Los valores cristianos y la Constitución Europea, principales escollos en la redacción del texto
BRUSELAS, 19 Feb. (EUROPA PRESS) -
El secretario de Estado de Asuntos Europeos, Alberto Navarro, dijo hoy que el Gobierno quiere que la declaración de Berlín que adoptarán el próximo 25 de marzo los líderes de los 27 para conmemorar el 50 aniversario del Tratado de Roma deje claro que Europa es la respuesta a la globalización y señale como retos futuros la inmigración, el cambio climático y la energía.
Navarro explicó que la declaración será "muy breve" --de "no más de dos páginas"-- "muy clara y legible" y "muy política". Constará de tres partes: una primera que hará balance de los 50 primeros años de la integración europea en términos de paz y estabilidad; la segunda se centrará en los valores y principios que comparten los europeos, como solidaridad, libertad, democracia o diversidad; mientras que la parte final se dedicará a "los desafíos del futuro" y es "la más delicada".
España quiere que la primera parte "recuerde la historia de éxito que ha sido hasta ahora la construcción europea". Por lo que se refiere a los valores comunes, Navarro dijo que el Gobierno pone el acento en la solidaridad, la ciudadanía europea y la diversidad cultural y lingüística, y defiende que se mencione al euro "aunque cree a algún Estado miembro alguna dificultad", en referencia al Reino Unido.
A juicio del secretario de Estado de Asuntos Europeos, la declaración de Berlín debe trasladar a los ciudadanos el mensaje de que "en la globalización Europa es la mejor respuesta, una Europa unida en la diversidad, una Europa que es un actor global en el mundo, una Europa que habla con una voz en temas importantes, como el cambio climático, las relaciones exteriores, el terrorismo o la inmigración".
PRINCIPALES ESCOLLOS
Navarro explicó que la presidencia alemana ha realizado consultas bilaterales con los 27, la Comisión y el Parlamento durante los últimos días de enero y los primeros de febrero para recoger ideas sobre el texto y que el resultado ha sido "bastante positivo". Los únicos puntos en los que puede haber "alguna dificultad" son, según el secretario de Estado de Asuntos Europeos, la exigencia por parte de un Estado miembro de incluir "los valores religiosos o cristianos" de Europa, en referencia a Polonia, la mención o no de las fronteras de la UE y la cita o no de la Constitución Europea.
Navarro admitió que al Gobierno le "gustaría" una mención directa al Tratado constitucional, pero dio por hecho de que éste no aparecerá finalmente en la declaración de Berlín de manera directa, sino que se hablará de la necesidad de reformas institucionales para afrontar los desafíos a los que se enfrenta la UE.
La canciller alemana, Ángela Merkel, presentará un primer "esqueleto" de la declaración de Berlín a los líderes europeos el 8 de marzo durante la cena de la cumbre de primavera y les reclamará un mandato para completar la redacción del texto, que se adoptará el 25 de marzo como "declaración política sin valor jurídico" y que no será firmada por los jefes de Estado y de Gobierno porque ello podría obligar a tramitaciones parlamentarias en algunos Estados miembros.
"El objetivo de la presidencia alemana es crear un Estado de ánimo por el cual los jefes de Estado y de Gobierno salgan de Berlín el 25 de marzo con la convicción y el compromiso de que en junio se reúnen de nuevo para poner en marcha esa Europa que se menciona en la declaración", explicó Navarro.
Las dificultades llegarán, subrayó el secretario de Estado de Asuntos Europeos, durante la segunda mitad del semestre de presidencia alemana, cuando se aborde la cuestión del Tratado constitucional, por la "falta de interlocutores en Francia" debido a las elecciones presidenciales" y el "cambio en Londres" con la marcha de Tony Blair. Navarro indicó que España está dispuesta modificar el texto siempre que se mantenga "la sustancia y los equilibrios que representa el Tratado".
En este sentido, el secretario de Estado de Asuntos Europeos anunció que comparecerá el próximo 28 de febrero ante la comisión de Asuntos Constitucionales de la Eurocámara para explicar las conclusiones de la reunión de amigos del Tratado constitucional que se celebró en Madrid el pasado 26 de enero.
