El Senado rechaza de nuevo el veto del PP contra el Estatut de Cataluña

Actualizado: miércoles, 3 mayo 2006 20:55


MADRID, 3 May. (EUROPA PRESS) -

La Comisión General de Comunidades Autónomas del Senado rechazó esta tarde el veto del PP contra el Estatuto catalán con el voto en contra de todos los grupos tanto de la delegación del Parlamento autonómico como de la del Senado, a excepción de los propios 'populares'.

El veto ya fue rechazado en ponencia, al igual que las enmiendas, cuyo debate arranca ahora en la comisión. El portavoz del PP y senador, Josep Piqué, defendió la necesidad de devolver el texto a Cataluña porque sigue siendo una reforma encubierta de la Constitución, guarda aspectos inconstitucionales, "alma confederal" y rasgos soberanistas. "Es una victoria de los nacionalismos y de los oportunismos tácticos de un gobierno débil que, para salvaguardar su estabilidad parlamentaria, ha aceptado determinadas cosas", argumentó Piqué.

También destacó que este texto es "un nuevo estatut de nueva raíz", no una reforma del texto de 1979, y criticó el concepto de "federalismo asimétrico" porque "por definición" es imposible, "a no ser que a través de ese concepto se quiera defender que unos ciudadanos son más que otros y tienen más derecho a tener otros derechos. Y eso es muy serio y muy grave", expuso, entre las protestas de parte de los asistentes.

El resto de los grupos expresó su rechazo a esta enmienda a la totalidad y criticó el "inmovilismo" del PP en su posición. El portavoz socialista José Ignacio Pérez Sáenz, en su turno en contra del veto, respondió por su parte que "la Constitución sigue siendo la referencia de todos los españoles, la Constitución no sufre con este proyecto de ley, ni España tampoco".

CRÍTICAS CATALANAS

Josep Lluís Carod Rovira justificó el voto en contra del veto de ERC porque es "más abismal ideológicamente la discrepancia con el PP, que con lo que acaba diciendo el Estatut". Y dirigiéndose a Josep Piqué, pidió a los 'populares' que "no se inventen conflictos que no existen" y "no contribuyan a crear una imagen de Catalunya que no se corresponde con la realidad".

En la misma línea se manifestó Artur Mas en el turno de CiU, quien consideró "patético" que el PP sostenga que Catalunya "quiere imponer su voluntad al resto de 45 millones de españoles, olvidando que los catalanes también son españoles". Mas se manifestó "ofendido" por algunos de los argumentos de los consejeros autonómicos del PP y sostuvo que "no es cierto que aquí haya privilegios, ni una condición de inferioridad ni una insolidaridad permanente, y lo saben".

La vicepresidenta del PSC, Manuela de Madre, cargó duramente contra el PP advirtiendo que la "farsa" se acaba y las "falsedades" y "manipulaciones" sobre el Estatut quedarán en evidencia. Para De Madre, el PP "confunde sus legítimas opiniones con afirmaciones dogmáticas y excluyentes y su discurso político tiene un trasfondo autoritario".

Desde ICV, Joan Saura defendió el Estatut como "impecablemente democrático", "políticamente maduro y no improvisado" y auguró que tras el referéndum "los profetas de las catástrofes, de que España se romperá, de que el Estatut es hijo de ETA, quedarán en evidencia, porque España funcionará mejor". "No se nos puede llamar insolidarios, esperpénticos y maquiavélicos", dijo Saura.

EL NO DEL SENADO

Joan Lerma (PSOE) destacó que se sigue el trámite constitucional señalado, "algo que dice mucho en favor de los catalanes", y que el texto ni rompe la nación española, "no cambia el carácter del Estado", ni plantea "discusión de cosoberanía, porque está claro a quién corresponde: más de 144 artículos modificados en las Cortes, que justificaban otra posición del PP en el Senado", argumentó.

