MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -
El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, advirtió hoy a quien gane las próximas elecciones generales que "si se enquista el conflicto político en Euskadi" y "se cumplen los peores augurios con el Estatut", recurrido ante el Tribunal Constitucional, se puede producir "la mayor crisis institucional de cuantas se hayan podido producir desde 1977". El Estado, representado por José Luis Rodríguez Zapatero en esta legislatura, apuntó Urkullu, "no es consciente de la situación que está a punto de generar".
"Rebrotaría con todas sus fuerzas el problema de las naciones insatisfechas en un Estado invertebrado", avisó el dirigente nacionalista durante su intervención en un desayuno informativo del Forum Europa.
En relación a la primera de las dos cuestiones, Iñigo Urkullu insistió en el criterio del PNV de que "negar la existencia de un conflicto político en Euskadi equivale a perpetuarlo" y calificó de "incoherente" que PSOE y PP nieguen a ETA capacidad de negociación política, pero no negocien con los partidos mientras ETA persista. A su juicio, utilizan a la banda terrorista de "excusa". "Superar ese impasse es nuestro objetivo", dijo.
"El camino es un acuerdo bilateral que reconozca el derecho a decidir de la sociedad vasca. No se trata del derecho de secesión, desde el PNV somos sinceros al plantearlo, sino de la manera el modo democrático en el que se establezca cordialmente la relación de Euskadi con España y Europa", agregó.
En este punto, Urkullu reiteró su apuesta por el diálogo entre el presidente del Gobierno, el que surja de las urnas el 9-M, y el 'lehendakari', previo a la consulta que quiere realizar el Ejecutivo vasco en otoño. "No nos parece democrático ni ético que se esté dispuesto a negociar con derivada política y a alcanzar acuerdos con la izquierda radical abertzale y no se esté dispuesto a hablar con el 'lehendakari' y con el PNV", criticó.
CONSULTA POR LOS AYUNTAMIENTOS
Si se mantiene el "portazo" a las posiciones "constructivas", es cuando al presidente del PNV le parece que se puede producir esa "crisis institucional" sin precedentes en el país. "Pretendemos un acuerdo desde la política, desde el diálogo y el respeto a la bilateralidad", insistió.
Iñigo Urkullu quiso abundar en la idea de que antes de que se produzca la consulta que plantea el 'lehendakari' se busque un acuerdo político entre los partidos y entre los dos presidentes, central y autonómico. Si se llega a conclusiones, argumentó, estas podrían plasmarse en un acuerdo que se someta a la decisión de los ciudadanos vascos.
Sobre cómo organizar esa consulta, el dirigente nacionalista recordó que los ayuntamientos tiene capacidad legal para organizarlas, pero que podría celebrarse también acogiéndose a una "interpretación flexible de los derechos históricos vascos".
Preguntado por la posición de Navarra en este asunto, considerada por el PNV uno de los siete territorios de Euskal Herria, aseguró que él no tiene claro que la mayoría de los navarros no quieren la anexión al País Vasco "porque no se les ha preguntado" y se mostró favorable a una consulta en la Comunidad Foral.
MODELO ECONÓMICO VASCO
Iñigo Urkullu quiso añadir sin embargo que en el País Vasco hay otros problemas además del del terrorismo y que son "desafíos" que tratan de afrontar. "Somos una sociedad en plena transformación, abierta y cada día más cultural", dijo.
Añadió que la sociedad y la economías vascas progresan sin embargo pese a recibir poca ayuda del Estado en relación a su PIB y a pesar de la fuerza de atracción empresarial en que se ha convertido Madrid, apuntó, "que actúa como un imán y es un 'handicap' para la periferia".
En esta línea, Urkullu apostó por la fusión de las cajas vascas para crear una gran entidad que invierta en proyectos vascos. "En Euskadi, hemos visto el abandono de los grandes bancos, del gran banco, el BBVA, de lo que era su implicación en los proyectos industriales de Euskadi. Hemos sufrido su deslocalización, los centros de decisión no están en Bilbao", censuró.
