Actualizado: martes, 27 febrero 2007 23:30


MADRID, 27 Feb. (EUROPA PRESS) -

El ex minero Emilio Suárez Trashorras que comenzó a declarar esta tarde ante el tribunal encargado de juzgar a los acusados por su relación con los atentados del 11 de marzo en Madrid negó cualquier implicación en el tráfico de explosivos e indicó, en respuesta a las preguntas del fiscal jefe de la Audiencia Nacional Javier Zaragoza, que Jamal Ahmidan, alias 'El Chino', uno de los siete suicidas de la casa de Leganés (Madrid) a los que se responsabiliza de los atentados, le comunicó por teléfono que los dos etarras detenidos cuando transportaban explosivos en una furgoneta días antes de los atentados del 11 de marzo en Madrid eran "amigos suyos".

Suárez Trashorras indicó que en una de las conversaciones telefónicas que mantuvo con "El Chino", éste le dijo que las dos personas que habían detenidos eran sus amigos. El ex minero le preguntó, "¿quienes?, ¿los que han salido en la tele?", en referencia a los etarras relacionados con la llamada "caravana de la muerte" Gorka Vidal e Irkuz Badillo, y Ahmidan le contestó que sí.

Indicó que si no ha realizado anteriormente referencias a este hecho es porque en sus declaraciones los agentes de la policía que le interrogaron le dijeron que ETA no mantiene nunca relación con traficantes de explosivos y que incluso ha atentado en ocasiones contra alguno. Por ello pensó que podía haber malinterpretado las palabras de "El Chino" y no repitió este testimonio en sus declaraciones judiciales.

El ex minero José Emilio Suárez Trashorras está acusado de colaboración con organización terrorista, suministro y transporte de explosivos, 191 asesinatos terroristas, 1.824 en grado de tentativa, cuatro delitos de estragos terroristas, robo de vehículo a motor, asociación ilícita y falsificación de matriculas. La Fiscalía pide en su caso un total de 38.670 años de prisión, la pena más elevada de las socilitadas.

La fiscal Olga Sánchez considera acreditado que el asturiano se dedicaba al tráfico de explosivos que obtenía de la mina Conchita, donde había trabajado. Tras entrar en contacto con la célula terrorista a través del procesado Rafa Zouhier, acudió a varias reuniones en Madrid con el suicidado en Leganés Jamal Ahmidan, alias "El Chino" en las que se acordó el intercambio de dinamita por droga.

Indicó además, que fue el confidente de la Guardia Civil Rafá Zouhier el que le preguntó si tenía posibilidad de proporcionarle explosivos y negó que accediera a entregarle muestras de dinamita o detonadores como declaró hoy mismo este procesado, ya que "nunca" ha tenido relación alguna con el tráfico de explosivos. Explicó que fomentó la relación con Zouhier porque le interesaba proporcionar información a sus contacto de "las fuerzas de seguridad del Estado", el inspector jefe de la brigada de estupefacientes de la Policía Manolo García, conocido como "Manolón".

Sobre la reunión celebrada en un McDonald de Carabanchel de octubre de 2003 en el que supuestamente 'El Chino' y él hablaron de intercambiar explosivos y droga, declaró que fue Zouhier quien convocó el encuentro. El ex minero, que insistió en que "nunca" se ha dedicado al tráfico de explosivos ni ha estado asociado con su ex cuñado, Antonio Toro, para la venta de dinamita, indicó que la misma se convocó en un principio para hablar sobre "hachís" pero concretó que en un determinado punto de la conversación le preguntaron si podía "había alguna forma" de que les proporcionara explosivos.

El encuentro, al que asistieron además de él y su ex mujer, Carmen Toro, Rafa Zouhier, el procesado Rachid Aglif y "El Chino", fue la primera ocasión en que vio a Ahmidan. Añadió que aunque "no quería implicar a nadie" se ratificaba en las declaraciones prestadas en los juzgados en las que especificó que fue Aglif quien suscitó el tema de los explosivos con el asentimiento de los otros dos. Dijo, además que comunicó esta reunión a su contacto policial.

