El Tribunal Supremo revisa las condenas de cinco acusados de enviar muyahidines a Irak

Actualizado: miércoles, 24 noviembre 2010 8:34

La célula fue desarticulada en Vilanova i la Geltrú (Barcelona)

MADRID, 24 Nov. (EUROPA PRESS) -

El Pleno de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo deliberará este miércoles sobre la condena a penas de entre 5 y 9 años de prisión por delitos de integración y colaboración con banda armada impuesta a cinco islamistas acusados de pertenecer a una célula encargada de reclutar y adoctrinar muyahidines con ramificaciones en Madrid y Barcelona, que fue desarticulada en Vilanova i la Geltrú en enero de 2006.

El recurso contra la condena impuesta por la Audiencia Nacional fue examinado el pasado 20 de octubre por una Sala del alto tribunal que decidió elevar la cuestión al Pleno

La sentencia de primera instancia condenó a Omar Nachka (9 años), Mohamed Mrabet Fashi (7 años), Saffet Karakoc (8 años), Djmel Dahmani y Redouan Ayach (5 años) y absolvió a otras cuatro personas acusadas de los mismos cargos.

Los dos únicos acusados que se encontraban en prisión --Nachka y Mrabet-- fueron puestos en libertad poco antes de conocerse la sentencia, al haber cumplido en prisión preventiva más de la mitad de sus condenas. Por ello, la decisión del Tribunal Supremo podría determinar la entrada en la cárcel de los cinco condenados.

RELACIÓN CON EL 11-M

La Audiencia Nacional apuntó, además, en su resolución, que Nachka, considerado líder del grupo, ayudó a huir de España al autor material de los atentados del 11-M Mohamed Belhadj, condenado a 8 de prisión por Marruecos por "constituir una banda criminal, preparar y cometer actos terroristas y atentar gravemente contra el orden público". En concreto le facilitó un pasaporte y 700 euros para que pudiera abandonar el territorio nacional.

La resolución destacó que posteriormente "le sostuvo económicamente haciéndole llegar diversas cantidades de dinero" que en alguna ocasión le fueron entregadas por personas formadas como suicidas. Además, le visitó en Amberes en el años 2005 y le pidió "que se quitara de en medio para no ser detenido y que se fuera a combatir a Irak".

Los magistrados ponían también de manifiesto el rol jugado por Mrabet, que regentaba en Vilanova negocios de carnicería y "tenía un papel importante en la comunidad musulmana de la ciudad, en la que actuaba como líder y representante, y disponía libremente de los fondos que se recaudaban para la mezquita".

ATENTADO DE NASIRIYA

Según explicaba la sentencia, Mrabet mantuvo como trabajador en sus establecimientos a un joven argelino que murió ejecutando un atentado suicida contra el cuartel de los Carabineros italianos en la ciudad de Nasiriya, el 12 de noviembre de 2003. Antes de abandonar España, el suicida dejó en el domicilio del carnicero su documentación personal y otros objetos de carácter privado.

A pesar de que según los magistrados, Mrabet ayudó "económicamente a su familia y al propio Belgacem" y estaba "al tanto de sus proyectos", el tribunal consideró que no existen pruebas suficientes para condenarle por la comisión de un delito de conspiración para cometer asesinato.

El tribunal no acepta que hubiera "motivado o inducido a Belgacem y otros a actuar como terroristas suicidas", decía la resolución. En este sentido el tribunal recordaba que el delito de inducción al suicidio "requiere que la influencia sea eficaz, directa y mediante una conducta activa".

Los condenados, que fueron detenidos como resultado de la denominada 'Operación Chacal', integraban dos células que operaban en Madrid y Cataluña y que tenían como finalidad el envío de personas a Irak para incorporarse a las actividades terroristas violentas dirigidas por Al Qaeda contra objetivos civiles y militares.

La célula tenía conexiones con otra desarticulada en la localidad de Santa Coloma de Gramanet en julio de 2005 a través de la conocida como 'Operación Tigris'.

Los dos grupos a los que pertenecen los acusados estarían encuadrados en el organigrama del Grupo Islámico Combatiente Marroquí (GICM) e integrados en la disciplina del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate (GSPC) y habrían tenido como finalidad "captar y adoctrinar" en el pensamiento del 'salafismo yihadista' a personas que se habrían integrado en Ansar Al Islam/Al Sunna, grupo liderado por Abu Musab Al Zarqawi, lugarteniente del líder de Al Qaeda, Osama Bin Laden.

UN BURKA EN LA AUDIENCIA

El juicio contra esta 'célula', celebrado en septiembre de 2009, motivó cierta polémica al tener que aplazarse porque una de las testigos citadas, Fátima Hssisni, no accedió a retirarse el burka que llevaba para declarar ante el tribunal.

Se levantó el velo en la siguiente sesión, para mostrar desde las cejas al mentón, ante la advertencia del presidente de la sala, Javier Gómez Bermúdez, que le avisó de las consecuencias jurídicas a las que podría enfrentarse en caso de negarse a colaborar.