MADRID, 24 Feb. (EUROPA PRESS) -
La vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, fue tajante hoy en la polémica que se ha creado en torno a la figura del ex presidente José María Aznar, quien ha sido duramente criticado en México tras apoyar públicamente al candidato del Partido Acción Nacional (PAN) para los próximos comicios de julio. De la Vega subrayó que el ex presidente merece "todo el respeto y la consideración debida" en sus viajes internacionales y que el Ejecutivo no comparte las imputaciones contra él. Al parecer, la Embajada española en México D.F. realizó "gestiones activas" ante las autoridades mexicanas para "dar protección" a Aznar. Aunque no mandará un nota oficial de protesta al Gobierno mexicano, el Ministerio de Asuntos Exteriores sí "ha dejado constancia de su disconformidad con las acusaciones vertidas" contra Aznar, según confirmaron fuentes diplomáticas a Europa Press.
Los principales partidos de la oposición mexicana y la prensa azteca reaccionaron de forma virulenta ante las declaraciones de Aznar. El ex presidente, en un acto público, expresó su apoyo al candidato del PAN, Felipe Calderón, y deseó "por el bien de México, de América Latina y de Occidente que los mexicanos avalen mayoritariamente las propuestas de futuro de Calderón y del partido que representa". Además, Aznar se refirió a la oposición electoral del PAN como una opción que "busca atajos y populismos baratos, que juega a la demagogia, que buscará plebiscitos para mantenerse en el poder y que, a partir de ese momento, se deja de ser una democracia".
Tres de los principales partidos de la oposición mexicana reclamaron ayer al Ejecutivo azteca la aplicación del artículo 33 de la Constitución, que recoge la potestad del Gobierno mexicano de expulsar a aquellos extranjeros que se inmiscuyan en los asuntos internos del país. Dado que Aznar ya había salido del país, Secretaría de Gobernación mexicana envió una nota verbal a la Embajada española en la que instó al ex presidente a cumplir en el futuro "la estricta observancia" de las leyes mexicanas.
En rueda de prensa tras la reunión del Consejo de Ministros, la vicepresidenta De la Vega destacó que el Aznar merece "todo el respeto y la consideración debida" en sus viajes internacionales y que el Ejecutivo socialista va a poner "las cosas fáciles" a todos los ex presidentes del Gobierno en sus desplazamientos en el extranjero. "En este caso concreto, el Gobierno, a través del Ministerio de Asuntos Exteriores, defiende, ha defendido y apoyado al señor Aznar ante las autoridades mexicanas", concluyó De la Vega.
GESTIONES ACTIVAS
Según fuentes diplomáticas, la Embajada española en México, tanto el pasado miércoles como el jueves, realizó "gestiones activas" ante las autoridades aztecas para "dar protección" al ex presidente por dos razones: "en primer lugar, porque se trata de una alta personalidad española por su condición de ex presidente, y segundo, porque el Gobierno no comparte las imputaciones que se le dirigen".
Según confirmaron fuentes diplomáticas a OTR/Press, el Ministerio no mandará una nota formal de protesta al Gobierno Mexicano.
Así, dichas "gestiones activas" del Ministerio de Asuntos Exteriores no pasan de "mostrar nuestra disconformidad" con las acusaciones para "dejar constancia" de que como ciudadano libre tiene derecho a la libertad de expresión. Desde el Ministerio se destaca que es una práctica corriente en Europa el que dirigentes de unos países ofrezcan su apoyo a candidatos electorales de otros países y, en todo caso, enmarca los ataques de la oposición a Aznar en la estrategia electoral de los partidos políticos mexicanos.
AZNAR PUEDE VOLVER
Hoy, las críticas viscerales se volvieron a repetir desde México, cuando el diputado federal del minoritario Partido por la Convergencia (PC) Jesús González Schmal aseguró ante la Cámara de diputados que Aznar "está cuestionado" en "la República Española" por "traer dinero del tráfico de droga del Estrecho de Gibraltar".
Además, aseguró que Aznar "vive la mitad de su tiempo en la Ciudad de México haciendo negocios y que está trayendo inversores españoles".
Tras esta serie de acusaciones, el diputado consideró "un transgresión flagrante" y de una "gravedad profunda" las declaraciones de Aznar, por lo que pidió que se respete la Constitución.
El presidente de México, Vicente Fox, salió al paso de la polémica para aclarar que Aznar puede volver cuando lo desee porque no hay en este momento ninguna sanción adicional. "Se tomaron las medidas administrativas legales que se debían tomar en el caso Aznar. Ayer quedaron comunicadas. El tema está resuelto", precisó el secretario de Gobernación, Carlos María Abascal, que recordó la nota reconviniendo al ex presidente español y la petición al PAN de que debe "advertir a los visitantes extranjeros que la Constitución mexicana dispone que no podrán, de ninguna manera, inmiscuirse en los asuntos políticos del país".
