Urkullu expresa su compromiso "con la unidad" del partido y dice que el PNV es un "instrumento para hacer nación vasca"

Actualizado: domingo, 2 diciembre 2007 18:14

Agradece a Imaz que se comprometiera para que "no se rompiera la cadena" y que se arriesgara "con ideas frescas"

BILBAO, 2 Dic. (EUROPA PRESS) -

El presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, manifestó su compromiso con la "unidad" del partido y afirmó que el PNV es un "instrumento para hacer nación vasca" y que se mantendrán "despiertos" para conseguir sus objetivos.

En su discurso tras ser elegido como nuevo presidente del EBB del PNV, Iñigo Urkullu, destacó que lo que se espera de él son "decisiones acertadas, arbitrio en el debate, comunicación sin interferencias con la sociedad vasca, y adaptación del partido a los cambios sociales y políticos producidos en nuestro país, en Europa y en el mundo".

Urkullu afirmó que lo va a hacer y, además, con "éxito" porque cuenta con un apoyo, "que nace de la convicción y de la necesidad, y porque confío en el pueblo vasco". "Un pueblo -añadió- que está dispuesto a reconocer nuestro liderazgo si nos hacemos merecedores de su confianza tal como lo fuimos en la adversidad y lo seguimos siendo en la bonanza".

El dirigente nacionalista, que recordó a los 15 presidentes del EBB que ha habido a lo largo la historia, afirmó que el PNV es una "organización viva", dispuesta a seguir trabajando para alcanzar el objetivo de "la construcción nacional de Euzkadi y su soberanía como pueblo libre".

El dirigente jeltzale manifestó que uno de los principales éxitos del partido ha sido "identificar los desafíos y trazar la hoja de ruta por la que caminar, siempre adelante".

Urkullu destacó algunas de las características del partido como "democracia interna, libertad de pensamiento y lealtad en las decisiones comunes" y subrayó que una de las "riquezas" de la formación jeltzale es la unidad. En este sentido, expresó su compromiso con la unidad y con la fortaleza del PNV e indicó que el es "un eslabón más la cadena".

En su discurso destacó la capacidad del PNV para saber en cada momento lo que la sociedad demandaba y aseguró que esa permeabilidad entre partido y sociedad ha sido "particularmente intensa y fructífera en los últimos treinta años, en los que la causa nacional vasca ha avanzado como nunca en los dos últimos siglos".

Urkullu indicó que esa permeabilidad se ha interpretado "erróneamente a menudo y desde fuera de la organización", como la "ambigüedad" del PNV o también como la "tendencia pendular" del partido "en una supuesta mezcla y alternancia de almas pragmáticas y esencialistas en su dirección".

"Desde dentro de la organización nunca lo hemos vivido así. En nuestro fuero interno no existe ni ambigüedad ni tal péndulo, que, si lo hubiera, estaría parado, sólo sujeto a la ley de la gravedad de lo que la sociedad vasca nos demanda en cada momento, pues más que un partido nos consideramos un instrumento para hacer la Nación Vasca. Y éste es un buen momento para que desde fuera del partido se perciba que el supuesto péndulo del PNV sólo se mueve por el impulso social, que está imantado por esa capacidad de atracción que entre él y la sociedad vasca a la que sirve se ha ido forjando en nuestras décadas de existencia", precisó.

Urkullu indicó que es necesaria una "herramienta, el partido", que responda a las principales cuestiones que se formulan "a cualquier proyecto común: ¿A dónde?, ¿Por dónde?, ¿Cómo?,¿Cuando? y ¿Con qué medios?".

El dirigente jeltzale señaló que la respuesta a algunas de estas preguntas está en la doctrina del PNV a través de las ponencias elaboradas, mientras que "la respuesta a otras sólo será posible si somos capaces de conseguir el apoyo de la ciudadanía mediante propuestas claras y realistas".

