Actualizado 08/12/2014 02:18

RSC.-KPMG y Fundación Seres lanzan una guía para ayudar a los consejeros a ver la RSC como un factor de éxito de su compañía


MADRID, 5 Nov. (EUROPA PRESS) -

La Fundación Sociedad y Empresa Responsable (Seres) y KPMG han lanzado un Manual de Responsabilidad Social Empresarial, 'RSE. Manual para Consejeros', en el que ayudan a los consejeros a ver las políticas de responsabilidad corporativa como "factor de éxito en el largo plazo" y como "valor" para los inversores.

La guía, dirigida a los órganos de gobierno de las compañías, señala que las empresas responsables visualizan mejor los cambios tecnológicos y de mercado; disponen de sistemas de cumplimiento más robustos; se encuentran mejor preparadas ante cambios regulatorios; y disponen de mejor información para tomar decisiones al integrar aspectos extra-financieros.

"Lejos del cortoplazismo que se les suele atribuir, los inversores más avanzados prestan cada vez más atención a las prácticas extra-financieras de las compañías y a la calidad de las relaciones que mantienen con sus grupos de interés", señala el resumen, para precisar que esto no lo hacen solo por motivos "altruistas" sino para asegurarse de que las empresas a las que financian están siendo "diligentes en la administración".

De esta forma, propone la RSE como sinónimo de "generación de confianza, diferenciación, longevidad y valor para inversores". "La Responsabilidad Social de una organización es, además del cumplimiento estricto de las obligaciones legales vigentes, la integración en su estrategia, política y procedimientos, de las preocupaciones sociales, laborales, ambientales y de respeto a los derechos humanos", recuerda.

Entre las recomendaciones, el manual aconseja que las estrategias de responsabilidad corporativa sean diseñadas como el resto de funciones de negocio, es decir, "buscando un objetivo y basándose en el conocimiento, la eficiencia y la convicción". Concretamente, propone a los consejos de administración definir compromisos "medibles" que distingan a la empresa por su contribución a una sociedad "más próspera, inteligente, sostenible e integradora".

También señala que este consejo debe conocer las tendencias sociales, ambientales y de gobierno que pueden afectar a la compañía a corto, medio o largo plazo.

Tras la definición del objetivo, según precisa el manual, la empresa debe identificar los asuntos importantes para terceros y para el negocio, definir sus compromisos y acompañarlos de un "debido control" para poder lograr el objetivo que se pretende.

Según precisa el resumen, un tipo de compromiso extendido en las compañías son "los principios de tolerancia cero sobre prácticas que consideran inadmisibles, independientemente de la severidad legal en la materia" como 'tolerancia cero al trabajo infantil', tolerancia cero al acoso laboral', 'cero emisones' o 'vertido cero'.

Por otro lado, advierte de los "errores comunes" que se pueden cometer en la puesta en marcha de planes de RSC como la falta de un propósito, la selección errónea de las competencias de la persona que dirige la función, la falta de convicción real, la autosuficiencia o la ausencia de objetivos integrados en el negocio.

Para llevar a cabo la estrategia, el informe sugiere dotar a las organizaciones de órganos de gestión supervisados por el consejo de administración como un comité de trabajo que se encargue de supervisar los planes establecidos y actúe como impulsor de la incorporación de la responsabilidad corporativa en los distintos ámbitos.

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