Ve intolerable la acusación del PNV cuando "se está enterrando a gente" en Euskadi y es de un partido que no ha sufrido ni "la mitad"
MADRID, 10 Mar. (EUROPA PRESS) -
El presidente del Senado y dirigente del PSE, Javier Rojo, afirmó hoy que no tolerará las acusaciones del presidente del PNV, Iñigo Urkullu, que dan a entender posibles contactos entre PSE y la antigua Batasuna, al considerarlas "una vergüenza" y "una indignidad". "Si Urkullu dice que estamos hablando con Batasuna es porque él seguramente ya ha ido a hablar", aseveró Rojo. "Cuando el PNV viva la mitad, de la mitad, de la mitad, de lo que hemos vivido el 50 por ciento de la sociedad vasca tendrá alguna legitimidad para decir algunas cosas que hoy dice", añadió.
"Dejemos estas cosas porque es lo suficientemente serio. Estamos enterrando a gente, a compañeros. Es intolerable", denunció Rojo en declaraciones a Telemadrid recogidas por Europa Press. "No voy a permitir que trate de manchar el nombre de mi partido", lanzó al líder del PNV, a cuya formación acusó de pensar que es "la dueña del cortijo" del gobierno del País Vasco, donde "nadie puede llegar a sus instituciones". De este modo, el presidente de la Cámara Alta aseguró que se pronunciará con la misma rotundidad donde haga falta porque estas imputaciones son "falsas".
Asimismo, criticó que Urkullu afirme que un pacto entre PSE y PP sería antinatura para gobernar el País Vasco y le dijo que él hace el mismo ofrecimiento a la formación de Antonio Basagoiti. Tras ello, pidió que nadie se pierda "en las trabas" que algunos intentan imponer porque lo "importante" es que se produzca un cambio político en Euskadi. "No vamos a caer en la bronca", remarcó, para añadir que durante estos años se ha hecho política "solamente" para el 50 por ciento de la población.
"TIENE QUE LLEGAR LA HORA EN QUE DESAPAREZCAN LOS ESCOLTAS"
Dicho esto, expresó su deseo de que "desaparezcan" los carteles de presos de la organización terrorista ETA y "toda esta gente" de las calles y los lugares públicos del País Vasco por un comportamiento "cívico" y de "dignidad", al tiempo que subrayó que deberá "llegar un momento en que desaparezcan" también los escoltas.
En materia antiterrorista, defendió que se ha mejorado en los últimos años la coordinación entre los distintos cuerpos policiales y celebró que la inmensa mayoría de la sociedad vasca esté en contra del terrorismo aunque tendrá que ponerse fin a los apoyos que todavía quedan en algunas zonas. "No voy a descalificar la gestión del consejero vasco de Interior, Javier Balza, en esta materia", agregó, para poner en evidencia el papel "muy importante" que ha cumplido la Ertzaintza contra ETA.
PAÍS VASCO: "EN LAS ANTÍPODAS DEL SISTEMA DEMOCRÁTICO"
A su juicio, el PP actuará con "prudencia" e "inteligencia" y entendiendo que lo fundamental es que llegue el cambio político al País Vasco de la mano de un lehendakari que no sea nacionalista. Según destacó, esta comunidad "no tiene nada que ver" con el resto de España porque "en los principios democráticos, estamos en las antípodas".
Apostó por que López gobierne trasladando a los ciudadanos que "no hay frentismo ni confrontación" en el País Vasco y añadió que un Ejecutivo monocolor socialista "no está reñido" con llegar a acuerdos con otras formaciones para "sacar adelante las cosas por mayoría".
Finalmente, recordó que el socialista 'Txiki' Benegas intentó en 1986 "hasta el amanecer" formar un gobierno vasco pero no lo consiguió. Por ello, dijo a Juan José Ibarretxe lo que en sus tiempos "dijo" el ex presidente del PNV, Xabier Arzalluz, al candidato socialista:
"Ha ganado las elecciones, configure gobierno". Concluyó diciendo que el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, actúa con "prudencia" y con "inteligencia" respecto a lo que pueda suceder al frente del Ejecutivo vasco una vez celebrados los comicios.