Tras esta primera reunión Zouhier y Ahmidan subieron a Asturias con objeto de enseñar una muestra del hachís que le habían ofrecido. Después de comprobar la muestra cerraron un trato por el que el ex minero adquirió 85 kilos de droga. Del total de hachís adquirido, Trashorras pagó únicamente 60 kilos, ya que los 25 restantes estaban en mal estado.

Este problema de calidad provocó la celebración del segundo encuentro, en esta ocasión en un McDonalds de Moncloa, a la que acudió también el procesado Antonio Toro. "La reunión fue la habitual del tráfico de estupefacientes, no se habló de explosivos ni nada", concretó Trashorras. En la cita se acordó que el hachís defectuoso sería devuelto de forma progresiva a Ahmidan.

Trashorras justificó los viajes realizados por los jóvenes asturianos que trabajaban a su servicio y que están acusados de transportar el explosivo a Madrid para entregárselo a "El Chino" e indicó que todos ellos se debieron exclusivamente a esta entrega progresiva de la droga defectuosa. "Todos los envíos fueron de hachís", precisó y dijo que el peso total de lo transportado superaba los 25 kilos porque en ocasiones la droga iba dentro de "cajas fuertes" o mezcladas con ropa para disimular los estupefacientes.

Reconoció conocer "perfectamente" Mina Conchita, donde trabajó desde 1999 a 2002 con periodos alternativos de baja (en los años 2000, 2001 y 2002). A partir de este último año abandonó de forma definitiva su trabajo. Indicó que sabía perfectamente donde estaban los cartuchos, los detonadores y los explosivos aunque concretó que nunca tuvo acceso a los mismos porque era ayudante minero.

El acusado explicó que en enero, febrero y marzo de 2004 no mantuvo contactos con ningún trabajador de la, aunque dijo haber hablado con Raúl González, alias "Rulo", que, según la Fiscalía le proporcionó la dinamita a cambio de cocaína. A este respecto recordó que "Rulo" ya no trabajaba en la mina con lo cual no pudo entregarle "cartuchos". Exculpó, además a su mujer Carmen Toro de todos los cargos que se le imputan. "Mi mujer no tenía idea de nada" y precisó que le ocultaba su "vida".

"SI NO TE VEO EN LA TIERRA TE VERÉ EN EL CIELO"

Trashorras reconoció que recibió una llamada de "El Chino" antes del suicidio de los terroristas islamistas en la vivienda de Leganés en la que éste se despidió de él y le dijo: "Si no nos vemos en la tierra será en el cielo". El asturiano explicó que cuando oyó esta frase pensó que Ahmidan "estaba drogado" ya que le dijo que se encontraba de viaje en Ibiza, por lo cuál no dio mayor importancia a la afirmación.

Refirió también otra conversación con el suicida en la que también participó su ex mujer en la que hablaron de la guerra de Irak. Trashorras le dijo que él estaba de acuerdo con la intervención en el conflicto --"porque soy votante del PP", explicó"-- y mencionó los atentados del 11 de septiembre en Nueva York. Ahmidan no justificó totalmente los atentados de las Torres Gemelas pero dijo que "moría mucha gente en los territorios palestinos". Explicó que considera a Ahmidan como "una persona occidental del todo". "Se ha ido conmigo de fiesta, le he visto disfrutar de chica, no podía considerar que era integrista porque dijera una tontería en una ocasión", añadió,

El ex minero relató que únicamente comenzó a preocuparse por estas afirmaciones de "El Chino" después de los atentados del 11 de marzo de 2004. El día 13 de ese mes comentó a su contacto policial que "posiblemente habían sido los moros" los responsables ya que "si te dicen esas cosas y luego oyes que los de los trenes eran suicidas y la persona que conoces es moro lo relacionas todo". Especificó, por otra parte, que el último contacto telefónico con Ahmidan se celebró el 4 de marzo fecha después de la cual "El Chino" no volvió a cogerle el móvil a pesar de sus continuas llamadas.

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