Touriño garantiza que el Estatuto de los Españoles en el Exterior reconocerá la "deuda histórica" con la emigración

Actualizado: martes, 16 mayo 2006 21:35

Anuncia aumento de las ayudas y un programa que formará en el Cono Sur cuidadores a domicilio para mayores con limitaciones psicológicas

SANTIAGO DE COMPOSTELA, 16 May. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, advirtió hoy de que la "deuda histórica" contraída con la emigración no se salda "con vagas promesas en temporada electoral" ni "repartiendo subvenciones", sino que debe "reconocerse" en el Estatuto de los Ciudadanos Españoles Residentes en el Exterior, aprobado por el Gobierno central y actualmente en tramitación parlamentaria.

En su intervención ante los más de 160 participantes en el programa 'Volver', promovido por la Secretaría Xeral de Emigración, Touriño aseguró que este texto será el "documento garantía" de la asistencia sociosanitaria de la diáspora y "permitirá algo tan básico y necesario en democracia como el voto en urna".

Además, declaró que el bipartito "no se limitará a repartir recursos y subvenciones" entre este colectivo, sino que pondrá en marcha programas e iniciativas propias, como el Valedor do Emigrante, que "velará" por la protección jurídica del colectivo exterior y por el ejercicio de sus derechos "en igualdad de condiciones con los gallegos residentes" en la comunidad.

Así, esta figura será un "comisionado del Parlamento de Galicia para la defensa de los derechos y de la dignidad individual y colectiva" de la diáspora "allá donde se encuentre". "Galicia tiene una deuda con vosotros que nunca podremos pagar", aseguró a los presentes, a quienes garantizó una relación "más fluida y próxima" aprovechando las nuevas tecnologías, con el objetivo de asegurar "que la Xunta está con la emigración y sus descendientes".

Por ello, abogó por "tender puentes para procurar la igualdad" y ratificar a los del exterior como "gallegos de pleno derecho". "Mi compromiso como presidente de la Xunta es garantizar la plena ciudadanía de los gallegos residentes en el exterior", sentenció, al tiempo que corroboró que la Xunta "no quiere tener una actitud pasiva, de esperar a que los emigrantes pidan y luego dar".

En consecuencia, insistió en que "este Gobierno no espera a que le pidan, porque los derechos no se piden, se tienen", de modo que su "obligación es garantizarlos y preservar la dignidad de los gallegos, vivan donde vivan y voten lo que voten".

INICIATIVAS

En el marco de esta apuesta por garantizar los derechos de los emigrantes, el presidente avanzó una experiencia piloto por la que el Gobierno gallego formará en Argentina y Uruguay cuidadores de personas con limitaciones psicológicas que ofrecerán atención sociosanitaria integral a domilicio a gallegos mayores de 70 años.

Se trata del programa 'Alento', que aspira a procurar "algo tan básico como que --los residentes en el exterior-- puedan residir en sus casas" y que, además, prevé el préstamo de sillas de ruedas y camas ortopédicas, la prestación de servicio de apoyo y descanso temporal en un centro adecuado a personas con demencia.

El presupuesto con el que esta iniciativa contará este año asciende a unos 200.000 euros, que se incrementarán un 30 por ciento en 2007 con el objetivo de llegar a un mayor número de beneficiarios. Además, recordó que el Gobierno aumentó el número de gallegos pensionistas al subir en un 35 por ciento las ayudas asistenciales, que este año recibirán 25.197 gallegos residentes en el exterior --16.201 en 2005--.

De igual forma, destacó que la Xunta incrementó este año la cuantía de estas subvenciones, pasando de una cantidad fija de 300 euros anuales a una cantidad que oscila entre los 300 y los 700 euros, que llegarán a 900 en 2007 para "complementar" la política asistencial del Estado y llegar "al mayor número posible de gallegos en situación de vulnerabilidad".

Por su parte, el secretario xeral de Emigración, Manuel Luis Rodríguez, coincidió en la necesidad de "equiparar" los derechos del colectivo exterior con los de los residentes. "La emigración no es un problema político, como algunos quieren transmitir, son ciudadanos", proclamó, tras lo que concluyó que "el presente es el momento de actuar".