El Supremo ratifica penas que suman 16 años para cinco neonazis detenidos en Valladolid con cócteles molotov

Actualizado: sábado, 3 marzo 2007 18:27

VALLADOLID, 3 Mar. (EUROPA PRESS) -

El Tribunal Supremo ratificó un conjunto de penas que suman 16 años de cárcel contra cinco jóvenes de ideología neonazi que en octubre de 2003, cuando contaban con edades de entre 18 y 25 años, fueron detenidos por la Policía Nacional en posesión de media docena de 'cócteles Molotov' o artefactos incendiarios cuando pretendían dirigir una acción de escarmiento contra grupos de extrema izquierda radical.

La resolución del Alto Tribunal, a la que tuvo acceso Europa Press en fuentes jurídicas, desestima así los recursos de casación que parte de los condenados presentaron contra la sentencia que en marzo de 2006 impuso la Sección Cuarta de lo Penal de la Audiencia vallisoletana y, por ello, confirma las penas de cárcel que recayeron sobre ellos.

Los peor parados salieron los hermanos Alberto y Javier A.L, el segundo de ellos cabo primero del Ejército, quienes fueron condenados a 4 años de cárcel cada uno como promotores y organizadores del delito de tenencia de aparatos incendiarios y explosivos (artículo 568 del C.P).

Además, y por el mismo delito, la Sala impuso 3 años de cárcel a otros dos de los acusados, los jóvenes Pablo R.L. y José Ignacio P.C, mientras que David S.J. fue condenado a 2 años. A estos tres se les consideró cooperadores de los dos anteriores, si bien la Audiencia Provincial fue más benevolente con David S.J. al aplicarle la atenuante analógica de colaboración con la Justicia.

El tribunal vallisoletano rechazó en su día que las agresiones y escaramuzas protagonizadas por los imputados fueran de carácter aislado y, por contra, entendía que todos ellos formaban parte de un grupo violento totalmente organizado.

El fiscal había solicitado para los imputados un conjunto de penas de 24 años de cárcel. En concreto, había pedido las condenas más duras, 6 años de prisión, para cada uno de los hermanos Alberto y Javier A.L, en calidad de promotores, y 4 años para los tres restantes, David S, Pablo R.L. y José Ignacio P.C, estos últimos como cooperadores.

La sentencia consideró probado que los hermanos Alberto y Javier A.L, quienes entonces contaban 21 y 25 años, idearon un escarmiento contra un grupo de jóvenes de ideología 'Skinhead', para lo cual pidieron la colaboración de los otros tres acusados, David S, Pablo R.L. y José Ignacio P.C, de 19, 18 y 19 años, respectivamente.

Así, el día 18 de octubre de 2003 los condenados se dirigieron en un Seat Toledo a la zona de El Cuadro, en concreto a la ribera del Pisuerga, lugar en el que los fines de semana solían reunirse jóvenes de ideología opuesta, con el fin de utilizar los 'cócteles Molotov' que habían sido elaborados por los citados hermanos.

Para ello, estacionaron el coche en la Plaza de Tenerías y se desplazaron andando hasta la ribera del río, donde comenzaron los enfrentamiento verbales con otros jóvenes. Sin embargo, la policía hizo acto de presencia en el lugar identificó a los acusados y detuvo inicialmente a tres de ellos, mientras que hicieron lo propio con otros dos un mes más tarde.

Además, los funcionarios registraron el turismo Seat Toledo, propiedad del soldado Javier A.L, e intervinieron seis 'cócteles Molotov', quince piedras de granito y una maza, junto con botellas vacías de las utilizadas para confeccionar otros artefactos incendiarios. Posteriormente, la Policía Nacional efectuó dos registros, uno en el domicilio de los hermanos Alberto y Javier A.L, donde encontró documentación de tipo nazi, y el segundo en la sede de la asociación, donde intervino una porra, varios pasamontañas, gas paralizante y cuadernillos de tipo nazi.

CRUCE DE ACUSACIONES

Durante el juicio, cuatro de los acusados hicieron frente común y atribuyeron a David S.J. la propiedad de los artefactos incendiarios, mientras que el aludido y mejor parado en la sentencia mantuvo también su inocencia y aseguró que los cócteles molotov fueron preparados por los anteriores.

Por su parte, los policías que participaron en la operación explicaron que las investigaciones habían comenzado uno año antes tras detectarse la organización y estructuración de elementos neonazis pertenecientes a un grupo organizado en Valladolid, con ramificaciones en otras capitales de Castilla y León, fruto de las cuales se tuvo conocimiento que en fechas próximas podrían llevar a cabo una acción de "castigo" contra la extrema-izquierda radical.

Uno de los agentes puntualizó que aunque la zona de El Cuadro es especialmente conflictiva y escenario común de agresiones entre este tipo de grupos, en aquella ocasión las informaciones manejadas apuntaban que lo que iba a ocurrir a orillas del Pisuerga, cerca de la Plaza de Tenerías, excedía de esa conflictividad habitual. "Se trataba de una acción planificada para dar un escarmiento fuerte, muy fuerte a un grupo skin de izquierda", aseveró el funcionario.