UE.- España pide un periodo transitorio en la reforma del vino antes de suprimir las ayudas a licores y mosto

Actualizado: lunes, 16 julio 2007 23:11

Los países productores reclaman cambios en la propuesta de reforma de la Comisión

BRUSELAS, 16 Jul. (EUROPA PRESS) -

La ministra de Agricultura, Elena Espinosa, pidió hoy que la reforma del vino contemple un periodo transitorio antes de suprimir por completo las ayudas a la destilación para licores y al mosto de modo que los productores tengan tiempo de adaptarse a la nueva situación.

Los responsables de Agricultura de los Veintisiete discutieron este lunes por primera vez la propuesta legislativa de la Comisión, que contempla el arranque de 200.000 hectáreas de viñedo, y la eliminación de las ayudas a las destilaciones de crisis y de uso de boca y de las subvenciones al mosto.

Los países productores pidieron mejoras en esta propuesta y expresaron su rechazo a algunos de sus elementos centrales, como la supresión total de los derechos de plantación a partir de 2014, que fue criticada por Francia o Portugal, o la prohibición de añadir azúcar al vino (chaptalización), a la que se opone Alemania.

Espinosa aseguró que España comparte los objetivos que persigue la reforma de "mejorar la competitividad de la producción europea y ser capaces de vender fuera de nuestras fronteras pero vender también más dentro, cosa que no está sucediendo actualmente".

La ministra de Agricultura consideró que Bruselas ha dado un "gran paso" al reducir de 400.000 a 200.000 hectáreas la superficie de viñedos que debe desaparecer de la UE. "Siempre decíamos que no podía ser el eje de la reforma, que nosotros en España admitíamos un arranque siempre que fuera voluntario, que respetara criterios medioambientales y eso ha sido tenido en cuenta por la comisaria a la hora de esta reforma", señaló.

También recalcó que, según la propuesta legislativa, "cada uno de los Estados miembros o comunidades autónomas podrá blindar aquellas zonas que puedan tener un impacto medioambiental fuerte".

El principal objetivo de España durante las negociaciones será "tratar de que la reforma no se produzca de un día para otro y que tengamos periodos transitorios que permitan al sector del mosto o al sector de los alcoholes de uso de boca irse adaptando a la normativa".

Espinosa defendió además que la organización común de mercado (OCM) del vino contemple la posibilidad de compensar tanto la posible pérdida de renta de los viticultores como de actividad industrial en las zonas afectadas y que las medidas de desarrollo rural se incluyan dentro de los 'sobres nacionales' de fondos que se destinarán a cada país.

Asimismo, reclamó más protección para las denominaciones de origen y que los mecanismos de promoción de los vinos europeos previstos en la propuesta "no se centren exclusivamente fuera de la UE sino que tengamos la posibilidad de hacerla fuera y dentro". Finalmente, expresó la "inquietud" que la liberalización de plantaciones está causando en las denominaciones de origen españolas.

DERECHOS DE PLANTACIÓN

También el ministro francés de Agricultura, Michel Barnier, criticó la liberalización total del sector porque a su juicio "conducirá directamente a una pérdida de identidad y autenticidad de la viticultura de Europa". "La fuerza de esta viticultura es la calidad, el color, el gusto", subrayó.

En el mismo sentido, el ministro portugués y presidente de turno del Consejo, Jaime Silva, indicó que "hay propuestas que son muy difíciles para algunos Estados miembros, incluido Portugal". "Por ejemplo, una liberalización total que amenaza con plantear enormes problemas en algunas regiones", subrayó.

Por su parte, el representante alemán, Horst Seehofer, criticó los planes de la comisaria de Agricultura, Mariann Fischer Boel, de prohibir la chaptalización destacando que otros países productores de vino fuera de Europa autorizan esta práctica. "El azúcar está permitido en los acuerdos con Estados Unidos, así que no podemos explicar a los viticulturas alemanes por qué debería prohibirse en Europa", criticó.

Fischer Boel señaló que, a la hora de presentar la propuesta legislativa sobre el vino, había tenido en cuenta todo lo posible las "preocupaciones" de los productores. No obstante, recalcó que la reforma era necesaria porque, de proseguir las políticas actuales, la UE produciría unos excedentes actuales de al menos 13 millones de hectolitros.