MADRID, 16 Ago. (EUROPA PRESS) -
La portavoz del PSOE en el Senado, Carmela Silva, es partidaria de que las nóminas de los diputados y los senadores queden congeladas el año que viene para contener el gasto público y "dar ejemplo" en la situación de crisis económica que vive el país. También apuesta por estudiar una reforma del régimen de incompatibilidades que deben cumplir los miembros de las Cortes Generales para evitar "malas interpretaciones".
En una entrevista concedida a Europa Press, la dirigente socialista defendió que se prolongue la congelación salarial de este año al ejercicio que viene. "Estamos en una situación complicada y me parece adecuado. En época de crisis debemos ser los primeros en dar ejemplo, todos somos responsables de intentar salir de esta crisis y una de las formas es contener el gasto", expuso.
La senadora por Galicia también apostó por "profundizar" en la regulación sobre las incompatibilidades que deben respetar los diputados y senadores y adelantó la posibilidad de que se presente en el próximo curso político "una propuesta para clarificar todo esto" y cerrar una regulación que no deje "lugar a ninguna mala interpretación".
Carmela Silva explicó que la reforma debe servir para dar "absoluta transparencia" a la información que los miembros de las Cortes deben facilitar sobre su patrimonio. Su apuesta es que los ciudadanos puedan acceder "con facilidad" a los datos sobre los bienes y los ingresos de los políticos, a los que defiende.
"Mayoritariamente somos ciudadanos honestos y con una ética profunda. Como no hay nada que ocultar, y esto es una posición muy personal, creo que este asunto hay que regularlo y darle absoluta transparencia, que los ciudadanos lo sepan todo de cuando entramos y cuando nos vamos", subrayó.
El Congreso dio en el pasado periodo de sesiones los primeros pasos en esta dirección. Los grupos acordaron hacer públicos los dictámenes que recogen las actividades extraparlamentarias de los diputados, para lo que deberá reformarse la normativa que regula el registro de intereses. A partir de entonces, se empezaría a trabajar en la reforma del régimen de incompatibilidades, por la que apuestan tanto el presidente de la Cámara Alta, Javier Rojo, como el de la Baja, José Bono.
