Alegaron que una mafia internacional les obligó al fraude y amenazaron a la compradora si optaba por denunciarles
MADRID, 26 Ene. (EUROPA PRESS) -
La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha confirmado la condena de cinco años de cárcel por un delito continuado de estafa para una pareja de falsificadores de obras de arte que vendieron a una mujer un cuadro falso de Sorolla y otro de Miró por una cantidad total de 300.506 euros.
El alto tribunal desestima así el recurso presentado por los dos acusados en contra de la sentencia condenatoria dictada el 29 de noviembre de 2006 por la Audiencia Provincial de Zaragoza, que además les obligó a indemnizar a la mujer con la misma cuantía que invirtió en ambas obras.
El 1 de septiembre de 2000, los condenados, Gaspar S.M., dedicado a la intermediación y compra venta de cuadros, y Mercedes R.C., ex directora de la Galería Odeón de Zaragoza, vendieron a la demandante un cuadro falso de Sorolla llamado 'En la playa' por 240.404 euros. Sin embargo, la compradora no se percató del plagio hasta un año después.
Fue durante una muestra sobre el célebre pintor valenciano celebrada en Zaragoza donde el director de la exposición advirtió a la mujer del fraude. Previamente está le había mostrado una foto del lienzo que había comprado a los estafadores. Una vez analizado el cuadro, el citado experto certificó a través de un informe que la obra, efectivamente, no era auténtica.
UN MIRÓ FALSO, 60.101 EUROS.
Meses antes, los estafadores ya habían vendido a la mujer un segundo cuadro falso, en este caso de Miró, por el que recibieron la cantidad de 60.101 euros. Según los hechos probados recogidos en la sentencia, en ambas operaciones los condenados "aportaron certificados para convencer a la compradora de que dicho cuadro era original para crear la apariencia de autenticidad".
Asimismo "el pago de todas estas cantidades, fue efectuado en dinero metálico por exigencia de Mercedes y Gaspar" que además contaron con testigos en las dos operaciones. Posteriormente, durante el juicio, ambos argumentarían esta forma de proceder explicando que "en el mundo del arte ni se daban facturas ni quedaba constancia de la entrega del dinero".
Una vez descubiertos, Gaspar S.M. y Mercedes R.C., le reconocieron a la mujer que "todos los cuadros vendidos eran falsos" pero le dijeron que "habían sido presionados por una mafia internacional para llevar a cabo dichas ventas, advirtiéndole del peligro que corría si interponía denuncia, querella o demanda", dice la sentencia. Pero pese a las coacciones, la compradora recurrió a la Justicia.
De este modo la Audiencia Provincial terminó condenando a los acusados a 5 años de cárcel para cada uno por un delito continuado de estafa y absolvió a Francisco C.Z. y Vicente A.C., imputados por los mimos hechos, "al no quedar acreditado que actuaron en concierto con los dos condenados".
Tras esta resolución, los condenados presentaron un recurso de casación alegando quebrantamiento de forma, infracción de ley y de precepto constitucional ante el Tribunal Supremo que ahora ha fallado en favor de lo dictado en su día por la Audiencia Provincial.
