Urkullu dice que el PSOE cruzó la "barrera" a la "desesperada" y le acusa de "negociar con ETA" de "cuestiones políticas

Actualizado: viernes, 15 febrero 2008 13:30

Cree que Zapatero, "consciente" de cómo llegó al poder, ha trazado un "cordón sanitario" para evitar lo que pueda hacer ETA antes del 9-M

MADRID, 15 Feb. (EUROPA PRESS) -

El presidente del PNV, Iñigo Urkullu, acusó hoy al PSOE de haber cruzado la barrera y "a la desesperada", quiso "negociar con ETA directamente de cuestiones políticas" que afecta "exclusivamente" a los partidos políticos. El dirigente nacionalista afirmó que, tras el "frustrado fracaso", Zapatero ha pasado de "casi acariciar con los dedos un acuerdo" a realizar, "consciente de en qué situación consiguió el poder en el 2004", una lucha "sin cuartel" contra el entorno de la izquierda abertzale que le ha llevado a "crear un cordón sanitario" por la vía judicial y fiscal, en previsión de lo que pudiera hacer ETA antes del 9 de marzo.

Iñigo Urkullu, en su intervención en el Fórum Europa, se refirió a la reciente tregua de ETA y al "truncado" proceso de paz para apuntar que el PSOE "a la desesperada, en los primeros meses de gestión del alto el fuego y en los últimos meses de su idilio con Batasuna cruzó una barrera que no debía haber cruzado y quiso negociar con ETA directamente cuestiones políticas". "Cuestiones --señaló-- que afectaban y afectan exclusivamente a los partidos políticos".

Admitió que al PNV también se le puede decir que han hecho lo mismo en algún momento de los últimos 30 años, pero cree que debería apuntarse, en este caso, "dos matizaciones". La primera, que el PNV "nunca ha tenido en su mano poder satisfacer las demandas, ni siquiera las políticas, de ETA" y, en segundo lugar, que "de experiencias anteriores era necesario aprender, para no volver siempre a la misma casilla de salida, tal y como aportamos como bagaje --cuando se nos preguntó-- al Partido Socialista y al Gobierno español".

Para el dirigente nacionalista, "lo peor de todo" es que Zapatero ha pasado de "casi acariciar con los dedos un acuerdo" a mostrar "la otra cara", la de un presidente "frustrado por el fracaso" de no haber podido culminar "algo de lo que él estaba convencido iba a conseguir sacar adelante". Es decir, que él iba a "triunfar donde el resto no lo habían conseguido hacer".

ZAPATERO HA IDO MUCHO MAS LEJOS QUE AZNAR

Según Urkullu, Zapatero pasó del "KO técnico" en el que le sumió el atentado de Barajas a "una lucha sin cuartel" contra todo el entorno de la izquierda radical. "Ha ido mucho más lejos que cualquier otro presidente y en mucho menos tiempo", exclamó.

En este sentido, explicó que el Zapatero actual "consciente de en qué situación consiguió el poder en el 2004", ha optado por "construir por la vía judicial y fiscal un cordón sanitario en previsión de, entre otras cuestiones, lo que ETA pudiera hacer hasta las elecciones del 9 de mazo".

El dirigente nacionalista resume la actuación de Zapatero en que estuvo dispuesto a "ir más lejos que nadie sólo con el mundo de la izquierda radical abertzale para alcanzar un acuerdo, pero también ha ido más allá que el PP en la época de Aznar". Así, consideró que el presidente está haciendo política a "golpe de ciaboga permanente" --el movimiento que realiza la trainera para girar--, por lo que considera que es muy difícil mantener el "rumbo" y lo único que se puede conseguir es "echar la nave a pique".

PREACUERDO DE LOYOLA

Urkullu recordó también, durante su conferencia, las conversaciones que mantuvieron el PSE, Batasuna y el PNV en el santuario de Loyola, a las que, dijo, se incorporó su partido después de que la izquierda abertzale y los socialistas "se percataron" de que "no eran capaces de gestionar un proceso que ya parecía abocado al fracaso desde meses antes".

Explicó también que fruto de esas conversaciones, que se desarrollaron entre septiembre y noviembre de 2006, se concretó un preacuerdo que "nunca fue firmado", básicamente, dijo, porque "sospechamos" que ETA "desautorizó a los portavoces de Batasuna".

No obstante, aclaró que el documento planteaba unas bases políticas para un acuerdo futuro entre partidos. Sin embargo, recordó que el proceso "fracasó y se truncó", aunque matizó que este "siguió latente a pesar del atentado de Barajas, durante meses hasta la ruptura oficial del alto el fuego". "Permanente", recalcó.

EL PROCESO SIGUIO LATENTE Y PERMANENTE TRAS LA T-4

En este punto, quiso dejar claro que los que estuvieron presentes en esas conversaciones, en las que se incluyó, "sabemos lo que ocurrió y lo que entonces planteamos cada formación y lo que pensaba y estaba dispuesto a ofrecer el Gobierno de Rodríguez Zapatero y lo que estaba dispuesto a aceptar la izquierda radical abertzale". Pero después, a preguntas de los asistentes, no quiso revelar el contenido de lo que planteó el Ejecutivo y se escudó, irónicamente, el "secreto de confesión".

En cuanto a ETA, considera que la banda sólo busca su "propia supervivencia y su propia perpetuación" y, dijo que "ni tan siquiera en esta ocasión, por segunda vez, han intentado presentar listas alternativas".

Algo que atribuye a que "quizás" porque en anteriores ocasiones tenían la garantía, tanto en las elecciones autonómicas del 2005 como en las municipales del 2007, "de que de una u otra forma, iban a poder estar presentes, y esta vez sabían que no iba a ser así". En este sentido, afirmó que estrategia "verdadera" de ETA es la "acumulación de voto nulo" y porque lo entiende como suyo. Un voto, dijo, "victimista" y que le pude permitir sobrevivir tras el "viraje de 180 grados dado por Zapatero".

CONDICION PARA FIN DIALOGADO: ALTO EL FUEGO DEFINITIVO DE ETA

No obstante, Urkullu cree que en esa estrategia, la izquierda abertzale encuentra "a un gran aliado", el PSE "o al menos una de sus almas, pero en cualquier caso el alma que desde hace varios años se ha impuesto, de una u otra forma", es decir, "un partido que está dispuesto a impulsar y arriesgar hasta límites insospechados para llegar a un acuerdo con la izquierda radical abertzale e incluso con ETA", aunque, apuntó, "no está dispuesto a llegar a acuerdo alguno con el PNV o con otras sensibilidades políticas vascas democráticas".

De cara al futuro, advirtió que el PNV no acudirá a ninguna negociación con ETA y el Gobierno en la que haya riesgo de entrar en el terreno político que corresponda a las fuerzas políticas y puso como condición necesaria para "un proceso final dialogado de la violencia" un "anuncio de alto el fuego definitivo, y acreditado, de la acción violenta de la organización ETA, y el estricto cumplimiento de la legalidad vigente, doméstica e internacional, por parte del Estado Español en materia de Derechos Humanos".