviría el PP si adoptara la actitud cómoda de callarse y mirar para otro lado?", se preguntó Rajoy, defendiendo la "buena" labor de oposición que están haciendo los 'populares'.
