MADRID, 6 Mar. (EUROPA PRESS) -
El principal acusado en el 'macrojuicio' contra el supuesto entorno de ETA, Xabier Alegría, afirmó hoy en la Audiencia Nacional que Batasuna era una organización "autónoma", que no obedecía ni las directrices de la Koordinadora Abertzale Sozialista (KAS) ni las de ETA, y que el partido ilegalizado tenía "la legitimidad que le otorgaban sus electores".
Además, explicó un artículo publicado en Egin en marzo de 1993 en el que el acusado sostenía que la "lucha armada es una necesidad impuesta por la cerrazón del Estado". Según explicó, lo que quería decir con esta afirmación era que la "negociación política" era la "única posibilidad para que la confrontación armada entre ETA y el Estado español fuese superada", y se llegase a una "democracia real".
Alegría, quien se enfrenta a una petición del fiscal Enrique Molina de 51 años de cárcel, también rechazó que ETA "ni nadie" impusiese el proyecto "independentista y socialista" de KAS, que sólo obedecía, agregó, a las propias organizaciones de las que estaba compuesta. Por este motivo, aseguró, su nombramiento como portavoz de KAS, considerada el brazo político de la organización terrorista, se debió a que tenía "experiencia con los medios de comunicación", y no con ninguna orden de ETA.
El principal imputado también rechazó las acusaciones del fiscal de que ETA recibía financiación por parte de KAS. "En absoluto, suficientes problemas tenía cada organización de KAS para financiarse a sí misma", añadió. Esta asociación, sostuvo, tampoco controlaba las relaciones exteriores de ETA, la "kale borroka" (violencia callejera), el colectivo de presos, ni la lucha de masas: "Sus actuaciones se ceñían al campo de lo político".
Los objetivos de KAS, añadió Alegría, no tenían que ver con la desestabilización social, sino con la "reconstrucción nacional" de Euskal Herria y de "recuperar su tejido social", en una situación en la que "ser militante de un partido independentista no estaba permitido por la ordenación del Estado" y hay "grandes ámbitos" en los que el euskera "no es reconocido como lenguaje oficial".
INCOMPATIBILIDAD MILITAR EN KAS Y ETA
Xabier Alegría, considerado por el fiscal el enlace entre ETA y las organizaciones 'abertzales' juzgadas, aseguró que en los estatutos de las sociedades que componían KAS quedaba "claro" que era "incompatible ser militante de KAS, especialmente si se asumían responsabilidades, con la pertenencia a ETA".
Asimismo, rechazó la tesis del fiscal de que cobraba su sueldo como "liberado" de KAS a través de la Coordinadora de Alfabetización de Euskera (AEK), ya que también ésta "tenía graves problemas financieros" porque "se le negaban gran parte de subvenciones". "Es imposible que pudiese financiar nada", sentenció.
Según el escrito del representante del Ministerio Público, Alegría era el enlace de ETA con las diferentes organizaciones implicadas en la causa: KAS (Koordinadora Abertzale Sozialista, supuesto aparato político de ETA); Egin/Orain (periódico y empresa editora); Ekin (sucesora de KAS), la Fundación Joxemi Zumalabe y Xaki (presunto aparato internacional de la banda terrorista).
El fiscal considera que Alegría era uno de las ocho personas con una remuneración fija mensual como liberados absolutos y cobertura de ciertos gastos personales a cargo de KAS. Asimismo, fue miembro del consejo de administración de Orain, empresa editora del diario Egin, instrumento de ETA para publicar "claves para sus comandos en el interior de España a través del apartado de 'Merkatus' del periódico o de la sección de 'Agurraks' del mismo".
