Touriño proclama 5 años después del Prestige que la mentira se penaliza en las urnas y lamenta que el PP no aprenda

Actualizado: domingo, 11 noviembre 2007 17:39


MUXÍA (A CORUÑA), 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El presidente de la Xunta, Emilio Pérez Touriño, aprovechó hoy la conmemoración del quinto aniversario del Prestige para subrayar que "la mentira sistemática y la desinformación programada" por los gobiernos "tienden a ser penalizadas" en las urnas y lamentó que "algunos no hayan sido capaces aún de aprender esta lección" cinco años después de la catástrofe.

En un acto organizado por la Fundación Iniciativas 21 en Muxía (A Coruña), considerada la zona cero de la marea negra, Touriño relacionó la pérdida del poder del PP en Madrid y en Galicia con la forma de gestionar la crisis, en su opinión, bajo un "cúmulo difícilmente igualable de despropósitos técnicos políticos e informativos" que llevaron a "quebrar su hegemonía", especialmente en Santiago, donde ostentaron la mayoría absoluta 16 años consecutivos.

En su intervención, que se produjo después de la de personas relacionadas directamente con la tragedia del 13 de noviembre, como voluntarios y mariscadores, el mandatario declaró que los meses siguientes "echaron sobre los gobiernos de Fraga y de Aznar un amplio descrédito y la pérdida de confianza de una parte mayoritaria de la población".

Por ello, se mostró convencido de que las generales de 2004 primero y las autonómicas de 2005 después "dictaminaron algo más que un cambio" en la orientación política en Moncloa y San Caetano: "Lo que la voluntad popular expresó fue la exigencia de un cambio en la forma de gobernar, la necesidad de abrir una nueva etapa en la relación con la ciudadanía marcada por principios de veracidad, transparencia, diálogo y asunción de responsabilidades".

LECCIONES DEL 'PRESTIGE'

Así, insistió en que la "mentira sistemática no es rentable y tiende a ser penalizada" y añadió que "ésa fue una de las tres grandes lecciones de la crisis del 'Prestige'". "Una lección que algunos no han sido capaces aún de aprender", reiteró, tras lo que censuró el "compendio de las peores políticas" que los populares demostraron con la gestión de la crisis, con la actitud de "mirar para otro lado, negar la realidad de lo que todo el mundo ve y delegar responsabilidades".

En este sentido, consideró que esta actitud quedó "perfectamente representada por las presencias de Fraga y Cascos en cacerías mientras aumentaba la marea negra que ellos mismos se empeñaban en negar" y criticó especialmente "la política de la desinformación de la opinión pública, de la manipulación de los medios de comunicación y de la transmisión de mentiras con las que se intentaba tapar una situación que cada día se complicaba más".

Por ello, pese a que cinco años después otra lección de la catástrofe fue el "formidable comportamiento de la sociedad", apostilló que "recordar aquellos también es rememorar la sensación de desolación que se extendió por todo el cuerpo social", con un Gobierno "desaparecido, que no contestaba". "Y cuando lo hacía, su vicepresidente, Mariano Rajoy, convertía aquellas miles de toneladas de chapapote en unos hilillos de plastilina que se solidifican al contacto con el agua", aseveró.

PUNTO DE NO RETORNO.

Con todo, declaró que la crisis "supuso un punto de no retorno" en el que "salió a la luz una Galicia distinta a la consagrada por los tópicos", que hizo su entrada "demandando transparencia, reclamando responsabilidad y anticipando el deseo de cambio que tres años después se iba a ratificar en las urnas". "La Galicia que hizo su eclosión con el 'Prestige' fue la Galicia del cambio", proclamó.

En este sentido, aprovechó para "decir con toda claridad que la situación mudó mucho", en la línea de que la comunidad "debe poder afrontar con garantías de coordinación la gestión crisis similares". Así, aludió a episodios como el del buque holandés 'Ostedijk' el pasado mes de febrero y, pese a reconocer que la costa "no está a salvo" de que se produzca un accidente similar --"negarlo sería una ligereza", declaró--, subrayó: "Os puedo garantizar que de producirse el Gobierno no contribuirá a agrandarla ni a convertirla en una catástrofe ecológica como ocurrió hace cinco años".

Según él, esta garantía responde a que "Galicia y España cuentan con gobiernos responsables y con sensibilidad ambiental, que reconocen los problemas, que toman decisiones y que no tienen vocación de manipular ni de mentir". Un contexto al que se añade que la comunidad cuenta con "más medios y mucho mejor coordinados para afrontar un posible episodio de contaminación marina" y a que la cooperación entre administraciones es "constante y efectiva".

ACTUACIÓN MUSICAL.

La intervención de Touriño culminó el turno de comparecencias de un acto que se encargó de cerrar el cantante Jorge Drexler, que interpretó la canción 'Flores en el mar' en una actuación que, según declaró, es la que más ilusión le hacía a su hijo de todas las que ofrece, por cuanto suponía un homenaje a todos los que colaboraron en la lucha contra la marea negra.

Precisamente el músico uruguayo, galardonado con un Oscar por el tema 'Al otro lado del río', acompañó a Touriño en la ofrenda floral realizada en el mar de Muxía que presenciaron en primera línea el resto de oradores de la jornada, como el coordinador nacional de Voluntaria, Josep Figueras, el patrón mayor de la cofradía de O Grove, Francisco Iglesias, una bateera y una voluntaria catalana que acudió a Galicia a ayudar en 2002 y ya no abandonó la comunidad.

Además, también se acercaron hasta el muelle los demás asistentes, entre los que figuraban la ministra de Pesca, Elena Espinosa; la presidenta del Parlamento, Dolores Villarino; el delegado de Gobierno, Manuel Ameijeiras; y los conselleiros de Presidencia, José Luis Méndez Romeu; de Política Territorial, María José Caride; de Medio Ambiente, Manuel Vázquez; de Pesca, Carmen Gallego; y de Traballo, Ricardo Varela.