Actualizado: martes, 27 febrero 2007 21:42


MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ex minero Emilio Suárez Trashorras que comenzó a declarar esta tarde ante el tribunal encargado de juzgar a los acusados por su relación con los atentados del 11 de marzo en Madrid indicó en respuesta a las preguntas del fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza, que Jamal Ahmidan, alias 'El Chino', uno de los siete suicidas de la casa de Leganés a los que se responsabiliza de los atentados, le comunicó por teléfono que los dos etarras detenidos cuando transportaban explosivos en una furgoneta días antes de los atentados del 11 de marzo en Madrid eran "amigos suyos".

Suárez Trashorras indicó que en una de las conversaciones telefónicas que mantuvo con "El Chino" este le dijo que las dos personas que habían detenidos eran sus amigos. El ex minero le preguntó, "¿quienes?, ¿los que han salido en la tele?", en referencia a los etarras relacionados con la llamada "caravana de la muerte" Gorka Vidal e Irkuz Badillo, y Ahmidan le contestó que sí.

Dijo que si no ha realizado anteriormente referencias a este hecho es porque en sus declaraciones los agentes de la policía que le interrogaron le dijeron que ETA no mantiene nunca relación con traficantes de explosivos y que incluso ha atentado en ocasiones contra alguno. Por ello pensó que podía haber malinterpretado las palabras de "El Chino" y no repitió este testimonio en sus declaraciones judiciales.

El ex minero asturiano José Emilio Suárez Trashorras está acusado de colaboración con organización terrorista, suministro y transporte de explosivos, 191 asesinatos terroristas, 1.824 en grado de tentativa, cuatro delitos de estragos terroristas, robo de vehículo a motor, asociación ilícita y falsificación de matriculas. La Fiscalía pide en su caso un total de 38.670 años de prisión, la pena más elevada de las socilitadas.

La fiscal Olga Sánchez considera acreditado que el asturiano se dedicaba al tráfico de explosivos que obtenía de la mina Conchita, donde había trabajado. Tras entrar en contacto con la célula terrorista a través del procesado Rafa Zouhier, acudió a varias reuniones en Madrid con el suicidado en Leganés Jamal Ahmidan, alias "El Chino" en las que se acordó el intercambio de dinamita por droga.

Con el fin de obtener la sustancia explosiva y los detonadores que se había comprometido a entregar a Ahmidan, se puso en contacto con otro de los procesados, Raúl González Pelaez, alias "Rulo", antiguo compañero de trabajo de Trashorras en Mina Conchita, para que le facilitara explosivo a cambio de cocaína, sustancia a la que era adicto. "Rulo" debía dejar escondido en el monte, la cantidad requerida de explosivos y detonadores. La situación de descontrol y desidia habitual en Mina Conchita permitió a Trashorras conseguir la dinamita. El ex minero utilizó a varios jóvenes a los que proporcionaba droga a cambio de favores para realizar el transporte de los explosivos desde Arturias a Madrid.

Suárez Trashorras entregó a "El Chino", según la Fiscalía, todas las cantidades de Goma 2 Eco sabiendo que podrían ser empleadas --teniendo en cuenta las elevadas cantidades de explosivo suministradas, el grave riesgo para la vida e integridad de las personas que se producía con su incontrolada disposición y utilización, y el conocimiento del fanatismo integrista que inspiraba a Ahmidan, quien continuamente defendía la necesidad de cometer acciones criminales contra Occidente-- para la ejecución de acciones terroristas de gran envergadura. Dos semanas antes de los atentados, de regreso de su viaje de novios el ex minero acompañó a "El Chino" a la finca de Chinchón, lugar donde se ocultaron los explosivos que aquél había proporcionado y se fabricaron los artefactos explosivos empleados en los atentados.

El ex minero indicó además durante el interrogatorio del fiscal jefe que fue el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier el que le preguntó si tenía posibilidad de proporcionarle explosivos y negó que accediera a entregarle muestras de dinamita o detonadores como declaró hoy mismo este procesado. Explicó que fomentó la relación con Zouhier porque le interesaba proporcionar información a sus contacto de "las fuerzas de seguridad del Estado", el inspector jefe de la Policía Manolo García, conocido como "Manolón".

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