Pedro Sánchez con la primera ministra británica Theresa May
PRESIDENCIA DEL GOBIERNO
Actualizado: jueves, 28 junio 2018 18:00

BRUSELAS, 28 Jun. (EUROPA PRESS) -

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mantiene "inquebrantable" su voluntad de alcanzar una distensión en la relación con el Govern catalán, y no dejará que nada perturbe este objetivo, ni siquiera el incidente dialéctico entre el president, Quim Torra, y el embajador de España en Washington, Pedro Morenés, han informando fuentes gubernamentales.

Sánchez conoció a través de sus asesores el incidente de Washington al aterrizar en Bruselas, por eso admitió en declaraciones a los medios de comunicación en la mañana de este jueves que no había escuchado la intervención de Morenés contestando a Torra en la inauguración de un festival folclórico, donde el president denunció la existencia de presos políticos en España, reivindicó el derecho de autodeterminación y alertó de la regresión democrática que, a su juicio, se vive en España.

Sin embargo, el jefe del Ejecutivo coincidió con Morenés a la hora de subrayar que en España no hay presos políticos. Fuentes del entorno del presidente consideran que las palabras del embajador que provocaron que Torra abandonara el acto no hacían otra cosa que responder a los ataques que previamente había lanzado el president.

Torra, según las mismas fuentes, era plenamente consciente del mensaje que estaba proyectando en un foro internacional, como también sabía que entre el público asistente se encontraba el embajador Morenés, que era muy probable que reaccionara ante la estrategia del president.

Pese a esta provocación de Torra, que puede no ser la última --según asumen las fuentes-- el Gobierno quiere centrarse en la reunión programada entre Sánchez y el president el 9 de julio en el Palacio de Moncloa, porque demuestra que hay interés por ambas partes de llevarla a cabo, destacan en el Ejecutivo de Sánchez.

LA ENTREVISTA CON URKULLU, UN EJEMPLO A SEGUIR

El Gobierno desearía que el encuentro con Torra siguiera la estela marcada por la entrevista reciente entre Sánchez y el lehendakari vasco, Iñigo Urkullu, que llegó a Madrid con la determinación de hablar de cuestiones muy concretas que afectan al día a día de los ciudadanos vascos.

Torra ya ha avanzado que en la cita con Sánchez le urgirá a pactar un referéndum de autodeterminación, propuesta que el presidente del Gobierno ha rechazado desde Bruselas de manera categórica.

"Creo que el Gobierno de España ha sido bastante claro en esta cuestión durante muchos años y no ha cambiado", ha asegurado a los medios de comunicación antes de participar en una reunión con los líderes de la familia socialista europea previa a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la UE.

Sánchez ha emplazado a Torra a acudir a La Moncloa no sólo con la intención de hablar de la crisis política, sino también de las cuestiones que afectan "al día a día de los catalanes", como "la sanidad, el empleo, la educación", junto con la necesidad de "restablecer las relaciones entre instituciones".

A diferencia de lo que hizo, a su juicio, el PP, Sánchez se ha comprometido a no utilizar "el agravio territorial" ni la confrontación con el Gobierno de Cataluña para conseguir réditos electorales en el resto de España.

"Pero también este Gobierno va a ser claro a la hora de definir lo que representa el Estado social y democrático de derecho en este país. España es un país democrático, con una democracia asentada, homologable al conjunto de democracias europeas y en esos parámetros nos vamos a poder mover", ha zanjado.

En defensa del embajador Morenés, ha salido también el ministro de Asuntos Exteriores, Josep Borrell, que ha explicado que el representante diplomático --exministro de Defensa en el Gobierno de Mariano Rajoy-- "no podía permanecer impasible ante los ataques dirigidos contra España y su sistema judicial".

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