Yak.- Los mandos aseguran que no hubo quejas previas de seguridad y que no se elevó ningún documento a Trillo

Actualizado: miércoles, 13 febrero 2008 20:24

El general responsable del contrato defiende que era un avión "excelente"

MADRID, 13 Feb. (EUROPA PRESS) -

La primera jornada de declaraciones en la Audiencia Nacional de altos mandos de las Fuerzas Armadas en la causa que instruye el juez Fernando Grande-Marlaska por la contratación del avión Yakovlev-42D que se estrelló el 26 de mayo de 2003 en Turquía, concluyó esta tarde con la conclusión compartida por los declarantes de que no existió constancia de quejas previas sobre la seguridad en las aeronaves contratadas y que el entonces ministro de Defensa, Federico Trillo, no recibió ningún documento alertando sobre tal circunstancia, según informaron fuentes jurídicas.

Según fuentes de la representación legal de los familiares, los testimonios prestados este miércoles en el tribunal por el jefe del Ejército en aquella época, general de Ejército Luis Alejandro, el jefe del Estado Mayor Conjunto (EMACON) --el órgano encargado de las operaciones en el exterior y su apoyo logístico--, general Juan Luis Ibarreta, el jefe del Mando Aéreo de Levante (MALEV), general Manuel Estellés, y el teniente coronel Javier Marin --que elaboró un informe que recomendó dejar de contratar aviones de carga rusos para trasladar tropas-- demuestran que el Ministerio de Defensa era un "compartimento estanco e impermeable", en el que las quejas no se transmitían en sentido ascendente y la información se perdía.

La representación de las familias reconoció que no hubo conocimiento de quejas previas de seguridad, pero incidió en la descoordinación entre unidades dependientes de Defensa y recalcó que sí existieron quejas y notas informativas sobre los vuelos anteriores al Yak42D alertando de fallos en cinturones de seguridad, ruedas desgastadas en trenes de aterrizaje, cargas mal ancladas, escaso conocimiento de inglés en la tripulación, mascarillas de oxígeno usadas y mezcla de personal y carga en aviones de transporte.

Una vez concluida la serie de testificales, que continuará mañana, jueves, los abogados de la asociación de familiares tienen previsto solicitar más declaraciones, entre las que podría figurar la del entonces jefe de Estado Mayor del Ejército del Aire (JEMA), general del Aire Eduardo González Gallarza. A su juicio, "el flujo informativo en defensa no estaba bien engrasado" y los testimonios han puesto en evidencia una descoordinación que supone un fallo de seguridad.

Los tres generales retirados que declararon ante Grande-Marlaska aseguraron no tener conocimiento de quejas previas de seguridad y señalaron que existieron catorce quejas anteriores al siniestro pero referidas a "incomodidades" como retrasos y fallos de cátering. Sólo cuatro de aquellos escritos llegaron hasta el Estado Mayor Conjunto (EMACON), que entonces mandaba el general Ibarreta, que tomó "medidas correctoras". Estas cuatro reclamaciones se referían también a "incomodidades" y una de ellas se debió a que las Fuerzas Armadas españolas trasladaron en la aeronave más personal del que inicialmente habían previsto.

Las fuentes jurídicas consultadas indicaron que hubo dos informes que se llegaron al EMACON con quejas sobre vuelos. El primero de ellos fue elaborado en febrero de 2003 por el Mando Aéreo de Levante, que recogió diversas quejas y las resumió en un escrito que hizo al EMACON adoptar "medidas correctoras". Días después, el teniente coronel Javier Marino elaboró otro documento sobre dos vuelos realizados en un avión de carga Ilyushin 76, en el que concluyó con la recomendación de que se dejaran de contratar aeronaves de carga para traslados de personal.

La recepción del documento fue confirmada por el autor y por el general Ibarreta. El segundo documento fue redactado por el jefe de Mando Aéreo de Levante (MALEV) a modo de resumen de notas informativas sobre deficiencias detectadas en vuelos anteriores. El escrito, según reconoció el general, fue elevado al Estado Mayor Conjunto, que adoptó "medidas correctoras".

El teniente general Ibarreta declaró ante el magistrado de la Audiencia Nacional que el Yakovlev-42D era un avión "excelente", ocupaba "el tercer puesto en el ránking mundial de seguridad" y era la mejor opción para las Fuerzas Armadas españolas al carecer de aparatos para trasladar a grupos de 100 o 200 militares a países alejados como Afganistán.

El jefe de EMACON confirmó que sólo recibió cuatro quejas, no relacionadas con seguridad sino con "incomodidades", y que una de ellas era responsabilidad española porque la aeronave trasladó finalmente más pasajeros de los previstos por decisión española. Existieron además otras diez quejas aceptadas hoy por los mandos militares pero todas ellas conocidas con posterioridad al accidente del Yakovlev.

El último en prestar declaración este jueves fue el general Estellés, jefe del MALEV, quien afirmó que elevó su informe a su inmediato superior y que aseguró que no sabía nada del informe redactado por Marino.

El segundo en prestar declaración fue el teniente coronel Marino, quien ratificó el contenido de su informe, en el que denunciaba las condiciones de dos vuelos de aviones de carga Ilyushin 76 por las ruedas desgastadas y el anclaje de la carga, y recomendaba que se dejaran de contratar aviones de transporte para los despliegues de personal.

"TRILLO NUNCA DIJO LA VERDAD"

Además, el comandante Bendada, que recibió antes del accidente un correo del comandante Ripollés, muerto en el siniestro, en el que le advertía que volaban con aviones contratados a "piratas aéreos", comentó a la prensa en la Audiencia Nacional que el ex ministro de Defensa Federico Trillo "nunca" ha dicho la verdad y le instó a comparecer en sede judicial.

El oficial, ahora retirado y que finalmente declarará el lunes 18, aseguró que Trillo "mintió desde el principio" y "nunca defendió a los militares". "Ya es hora de que diga la verdad, se ha escudado siempre en terceras personas", subrayó.

Las comparecencias de los testigos ante Grande-Marlaska se prolongaron durante unas cinco horas sin una sola mención al ex ministro Federico Trillo, según fuentes jurídicas, y continuarán con el secretario general de Política de Defensa, el diplomático Javier Jiménez Ugarte.