El resultado del Senado cobra protagonismo por su papel para autorizar otro 155 en Cataluña

Pleno de constitución del Senado, hemiciclo antiguo, XI legislatura
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Publicado: domingo, 10 marzo 2019 11:44

El sistema hace que solo dos partidos, mayoritariamente PP y PSOE, se repartan los cuatro escaños que elige cada provincia

MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -

La aplicación del artículo 155 de la Constitución en Cataluña por parte del Senado hace que el resultado electoral del próximo 28 abril en esta Cámara tenga un interés nuevo, ya que si el próximo Gobierno quiere tomar medidas de intervención de la autonomía, necesitará que se las apruebe la mayoría absoluta de los senadores.

El Senado es cámara de segunda lectura de las leyes que aprueba el Congreso, que puede deshacer los cambios que introduzca y tiene el protagonismo en el proceso legislativo y de control al Gobierno. La Cámara Alta sólo es decisiva para que el Gobierno pueda aplicar el 155, porque necesita su autorización, así como para aprobar lo que se denomina 'techo de gasto', los límites de gasto con los que el Gobierno tendrá que elaborar el Presupuesto del Estado.

Si la mayoría del Senado es distinta a la del Gobierno, como ha ocurrido el actual Ejecutivo socialista, puede ser utilizada para dilatar tramitaciones, crear comisiones de investigación o endurecer el control al Gobierno, entre otras medidas, pero no tiene otra trascendencia legislativa. El PP ha tenido mayoría absoluta en las tres últimas legislaturas y está por ver si la revalidará en las próximas generales, dada la división de voto en el centro-derecha.

EL 3+1, RESULTADO DEL SENADO

Los ciudadanos eligen el próximo 28 de abril a 208 de los 265 miembros del Senado de la nueva legislatura, ya que el resto son de designación autonómica (los designan los parlamentos regionales). En cada provincia, con excepción de las islas, de Ceuta y de Melilla, se elige a cuatro senadores mediante un sistema de listas abiertas, una libertad de elección que sin embargo no se utiliza.

Los electores suelen señalar en la papeleta a los candidatos de un mismo partido y el resultado es que la formación más votada se lleva tres escaños y la segunda, uno. Es decir, sólo dos partidos se distribuyen los senadores y hasta la fecha, en la mayoría de casos, han sido PP y PSOE.

"La tercera fuerza política de cada provincia y las siguientes no obtienen escaños", explica a Europa Press el secretario general del Senado, Manuel Cavero, letrado mayor de la Cámara Alta.

Cavero señala que los votantes se guían mayoritariamente por la "lógica de partido" y cuando escogen la papeleta de una formación para el Congreso, suelen apoyar a sus candidatos también para el Senado. Pero en la Cámara Alta "el sistema premia" al más votado, que se lleva directamente tres escaños, mientras que el segundo partido se queda con el cuarto senador en disputa.

De cara a las próximas elecciones, los dos partidos más fuertes en el Congreso serán los que se llevarán probablemente el grueso de los senadores; está por ver si ese 3+1 será un PP-PSOE, como en las últimas legislaturas, o al revés. La duda de los 'populares' es que la división del voto en la derecha haga mayoritarios a los candidatos socialistas y que el PP se quede con el cuarto escaño. Es decir, que el reparto 3+1 a su favor dé la vuelta a favor del PSOE.

MAYORÍAS DE DOS ÚNICOS PARTIDOS

Este sistema y el apoyo mayoritario hasta ahora a PP y PSOE ha complicado la entrada en la Cámara Alta de los nuevos partidos. En las generales de junio de 2016, Ciudadanos logró 3,1 millones de votos al Congreso y 32 diputados, pero no consiguió ni un sólo senador porque resultó ser tercera o cuarta fuerza, lo que en la Cámara Alta se traduce en quedarse sin escaño. El partido naranja tiene seis senadores, pero todos elegidos por parlamentos autonómicos (Andalucía, Madrid, Cataluña y Comunidad Valenciana), no en las urnas.

Unidos Podemos y sus confluencias, sin embargo, lograron auparse en esas elecciones de 2016 a la primera o segunda posición en Cataluña, País Vasco, Galicia, Comunidad Valenciana, Navarra y Baleares, lo que les concedió 14 escaños.

La mayoría a favor de 'populares' o socialistas, especialmente de los primeros, ha sido lo habitual legislatura tras legislatura con la salvedad de 1993, cuando se dio un empate con 96 escaños para el PSOE y 93 para PP, y de 2008 (101 a 88). El sistema le dio al PP en 2011 el mejor resultado obtenido por un partido político en democracia en el Senado: se hizo con 136 de los 208 senadores en liza.

El tercer partido y los siguientes sin embargo se sitúan muy lejos de esas cifras y no suelen pasar de la docena de senadores electos. Al margen de Unidos Podemos, sólo los partidos catalanes y el PNV se han acercado a los diez o los doce parlamentarios obtenidos únicamente en sus territorios.

UN SISTEMA POR PROVINCIAS

Según el sistema electoral, todas las provincias eligen al mismo número de senadores (como se ha señalado, salvo las islas, Ceuta y Melilla) al margen de su tamaño: Madrid y Barcelona envían a cuatro representantes a la Cámara Alta al igual que Soria o Teruel. A estos 208 senadores electos se les suman otros 57 de designación, donde la cifra ya sí varía por comunidades dependiendo del tamaño.

Manuel Cavero explica que cuando se diseñó este sistema no existían las comunidades autónomas y se optó por este reparto igualitario entre provincias para que "las menos pobladas y sociológicamente más tradicionales o conservadoras pudieran equipararse a las más urbanas o progresistas".

GRANDES EXTREMOS

El sistema de votación mediante listas abiertas permite saber cuántos ciudadanos han apoyado a cada candidato, cuántos han puesto una cruz delante de su nombre, y las diferencias entre unos y otros son enormes.

Mientras Pío García-Escudero, número uno del PP por Madrid, obtuvo en 2016 un total de 1.319.541 papeletas y fue el más votado del país, en el otro extremo, Pablo Rodríguez Cejas (CC-AHI) logró el escaño de El Hierro con 2.149 votos y Yaiza Castilla (ASG) obtuvo el de La Gomera con 4.340.

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