MADRID, 16 Jun. (EUROPA PRESS) -
El Tribunal Supremo ha reducido durante 2005 cerca de un 12% los asuntos que tenía pendientes de resolver respecto a los del año anterior. El alto tribunal redujo aproximadamente en 6.000 este número, ya que comenzó el ejercicio con cerca de 48.500 resoluciones acumuladas del año anterior, y lo terminó con unas 42.500, según consta en la Memoria del alto tribunal hecha pública hoy.
Durante todo ese año, el Supremo recibió un total de aproximadamente 23.700 recursos y ha resuelto esta cifra, además de los cerca de 6.000 asuntos pendientes que ha rebajado respecto al ejercicio anterior.
Así, la Sala Primera, de lo Civil, dictó un total de 5.907 sentencias. Además, comenzó el año con 14.152 asuntos pendientes y lo acabó con 11.250, lo que supone una disminución del 11,7%. Por su parte, la Sala Segunda, de lo Penal, alcanzó una tasa del 128% en su relación entre asuntos ingresados y resueltos, reduciendo además un 31% las resoluciones pendientes respecto al año anterior.
La Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo, aumentó un 25% la cantidad de sentencias dictadas respecto a 2004 y un 50% el de autos, y disminuyó un 12,2% el número de asuntos pendientes respecto al ejercicio anterior. La Sala Cuarta, de lo Social, es la única que aumentó la cantidad de resoluciones pendientes, en un 11%, debido a que había cinco plazas de magistrado vacantes. La Sala Quinta, de lo Militar, también redujo la cantidad de asuntos pendientes en un 41,5%, empezando el año con 200 recursos sin resolver y terminándolo con 117.
DISCREPANCIAS CON EL CONSTITUCIONAL
El Supremo también expone en el escrito algunas de sus necesidades y de las de las Salas que lo componen. Todas ellas coinciden en solicitar que se aumente la dotación de medios materiales y personales para hacer frente a su labor. Por su parte, la Sala Segunda, de lo Penal, al igual que Hernando, considera urgente un "replanteamiento legislativo de los límites de actuación del Tribunal Constitucional" frente al Supremo, dado el "alto grado de discrepancia" surgido entre ambos en asuntos como la prescripción de delitos, la jurisdicción universal de los tribunales españoles o el fraude fiscal.
Esta es, según dicha Sala, "la cuestión de mayor envergadura y relevancia que tiene en la actualidad". También "propone que las Salas se formen con un mínimo de cinco magistrados en lugar de tres", como hasta ahora establece la Ley de Enjuiciamiento Criminal. Esta misma Sala considera también necesaria la "reordenación de medios personales y materiales" que la aplicación de la reforma de la casación penal, actualmente en fase de tramitación parlamentaria, requerirá.
La Sala Cuarta, de lo Social, pide la "inmediata cobertura" de las plazas vacantes en ella "por la positiva repercusión que ello tendrá en el acortamiento de los tiempos de respuesta, ya de por sí buenos". Por su lado, la Sala Quinta, de lo Militar, destaca la "reducida carga de trabajo" que soporta, por lo que solicita "extender su competencias sobre asuntos militares, que aún sin formar parte del ámbito estrictamente castrense, pudiera atribuirse su conocimiento" a dicha Sala. Esta pretensión es "una de las aspiraciones reiteradamente expuestas ante la Sala de Gobierno".
MÁS MEDIOS Y AUTONOMÍA PRESUPUESTARIA
En cuanto a las necesidades comunes de todo el Supremo señala la necesidad de dar una rápida cobertura a las vacantes de magistrados y señala que durante 2005 tres de las cinco plazas de presidente de Sala del alto tribunal permanecieron sin cubrir durante seis meses.
Asimismo, solicita que se le dote de la infraestructura suficiente para hacer frente a la "histórica bolsa de asuntos pendientes que aqueja al Tribunal Supremo", y así lograr "un mejor servicio al ciudadano", que repercutirá también a la disminución de los tiempos de respuesta "hasta quedar en unos parámetros razonables".
Después de señalar los "excelentes frutos" que está dando la colaboración en la comisión mixta entre el Ministerio y el Supremo, la Memoria subraya "no sólo" la necesidad de "potenciar el refuerzo" que presta el Gabinete Técnico a las Salas Primera y Tercera, sino de incrementar también esa asistencia a las otras Salas del Tribunal.
Tanto el presidente del Supremo como la Memoria coinciden en señalar la necesidad de atribuirle "los medios de todo orden que sean necesarios para su funcionamiento", así como que cuente con "el reconocimiento de una relativa autonomía presupuestaria".
En este sentido, recuerda que durante 2005 la Sala de Gobierno del Supremo adoptó un acuerdo que justificaba la "necesidad de que el Tribunal Supremo cuente con la adecuada autonomía presupuestaria para superar la falta de cobertura que ahora padece en el aspecto económico-presupuestario, lógicamente motivada por la necesidad del Ministerio de Justicia de atender las necesidades estructurales de los demás órganos judiciales e Instituciones".
Esta independencia presupuestaria, "obviando las limitaciones que comporta la permanente negociación relativa a la satisfacción de las necesidades que se presentan", permitiría al Supremo realizar una "distribución y administración adecuada a sus particularidades organizativas y proveer de manera ordenada y proporcionada a la solución de las prioridades que razonablemente se estableciesen".
Todas estas medidas, subraya el tribunal, han de "verse complementadas" con los medios materiales "adecuados", como que dispongan de un "instalaciones adecuadas, sin olvidar que las características del edificio que ocupa, emblemático y protegido, lo hacen poco funcional".
"En este punto, resulta conveniente aludir a la urgencia de la recuperación del edificio que en la actualidad ocupa el Tribunal Superior de Justicia de Madrid, que fue reservado para el Tribunal Supremo al realizarse la transferencia de competencias a la Comunidad de Madrid", agrega.
