Pajín recuerda a quienes intentan enfrentar a Gobierno, sindicatos y empresarios que "la deslealtad no saca a nadie del paro"
MADRID, 9 Dic. (EUROPA PRESS) -
Socialistas y sindicalistas de la Unión General de Trabajadores destacaron hoy la vigencia de las reivindicaciones del fundador del PSOE y de UGT, Pablo Iglesias, durante el acto de homenaje por el 84 aniversario de su muerte, celebrado hoy en el cementerio de La Almudena, en Madrid, y al que acudió un centenar de personas.
El sencillo acto consistió en la entrega de flores, tanto por parte de los dirigentes políticos y sindicales como de ciudadanos de a pié. Tras las palabras de los representantes del PSOE y UGT, todos los presentes entonaron La Internacional, antes de abandonar el camposanto.
Así, la secretaria de organización del PSOE, Leire Pajín, Pajín, recordó que Iglesias fue "una persona honesta y valiente que encabezó la lucha de los trabajadores" al reclamar unos derechos que, "aunque son centenarios, todavía hay que seguir siendo exigentes y no bajar la guardia", como por ejemplo las 8 horas laborales, la igualdad entre hombres y mujeres o el derecho a las mismas oportunidades.
"Iglesias no encontró obstáculos para defender un país con el que siempre soñó, en el que los españoles viviéramos en igualdad de oportunidades, sin clases. Y la mejor forma de honrarle en tiempos de crisis es estar con quien más lo necesita. Tenemos la obligación de salir de la crisis mas reforzados, queremos volver a crecer pero no volver a modelos de contrato temporal, sino a un modelo que incluya a todos y que proteja especialmente a los trabajadores", afirmó la secretaria de Organización.
Además, recordó que "quienes piden huelgas generales no piensa en los trabajadores, sino en desgastar al Gobierno, y quienes intentan poner palos en la rueda en las relaciones entre el Gobierno y la patronal no piensa en los empresarios, especialmente en las pymes que cada día lo pasan mal, sino sólo en desgastar al Ejecutivo". "Y a los trabajadores y las pymes así no se les ayuda, porque la confrontación partidista, la deslealtad y la falta de compromiso con el país no saca a nadie del paro ni crea riqueza", zanjó.
Pajín utilizó una cita del propio Pablo Iglesias para concluir su intervención, al recordar que "no existen retos imposibles, sino socialistas incansables para alcanzarlos".
En cuanto al secretario general de UGT, Cándido Méndez, defendió una salida de la crisis económica "justa y solidaria" donde "los sacrificios se repartan de manera equitativa", y avisón de que quienes quieren recortar derechos, abaratar el despido o precarizar la contratación "están equivocados o pretende equivocar a la opinión pública", dado que estas medidas lo único que harían es "incrementar el paro, la injusticia y la desigualdad en una situación económica tan dura".
Por otra parte, el sindicalista planteó la necesidad de aprobar un plan de empleo para los jóvenes que "reoriente y concentre" los incentivos públicos a la contratación, tanto del Gobierno central como de las comunidades autónomas, en este colectivo, dado que es el que está padeciendo en mayor porcentaje los efectos de la crisis.
GOBIERNO SERIO Y PREOCUPADO
Junto a Pajín y Méndez se encontraban, entre otros, el secretario general del PSM, Tomás Gómez, y el de UGT-Madrid, José Ricardo Martínez, así como los portavoces socialistas en la Asamblea, Maru Menéndez, y en el Ayuntamiento de Madrid, David Lucas, que acudió acompañado de una nutrida representación del Grupo Municipal.
Durante su discurso, Gómez recordó que para salir de la crisis en la región hace falta "un gobierno serio, preocupado por resolver los problemas de los madrileños, y que no responda a una lucha intestina de un partido sin futuro y en descomposición".
Además, criticó los recortes planteados por Esperanza Aguirre en los presupuestos regionales para 2010, en los que sanidad, educación, universidad o políticas sociales pierden dinero, y consideró que "para sacar adelante la economía es imprescindible el diálogo y la concertación con los sindicatos y los empresarios, y la educación como derecho básico para que todos sean iguales y tengan las mismas oportunidades".
"No siempre se puede pedir que el sacrificio sea de los trabajadores. En Europa se dialoga, se está alcanzando el 'nuevo orden económico' donde los trabajadores tienen un papel de reparto del esfuerzo, pero también de los beneficios de las empresas", apostilló, considerando que todo ello es fundamental para que "Madrid lidere la salida de España de la crisis" y sea "más competitiva y productiva".
A continuación, subrayó que el acto de esta mañana era "identitario" para "reforzar las convicciones y el proyecto" de unas personas que llevan "130 años luchando para hacer una sociedad y un muro mejor", y finalizó asegurando que "queda un año para el cambio en Madrid, para recuperar la senda de progreso que no debió haber perdido".
EL RESPETO SE GANA
Por su parte, José Ricardo Martínez confesó haber sufrido un "sarpullido intelectual" al oír a "algunos empresarios y miembros de la patronal exigir respeto". "El respeto no se pide ni se exige, se gana, se consigue, y algunos empresarios de este país no son acreedores de respeto por parte de los trabajadores por su comportamiento, su actitud y su constante e incesante agresión a los trabajadores", replicó.
Además, consideró que ninguna empresa puede tener el despido como objetivo, sino que deben pensar en "el empleo, un futuro compartido y una inequívoca responsabilidad social", por lo que defendió que los trabajadores "no son agresores ni han faltado el respeto a nadie".
"Quien agrede son los que incumplen convenios, no cumplen los planes de riesgos laborales, impiden un proyecto de vida digna a los jóvenes o discriminan a las mujeres. Y mirando a esas personas a la cara convocamos la movilización del 12 de diciembre, no sólo por la desfachatez de una parte de la patronal, sino también para reclamar a los gobiernos que legislen pensando en las necesidades y problemas de la gente", continuó.
Para Martínez, esa movilización será "un hito histórico" por los trabajadores, y recordó que, 84 años después, muchas de las grandes reivindicaciones de Pablo Iglesias aún son trasladables a la actualidad, criticando que los responsables políticos continúen debatiendo aún derechos que deberían estar de sobra reconocidos y aceptados.
Asimismo, consideró que el Ejecutivo central ha sido hasta ahora "inequívocamente solidario en política social", pero que también tiene que "hablar de fiscalidad, progresividad y equidad", y reprochó a la Comunidad de Madrid su recorte en los presupuestos de sanidad o educación, su "incumplimiento" de la Ley de Dependencia o su desatención hacia las familias trabajadoras.
