Apuesta por que se consuma sin sanciones pero también por continuar la pedagogía
BARCELONA, 14 May. (EUROPA PRESS) -
El portavoz y tercer teniente de alcalde de Promoción Económica de Barcelona, Jordi William Carnes (PSC), afirmó hoy que en determinados ambientes internacionales "están interesados en cuestionar la imagen de Barcelona como ciudad", en referencia al sector turístico e inversores italianos, alemanes y británicos.
El desprestigio de la ciudad, que aparece en medios de comunicación como los italianos 'La Stampa' y 'Corriere della Sera' y el británico 'Financial Times', se entiende "en un contexto de ciudades internacionales que compiten", según Carnes, y en el que Barcelona "es un referente".
"Cuando uno pierde, el otro gana", sostuvo, y anunció que, para combatir los efectos negativos para la imagen de la capital catalana, el Ayuntamiento está analizando su impacto para realizar una campaña con el fin de mejorarla.
En la rueda de prensa posterior a la comisión de Gobierno, apostó por "no hacer un espectáculo" de episodios como la llegada del barco cargado con agua procedente de Tarragona, ya que recordó que "el consumo de los diversos usos no se ha visto afectado" en todo el proceso para paliar los efectos de la sequía en el área metropolitana.
"Si vas diciendo que esto es un problema, acaba afectando --a la imagen--, aunque ningún municipio ni empresa haya visto afectado su consumo de agua", según destacó.
En referencia a la suavización de las medidas sancionadoras sobre el malbaratamiento del agua potable, afirmó que el Ayuntamiento es partidario de la normalidad del consumo sin sanciones después de las últimas lluvias pero también de mantener la pedagogía para se haga un uso responsable del recurso hídrico.
Celebró que el Ayuntamiento, la Generalitat y los ciudadanos han actuado "con mucha responsabilidad" ante la falta de agua, y reconoció que con la situación actual se abren las condiciones para que se pueda utilizar agua, entre otros, en las duchas de la playa.
No obstante, dijo no entender porque se ha hecho de las soluciones para paliar la sequía "una guerra de territorios", aunque reconoció que esta cuestión es "peligrosa" porque "puede concitar más pulsión anímica".
