Sánchez ante Zapatero: "En la reforma fiscal teníamos que haber sido más ambiciosos. Y no miro a nadie"

Actualizado: lunes, 8 diciembre 2014 8:57

MADRID, 3 Nov. (EUROPA PRESS) -

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes que si llega a La Moncloa emprenderá una reforma fiscal "en profundidad" y ha reconocido, en presencia del expresidente José Luis Rodríguez Zapatero, que en la anterior etapa socialista se debió ir más lejos en este asunto: "Teníamos que haber sido más ambiciosos. Y no miro a nadie", ha dicho, provocando risas entre el auditorio.

Así se ha pronunciado el líder de los socialistas durante un encuentro organizado por el periódico 'La Razón', al que ha asistido una amplia representación de su Ejecutiva, los secretarios generales en Madrid, Tomás Gómez, y Extremadura, Guillermo Fernández-Vara, el exministro Miguel Sebastián y el último presidente de un Gobierno socialista, que se ha incorporado al acto cuando ya había comenzado.

En su intervención, Sánchez ha defendido que el PSOE es el "cambio seguro" que necesita España, aunque en el pasado haya tenido "errores concretos" y, poco antes de que finalizara el acto, ha hablado en particular de la reforma fiscal, uno de las principales reformas que a su juicio necesita el país.

"ME TIRÉ MUCHO DE LOS PELOS"

El secretario general del PSOE ha reconocido que su partido "lleva teorizando, desgraciadamente no practicando, pero sí teorizando mucho" sobre la reforma del sistema fiscal. "Yo me tiré mucho de los pelos, porque trabajé con algunos de los que están aquí en la época de la oposición para hacer una reforma fiscal en profundidad", ha reconocido Sánchez, que ha señalado que en la primera legislatura de Zapatero, su partido hizo "una minirreforma".

"Teníamos que haber sido más ambiciosos. Y no miro a nadie", ha añadido, entre alguna risa y provocando murmullos entre el público, que ha interpretado que se refería al expresidente, sentado en las primeras filas.

Tras unos segundos de pausa, Sánchez ha explicado que lo que plantea no es ir "contra las empresas", sino una reforma fiscal que garantice suficiencia financiera, que sea estable y permita financiar el Estado del bienestar, que haga tributar a los grandes patrimonios y que luche contra el fraude.

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