Cree que, con la retirada de carteles de presos, se cae "en el juego" de la izquierda abertzale, que quiere "tener un altavoz"
BILBAO, 22 Sep. (EUROPA PRESS) -
El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, afirmó hoy que en esta legislatura no habrá un cambio en el Gobierno vasco hacia una fórmula PSE-PNV porque los socialistas mantienen "un pacto férreo y de necesidad" con el PP. Además, lamentó que, con la retirada de carteles y fotografía de presos, tal como se está realizando, se cae "en el juego" de la izquierda abertzale, que quiere "tener un altavoz".
En una entrevista concedida a la Cadena SER, recogida por Europa Press, Urkullu rechazó que en estos cuatro años pueda verse un Gobierno conformado por el PSE-EE y el PNV, y recordó que en la actualidad existe una fórmula de coalición PSE-PP, "la menos deseada por la sociedad vasca" porque "sólo un 10 por ciento avala esa fórmula".
"Pero no vamos a ver ningún cambio porque es un pacto cerrado, férreo, de necesidad, de conveniencia entre ambos partidos políticos, con un modelo de Estado determinado, que nos afecta a la Comunidad Autónoma Vasca de esta manera, que también está basado en una política 'loapizadora' por parte del PSOE y del PP", señaló.
Además, consideró que el PSOE y el PSE-EE "han caído también en el juego del PP". "Patxi López es lehendakari gracias a los votos de los parlamentarios del PP, no gracias a los votos de los militantes o simpatizantes socialistas", añadió, para recordar que el PSE quedó en segundo lugar en las elecciones autonómicas, a cinco escaños del PNV.
Por ello, dijo que "es el PP quien pone y quita al lehendakari, en este caso, y el PP también se ha manifestado públicamente". "Todo lo que sea desalojar al PNV de la responsabilidad de Gobierno de las instituciones, contará con su apoyo", precisó.
CARTELES DE PRESOS
Sobre la retirada de carteles con referencias a ETA y fotografías de presos de la banda, Urkullu afirmó que "en el objetivo final" están todos de acuerdo, y señaló que se trata más de "una concienciación", que de una "deslegitimación social" de la violencia.
A su juicio, "las maneras y las formas que se están utilizando, con una escenificación y una política de comunicación determinada, no es lo eficaz que debería ser".
"Creo que se está buscando un juego de imágenes y que, al mismo tiempo, se está cayendo, precisamente, en el juego de quienes quieren tener un altavoz y no deberían tenerlo, utilizando las fiestas patronales durante verano para tener un altavoz de reivindicación en favor de presos o una reivindicación, que ésa sí caería en apología del terrorismo, de enaltecimiento del terrorismo", añadió.
El representante nacionalista destacó que en Euskadi se vive una realidad, "y es que no sólo hay carteles y pancartas en las fiestas, sino que hay carteles, pancartas y pintadas a lo largo de todo el año", y que son los municipios "los competentes para retirar esas pintadas, esos carteles y esas fotografías".
"MUNICIPIOS MUY PEQUEÑOS"
Además, recordó que hace poco la Asociación de Municipios Vascos, Eudel, ofreció el dato que el 32 por ciento de las localidades no retiraba los carteles, lo que representan al 3 por ciento de la población de Euskadi.
"Estamos hablando de municipios muy pequeños, donde, quizá, tenemos que analizar si tienen recursos para poder, puntualmente, retirar todo tipo de pintadas, carteles, fotografías, etc. Hay un ejercicio por parte de los Ayuntamientos permanente de limpieza de las calles, de retirada de pancartas, de retirada de carteles", señaló.
No obstante, apuntó que "se han querido convertir las fiestas patronales en los meses de verano en lo que, antiguamente, era 'la guerra de las banderas' en Bilbao, y convertirlas en 'la guerra de los carteles'. "Y yo abogo más por la eficacia desde la discreción, la prudencia y la operativa más eficaz", añadió.
En esta línea, dijo que, en la actualidad, en los medios de comunicación "se ve un gesto de firmeza, pero lo que no se sabe es que, inmediatamente a la retirada de carteles de esa manera", se colocan "muchos más carteles de los que había anteriormente porque se cae en el juego de quienes, precisamente, utilizan las fiestas para politizarlas".
