Exige medidas "sostenibles" que eviten que "dentro de seis meses hagan falta nuevas contramedidas"
MADRID, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, opinó hoy que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, "ha vuelto a improvisar" en sus medidas para atajar el déficit del Estado y no se ha decidido a acometer "las reformas estructurales que son absolutamente imprescindibles".
En una entrevista con la Cadena SER recogida por Europa Press, el primer edil madrileño reprochó que las medidas "enunciadas, que no anunciadas" por el presidente en el Congreso de los Diputados no permiten "saber cómo van a afectar" al resto de administraciones públicas.
"De un discurso parlamentario no se deducen medidas concretas, el presidente ha anunciado sólo líneas generales", criticó el regidor madrileño, lamentando la "improvisación, una vez más" de Zapatero. "Asistimos a una rectificación y corrección de muchas medidas que nos han llevado a esta situación. Pero a día de hoy vemos que no se han abordado las reformas estructurales (que son) absolutamente imprescindibles para que estas medidas sean sostenibles, que es lo más importante de todo", explicó Gallardón.
Es decir, que no se trata sólo de tomar medidas desde ya para reducir el déficit en el que han caído las cuentas nacionales, sino que esas iniciativas "sean sostenibles y consigan eficacia para que, dentro de seis meses, no hagan falta de nuevo contramedidas". "Es lo que solicitaremos, una sostenibilidad de estas medidas, y eso, desde luego, exige reformas estructurales", apostilló.
Con respecto a los primeros esbozos de los recortes a los que obligará el Ejecutivo central, como un recorte del 5 por ciento de media en los sueldos de los funcionarios, el alcalde madrileño reconoció tener "la impresión de que son más contramedidas que medidas, porque son una contradicción con el propio discurso de Zapatero".
SITUACIÓN MUNICIPAL
Preguntado por la situación financiera del Ayuntamiento de la capital, Gallardón reconoció que es "el más endeudado de España" pero matizó que "también es el más grande", el que goza de un mayor PIB y también el que está sostenido por una población mayor. "Hay que ver las dimensiones de las que hablamos, que son comparables a otros ayuntamientos", apostilló.
Ante eso, rechazó que la deuda municipal quite legitimidad a la Corporación capitalina para opinar sobre la situación financiera del Estado, ya que el Ayuntamiento madrileño es "una de las pocas administraciones que en el ejercicio pasado acabó en equilibrio presupuestario".
"El verdadero problema es el déficit, no la deuda. El hecho de que tengamos una deuda que, en todo caso, es tres veces inferior a la deuda por habitante que los madrileños tienen por la Administración General del Estado, no es problema cuando tienes unos ingresos para afrontar ese volumen de deuda y eres capaz de acabar en equilibrio", añadió.
Por ello, defendió que su Ejecutivo tiene "unas cuentas muy saneadas" y que la existencia de ingresos propios del Ayuntamiento para amortizar la deuda hace que ésta "no sea preocupante". "No hay que confundir deuda y déficit, lo preocupante es el déficit y cuando la deuda lleva a éste, como en el Estado", insistió.
Además, aprovechó la ocasión para, una vez más, denunciar que la situación de los ayuntamientos también es más difícil como consecuencia del "incumplimiento flagrante del presidente, que en su discurso de investidura se comprometió a tratar conjuntamente la financiación autonómica y local".
"Pero a día de hoy las comunidades autónomas tienen 10.000 millones de euros más al año y a los ayuntamientos nos han recortado el presupuesto en una cantidad enorme", añadió.
PRESIÓN FISCAL
Además, defendió que esas cuentas se han podido mantener pese a que Madrid es "una administración austera", que "no ha hecho uso de otros mecanismos como la generación de empresas públicas" y que funciona "de forma eficiente". "Somos una administración con nervio, con músculo y capaz de hacer muchas cosas, y eso con una presión fiscal bajísima", aseguró.
Y es que de cada cien euros de impuestos que pagan los ciudadanos de la capital "sólo siete" van al Consistorio, y los restantes 93 euros se los reparten la Comunidad de Madrid y el Estado. "Es decir, que tenemos una presión fiscal ocho veces menor que la de Zapatero y cinco veces menor que la de la Comunidad", insistió, añadiendo que, "con eso se hacen las inversiones, infraestructuras, el mantenimiento al 50 por ciento de la red de Metro, la reforma de la M-30".
En cuanto a la Tasa de Basuras explicó que "permite mantener esas cifras". "Creo, sinceramente, que es muy difícil hacer más con menos, y que es muy bueno que tengamos menos presión fiscal que la media española y aún así seamos capaces de ejercer el liderazgo para ponernos al frente de la recuperación económica cuando llegue", zanjó el primer edil.