"Propuestas que nos hagan meritorios para seguir gobernando. Ser realistas significa hacer una política aceptable para el común denominador de los vascos, donde el ritmo de la marcha puede dejar en el sendero, al borde del zarzal, al más lento de los montañeros. Ser realista no exige abandonar los sueños. Es éste el ejercicio político más difícil. El que debemos hacer. Soñar la Eusko Naia y mantenernos despiertos para llegar a conseguirla. Podemos soñar si permanecemos despiertos", manifestó.

Por otra parte, el dirigente jeltzale recordó que la biografía política del PNV está atravesada por "escisiones decenales". "Así, si nos retrotraemos hasta los últimos 20 años, la tensión que supone el no alcanzar los objetivos fundacionales tras un largo siglo de reivindicación, esfuerzos y logros parciales, junto a la gobernanza del destino inmediato ha generado, desaliento en algunos, búsqueda infructuosa de ideologías alternativas en otros y también riesgo de acomodamiento en una interpretación cómoda del gobierno de las instituciones", manifestó.

Sin embargo, destacó que en los últimos años no se ha asistido a una "tensión escisionista" porque la "madurez del partido es un hecho probado, y porque a quienes desde fuera se les presentaba como lideres de facción eran consecuentes, como el que más, con esa madurez".

IMAZ.

En este sentido, subrayó que Josu Jon Imaz ha sido "testigo y protagonista de esta paradoja" y, además, ha sido "un eslabón más de la cadena" que forman parte los hombres y mujeres del PNV.

"Él supo comprometerse como el primero para que la cadena no se rompiera. Katea ez da eten. Y supo arriesgar. Y arriesgarse. Con ideas frescas, como correspondía, para poder seguir marcando la singladura de este buque centenario en pos de libertad de su patria", señaló.

Urkullu indicó que Imaz, "consciente de la tensión existente, y de la virtualidad del bien supremo de la unidad, la fortaleza y la honradez" tomó la decisión que, en opinión del ex presidente, "tenía que servir para preservar la unidad de nuestro partido".

"La renuncia, cosa escasa en política, mucho más si se habla de la Renuncia con mayúscula, es siempre pedagógica: aprendemos con la renuncia y de la renuncia", indicó Urkullu quien agradeció el gesto a Imaz.

Por otra parte, en su discurso realizó una reflexión sobre la globalización planteada "como oportunidad" y destacó que la vasquidad "no se restringe a los límites institucionales de la actual Comunidad Autónoma Vasca". "El pueblo vasco, nación y crisol de culturas, se incardina y representa por medio del euskera, la tradición, las instituciones jurídicas forales propias, el decantado histórico, en Nafarroa e Iparralde", agregó.

No obstante, afirmó que sólo cuando la voluntad libremente expresada de los ciudadanos navarros y de Iparralde, de una manera "clara e inequívoca", afirme su deseo de vivir bajo instituciones comunes, se podrá "dar cauce a ese anhelo". Mientras tanto, abogó por fortalecer su relación en ámbitos de "urgente" actuación como el desarrollo de políticas de infraestructuras con la sostenibilidad del suelo y la preservación del medio ambiente, las políticas culturales y lingüísticas comunes y la cooperación en el desarrollo regional europea.

SINDICALISMO.

En su discurso abogó por "escuchar con atención" al sindicalismo vasco, objeto, según indicó, a veces de "severas críticas por sus reivindicaciones extrañas a las posibilidades reales e injustas con los esfuerzos realizados".

En este sentido, anunció que dedicará al "tiempo necesario" para restablecer en los ámbitos que como partido les corresponda el diálogo social. Añadió que tendrá "en mucha consideración los consejos y propuestas que puedan provenir desde el sindicalismo que comparte un proyecto de construcción social y nacional".

Por otra parte, marcó el aumento de la natalidad como "un objetivo estratégico nacional" y planteó la necesidad de un programa común entre partidos, consecuencia de un nuevo "contrato social", además de abordar la sociedad del conocimiento. Otras iniciativas planteadas es la de dar respuesta a la atención a los mayores y la posible repatriación de miembros de la diáspora con condiciones difíciles en los países en los que residen.