BARCELONA/MADRID, 4 Nov. (EUROPA PRESS) -
Tal y como advirtió el jueves, el presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, al líder de CiU, Artur Mas, los republicanos ya han iniciado "el baile negociador" con sus antiguos socios del tripartito, una opción que va cobrando fuerza a medida que avanzan las horas y pese a que se habla de ciertas presiones desde el PSOE para evitar una nueva coalición de Gobierno. Mientras, la federación nacionalista teme que socialistas y republicanos hayan allanado decididamente el camino para el tripartito y se lanzan advertencias incluso al Gobierno central: el presidente José Luis Rodríguez Zapatero puede "resentirse mucho" según el secretario general de CiU, Josep Antoni Duran i Lleida.
La reunión entre Artur Mas y José Montilla, que en un principio iba a tener lugar ayer, se retrasó finalmente y algunas fuentes socialistas aseguran que dicho contacto se llevará a cabo de forma "discreta". Además, la reunión del líder de la federación nacionalista con ERC se retrasaría también hasta el próximo lunes. Sin embargo, las reuniones que mantuvieron ayer Carod-Rovira con líderes del PSC e ICV dejan en un segundo plano las intenciones de CiU.
Carod evidencia lo que ya advirtió ayer cuando afirmó que "el tercero" no iba a esperar a que el ganador de las elecciones iniciara "el baile negociador" y que no piensa esperar a la reunión con Artur Mas. Ayer ya mantuvo los primeros contactos personalmente, en primer lugar con el president de la Generalitat, Pasqual Maragall, un encuentro que calificó de "normal" teniendo en cuenta que además de jefe del Ejecutivo en funciones es también el presidente del PSC.
Maragall es el primer y mayor defensor de la reedición del tripartito y un dirigente dentro del PSC que ha sabido mantener a los socialistas catalanes al margen de las decisiones del PSOE. Así, durante su encuentro con Carod-Rovira, aprovechó para instar a Carod a apostar a fondo por esta fórmula de gobierno y tranquilizar a los republicanos ante las eventuales presiones e interferencias desde Madrid, aseguran las fuentes socialistas.
PREPARANDO EL PLATO
Tras la ejecutiva del jueves, en la que Montilla recibió el apoyo del partido para intentar la reedición del tripartito, la dirección socialista trabaja en la "preparación del plato", tal y como explicaron las mismas fuentes. El PSC está decidido a conservar la presidencia de la Generalitat con un nuevo tripartito pero insisten que el pacto no será "a cualquier precio" y desde el PSOE se insiste en que deben existir nuevas condiciones. Entre ellas estaría que Carod-Rovira no ocupe un alto cargo en el Gobierno.
Además, los núcleos de dirección de todos los partidos implicados en posibles pactos aprovecharon la mañana de ayer para concretar sus estrategias negociadoras al tiempo que se iban manteniendo diferentes contactos con otras fuerzas políticas, preparando así los encuentros entre los líderes. De momento el líder de CiU no ha realizado ningún movimiento, al menos de forma oficial, pese a que entre sus filas se teme que PSC y ERC ya estén allanando decididamente el camino para el tripartito, aunque de momento nadie cierra ninguna puerta.
Duran i Lleida, por su parte, volvió a lanzar ayer una advertencia: Rodríguez Zapatero puede "resentirse mucho" en caso de reeditarse el tripartito. Al mismo tiempo, el secretario general de CiU reflexionó sobre la necesidad de respetar al ganador de las elecciones, poniendo en duda si no resulta "un menosprecio a la voluntad popular" un pacto para evitar que la formación con más votos se haga con la Generalitat.
