MADRID, 29 Oct. (EUROPA PRESS) -
La portavoz nacional de UPyD, Rosa Díez, considera que España vive una "emergencia de salud democrática" por lo casos de corrupción y que es un "país bajo sospecha", por lo que ha emplazado al presidente Mariano Rajoy a "dar la cara" y tomar medidas porque "la corrupción puede ser el ébola de la democracia".
Nada más subir a la tribuna del Pleno del Congreso para participar en el debate sobre la última Cumbre Europea, Rosa Díez ha querido sacar el tema de la corrupción porque, en su opinión, "no tiene sentido" hablar hoy del Consejo de la UE cuando los ciudadanos están "avergonzados" y "apesadumbrados" por esta "emergencia de salud democrática que debilita al país".
Rosa Díez asume que el problema no es la democracia y que todos los partidos tienen responsabilidades, opero considera que, más que echarse la culpa mutuamente, lo que se necesita es hacer un diagnóstico "correcto" de la situación y tomar medidas para evitar que estos casos vuelvan a repetirse.
En su opinión, la corrupción puede ser "el ébola de la democracia" y anima a sacar lecciones políticas de la respuesta sanitaria al virus. "Hemos vivido una crisis, una emergencia de salud pública y hoy vivimos una crisis de emergencia democrática", ha indicado.
PODEMOS CURARNOS
Ahora bien, al igual que se ha superado la crisis sanitaria, Rosa Díez está convencida de que se puede vencer la corrupción, para lo cual Rosa Díez cree que hay que empezar por hacer "un diagnóstico correcto", entre ellos señaló "la no prevención o la negación del problema". "Podemos curarnos", ha enfatizado.
Según la líder de UPyD, hay que hacer autocrítica y aprender de las buenas prácticas, y ha emplazado directamente al presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, no por confianza personal, para que esté "por encima de sus siglas y dé la cara". "Si no, les estaremos dejando a nuestros hijos la epidemia, en vez de la vacuna", ha avisado.
Rosa Díez, que recibió una llamada de atención del presidente del Congreso, Jesús Posada, por salirse del debate europeo, ha indicado que España es "un país bajo sospecha" pero que está en manos de los partidos cambiarlo. "Nos pagan un sueldo por eso", ha concluido.