El socialista aseguró que Josep Piqué "estaría contento si pudiera gobernar con el Estatuto que vamos a aprobar", porque se ha hecho un gran esfuerzo para adaptarlo no sólo al interés de Cataluña sino al interés general, y lo saben". El resto de CCAA, recalcó Lerma, no se verán afectadas por este texto ni en su financiación, "avalada por la Constitución", rechazando las críticas de los consejeros del PP hoy en el Senado.

En nombre de la Entesa Catalana de Progrés, su portavoz, Carles Bonet (ERC), felicitó al PP irónicamente por esta "larga campaña" contra el Estatut. "Ha movilizado al complejo político financiero afincado en Madrid temeroso de perder sus privilegios. Estos poderes fácticos centralistas han movilizado a los españoles de buena fe diciendo que vamos a saquear España y vamos a expulsar de Cataluña al que no hable catalán", dijo, para expresar su "asco". "Han utilizado, señores del PP, los mismos métodos de las derechas de 1932", dijo.

Respecto al veto, aseguró que "no se aguanta por ningún lado" y recoge un "cúmulo de infundios", además de "esconder una visión política y territorial de una derecha española rabiosa por la derrota del 14-M". Acusó al PP de no haber votado la Constitución pero sentirse ahora "emocionados con el espíritu constitucional". "¿Cómo es que nos hicieron entrar en una guerra sin aplicar los mecanismos constitucionales?", inquirió.

La senadora vasca, Inmaculada Loroño, expuso en nombre del PNV que la autonomía significa tener capacidad de decisión y concluyó por ello que "las Comunidades también tienen soberanía, no son simplemente órganos de administración". También aseguró que se ha dado una imagen "negativa" de Cataluña a lo largo de este debate, "algo que hemos vivido en Euskadi", y pidió una "reflexión" por que éste pueda ser uno de los resultados del proceso.

El portavoz de CiU, Pere Macias, apuntó que ir contra el veto es también una forma de "expresar el 'sí' de CiU" a un Estatuto fruto de sus ambiciones y de saber negociarlas "consiguiendo todo aquello que el marco del Estado español permitía". Afirmó que aunque se dice que este Estatuto "coarta" la libertad, cuando él lo lee no ve "nada que así sea", sino más bien al contrario, "se protege la libertad de los ciudadanos de Cataluña" y recordó que CiU "desde siempre" ha sido una fuerza política que ha "defendido" la Constitución, así como realizar una lectura "abierta" de ésta.

El portavoz de Coalición Canaria (CC), José Mendoza, por su parte, se mostró favorable al texto que salió del Congreso y contrario al veto. "La propuesta salida de Cataluña representa una amplia mayoría política y social, tal y como ocurrió en el caso valenciano, donde las fuerzas excluidas del acuerdo fueron otras, pero también contó con mayoría", argumentó. En este sentido, reconoció el papel de ERC, que ha "defendido la independencia" dentro de las reglas del juego, al tiempo que puntualizó que "no ha sido bueno para España" que el PP no se haya sumado al esfuerzo de lograr un acuerdo.

Por su parte, el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, calificó la propuesta como "enormemente positiva en lo que se refiere a reconocer al Estado español como plurinacional", y apostó por una política "de no injerencia" y por que sea la sociedad catalana la que "evalúe si los términos del pacto alcanzado satisfacen sus aspiraciones". Eduardo Cuenca, portavoz de IU, habló del Estatut como "revulsivo federalista" para todo el Estado, mientras que el portavoz del Partido Aragonés, José María Mur, manifestó sus dudas por el "encaje" del Estatut en la Constitución y porque pudiera consagrar la "España de dos velocidades".

A todos ellos respondió Josep Piqué, por lo que se excedió de nuevo en su turno, entre protestas; el 'popular' reclamó una aclaración sobre si Cataluña es o no una nación, porque "las razones del sí" al Estatut del nacionalismo "son precisamente nuestras razones del no: se reconoce el carácter nacional de Cataluña". El PSOE, a su juicio, no inicia la reforma de la Constitución y sí la de los Estatutos "porque no tiene mayoría suficiente, nos necesitan a nosotros; si no, lo harían con una tranquilidad pasmosa y pasarían de todo".