De la Vega informará el jueves al Congreso de las relaciones Iglesia-Estado, días antes de disolverse las Cámaras

Actualizado: martes, 8 enero 2008 18:30

El PP y CIU no apoyan la comparecencia mientras que IU-ICV, ERC y BNG reclaman respuestas al Gobierno ante la "agitación clerical"

MADRID, 8 Ene. (EUROPA PRESS) -

La vicepresidenta primera del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, acudirá el próximo jueves al Congreso para informar de la situación actual de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, especialmente a raíz de las críticas que se vertieron contra el Ejecutivo en la concentración multitudinaria convocada en Madrid por la jerarquía católica el pasado 30 de diciembre.

Esta comparecencia, que se producirá sólo cuatro días antes de que se disuelva el Parlamento, había sido pedida por IU-ICV y el PNV e iba a ser votada esta tarde en la Diputación Permanente del Congreso, el órgano que sustituye al pleno en los periodos no ordinarios de sesiones. Aunque los socialistas tenían votos para rechazar la petición, ya que el PP y CiU no la apoyaban, el PSOE confirmó a los grupos parlamentarios la presencia de la vicepresidenta y la fecha de la comparecencia, con lo que ya no hubo lugar a votar esa solicitud de los dos grupos minoritarios.

Al defender la petición de comparecencia ante la Diputación Permanente, el coordinador general de IU, Gaspar Llamazares, exigió al Gobierno que dé una respuesta ante la "asonada clerical" contra las leyes democráticas españolas protagonizada por los obispos el pasado 30 de diciembre con el respaldo del Vaticano.

A su juicio, el Ejecutivo debe explicar si va a llamar a consultas al embajador de España ante la Santa Sede, Francisco Vázquez, al que definió con cierta ironía como "embajador doble", y si piensa revisar los acuerdos con el Vaticano.

Asimismo, se preguntó qué pasaría si se convocara en la Plaza de San Pedro una concentración de dirigentes políticos españoles "en pro del pluralismo moral y los matrimonios diversos" que incluyera una "conexión en directo" con Zapatero para exponer "las virtudes de las leyes españolas". "Seguramente estaríamos con el nuncio llamado a consultas", concluyó.

"AGITACIÓN SUBVERSIVA" DE LA JERARQUÍA.

También Francisco Rodríguez, del Bloque Nacionalista Galego (BNG), acusó a la jerarquía católica de haberse embarcado en una "cruzada" en el marco del "preámbulo electoral", todo ello con una "intención agitadora que tiende a ser subversiva": "A través de acciones en la calle y de agitación en el púlpito, tratan de poner en entredicho decisiones adoptadas legítimamente por el Parlamento", aseveró.

El portavoz de Esquerra Republicana (ERC), Joan Tardà, tachó de "vergonzosos" y "bochornosos" los discursos de la concentración del pasado 30 de diciembre, si bien aseguró que son sólo "la punta del iceberg" de la actual cúpula de la Iglesia, que tachó de "ultramontana".

Josu Erkoreka, del PNV, también respaldó la comparecencia al considerar que resulta positivo hacer balance de las relaciones entre la Iglesia y el Estado, estamentos que a su juicio debieran "dialogar" y "entenderse", sabiendo que no se deben imponer a todos las convicciones de una parte y que no vale escudarse en el respeto a la diversidad para negar el legítimo derecho a expresarse.

Los nacionalistas catalanes, en cambio, no hicieron suya la comparecencia. Según su portavoz adjunto, Jordi Jané, este final de legislatura no es momento para este debate, si bien tampoco quiso profundizar en la cuestión habida cuenta de que la comparecencia ya está aceptada por el gobierno y tiene fecha de celebración.

PP: EL GOBIERNO CRISPA POR SU RADICALISMO.

El PP, por su parte, acusó al Gobierno de "enfrentar, crispar y dividir a los españoles" con sus medidas, y al mismo tiempo también tachó de "totalitaria" la reacción del mismo Gobierno ante la manifestación promovida por la Conferencia Episcopal. Eso sí, su grupo declinó apoyar esta petición de comparecencia decantándose por la abstención.

En su intervención, la diputada María Salom engarzó esta cuestión con la política antiterrorista del Gobierno, la detención de dos militantes del PP en la primera manifestación de la AVT o el debate de las reformas estatutarias, todo ello para concluir que al Gobierno socialista "le sobran los católicos" porque ha optado "por el radicalismo" y ha provocado que la democracia se haya "resentido".

El socialista José Andrés Torres Mora replicó que el PP pertenece a "una triste estirpe de la derecha española que, en los momentos decisivos, cuando ha tenido que elegir entre salvar su alma y la patria, ha preferido salvar su alma y condenar la patria de las libertades".

"Al igual que las leyes de nuestro Estado no impiden a los que creen ganarse el cielo, tampoco obligan a los que no creen a vivir en un infierno en sus vidas", remachó, culpando del enfrentamiento a los intereses políticos del PP.