Actualizado 25/06/2014 17:24

RSC.-El trineo de viento culmina la circunnavegación de Groenlandia habiendo recorrido 4.300 kilómetros en 49 días

Termina la circunnavegación de Groenlancia en trineo de viento
TRINEO DE VIENTO

MADRID, 25 Jun. (EUROPA PRESS) -

La Primera Circunnavegación de Groenlandia por el hielo a bordo de un vehículo eólico acaba de culminar su trayectoria y ha alcanzado con éxito el punto del que partieron, cerca de Kangerlussuaq, al suroeste de la isla, después de recorrer 4.300 kilómetros en 49 días.

Los cinco expedicionarios, liderados por el explorador polar español Ramón Larramendi, han batido el récord de distancia recorrida con el Trineo de Viento, al lograr realizar 427 kilómetros en una sola etapa. En el viaje, el equipo de Larramendi ha puesto a prueba un nuevo prototipo de este 'eco-laboratorio móvil' que ha demostrado que es posible viajar e investigar en los territorios polares con 'cero emisiones'.

A bordo de este vehículo han viajado con el expedicionario los ingenieros españoles Manuel Olivera y Eusebio Beamonte, la danesa Karin Moe Bojsen y el groenlandés Hugo Svenson. Todos ellos han logrado llegar a la meta sin ningún problema físico, salvo el cansancio propio de una expedición tan exigente como ha sido esta.

La penúltima etapa de la expedición, que cuenta con el apoyo de la Sociedad Geográfica Española y Acciona, estuvo precedida de dos jornadas en las que el viento no les fue favorable. Desde el viernes, estaban en el punto más al sur del recorrido, en el 63ª 55' Norte, y durante el fin de semana no se pudo girar hacia el oeste, para coger el domo de vuelta hacia el norte, camino de las cercanías de Kangerlussuaq, donde habían sido depositados por una avioneta el pasado 3 de mayo.

"Esos tres días fueron los más desesperantes porque ya estás cerca del final, la comida comienza a escasear y, pese a ello, no puedes moverte porque las condiciones meteorológicas no son favorables. La paciencia es la mayor de las cualidades para los exploradores, pero después de casi dos meses sobre el hielo, es inevitable querer llegar al destino y esos parones estando a las puertas, son más desesperantes", ha reconocido Larramendi.

Sin embargo, en la tarde del domingo la situación cambió y un viento fuerte, estable y en la buena dirección fue inflando su cometa más grande, de 80 metros cuadrados, hasta que alcanzaron los 30 kilómetros por hora.

Pese a que luego la cambiaron por otra más pequeña, de 60 metros cuadrados, el Trineo de Viento siguió a buen ritmo, con velocidades de entre 35 y 45 kilómetros por hora, pese a que la visibilidad era escasa.

"Teníamos un viento muy potente y el terreno era plano, un llano infinito, así que se movía menos el trineo a esa velocidad que otros días yendo a 12 kilómetros por hora. Ha sido realmente espectacular. Al final, incluso nos hemos pasado seis kilómetros del punto de partida, y podíamos haber seguido, pero la nieve estaba muy pesada, con agua por debajo debido al deshielo, y se ha roto una cuerda, así que hemos decidido parar", explica el líder de la expedición. "Estamos muy contentos porque hemos demostrado las posibilidades del Trineo de Viento para viajar por los territorios polares", ha asegurado.

Del mismo modo, ha señalado que están todos "muy contentos" y ha apuntado que esta ha sido una aventura "dura", porque pensaban "tener mejor terreno y mejor viento" y, según ha explicado, han "sufrido muchos días de poco avance". "Pero al final hemos conseguido el objetivo y hemos demostrado que el Trineo de Viento, aunque necesita algunas adaptaciones aún, es una gran alternativa para hacer ciencia en los polos", ha señalado Larramendi.