El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero
EP
Actualizado: domingo, 11 julio 2010 14:10


MADRID, 11 Jul. (EUROPA PRESS) -

El socialista José Luis Rodríguez Zapatero afrontará a partir del miércoles su quinto Debate sobre el estado de la Nación como presidente del Gobierno y con Mariano Rajoy como jefe de la oposición, pero será el primero al que llega sin aliados, ni tan siquiera portavoces neutrales, pues se tendrá que enfrentar con toda la oposición manifiestamente en contra de su gestión, especialmente por la política económica que ha llevado adelante frente al agravamiento de la crisis, y encima sin margen presupuestario para anuncios sorpresa.

El ambiente en el hemiciclo se espera bronco y áspero, y aunque el Gobierno dijo en su comunicación formal que el debate puede ser "ocasión idónea" para tratar de lograr acuerdos que generen confianza dentro y fuera del país, lo cierto es que los grupos parlamentarios de la oposición no vislumbran esos consenso y se muestran más bien reacios.

Casi todos los grupos parlamentarios aprovecharán sus respectivas intervenciones en el Hemiciclo para echar en cara a Zapatero la respuesta "tardía" y "errónea" que ha dado a la crisis y que ésta haya venido tras un 'toque de atención' del exterior.

Y es que esta edición del Debate sobre el estado de la Nación tendrá lugar semanas después del plan de ajuste del Gobierno, en medio del debate parlamentario de la reforma laboral y de que finalice el proceso de reestructuración de las cajas de ahorros, y antes de que se vote en la Cámara Baja el techo de gasto que abre la negociación presupuestaria.

ECONOMÍA Y ESTATUT

Pero, además, se celebrará tan sólo cuatro días después de la manifestación en contra de la sentencia del Tribunal Constitucional que todos los partidos catalanes, a excepción del PPC y de Ciutadans, han protagonizado en Cataluña, un asunto que los portavoces de CiU, ERC e ICV tiene previsto llevar a debate durante sus correspondientes alocuciones en el Congreso.

Por tanto, economía y Estatut y, por ende, el modelo de Estado, centrarán la mayoría de los discursos de los portavoces de las diferentes formaciones con representación parlamentaria y se plasmarán en la mayor parte de las 90 propuestas de resoluciones que se someterán a votación el próximo día 20.

La soledad o no del Gobierno no sólo se verá en los duelos dialécticos que tendrán lugar el miércoles y el jueves, sino sobre todo en las votaciones que se celebrarán la próxima semana. Cabe recordar que en el último Debate sobre el estado de la Nación, los socialistas perdieron cuatro votaciones, tres iniciativas del PNV y una de ERC-IU-ICV.

A esta vigésimo primera edición del debate de política general y al margen de la oposición frontal del PP, el PSOE llega sin los iniciales apoyos de sus últimos socios presupuestarios (PNV y CC), ni la comprensión de las formaciones catalanas (ERC, CiU e ICV, descontentas con el fallo del Estatut), ni tampoco de la del resto de partidos que conforman la izquierda parlamentaria: IU-ICV, BNG y Na-Bai. UPyD y UPN también han criticado la forma de hacer del presidente.

DE MAYOR A MENOR

Siguiendo el modelo de años anteriores, la intervención inicial del presidente del Gobierno abrirá la sesión a las doce del mediodía del miércoles, sin tiempo prefijado, y, ya por la tarde, será el turno de los portavoces de los diferentes grupos parlamentarios.

El primero en subir a la tribuna será el líder del principal partido de la oposición, Mariano Rajoy, al que seguirán Josep Antoni Duran i Lleida (CiU), Josu Erkoreka (PNV), Joan Ridao (ERC), Gaspar Llamazares (IU), Joan Herrera (ICV), Francisco Jorquera (BNG), Ana Oramas (CC), Rosa Díez (UPyD), Carlos Salvador (UPN) y Uxue Barkos (Nafarroa Bai). El debate acabará con la intervención del portavoz del Grupo Socialista, José Antonio Alonso.

Zapatero, que debatirá uno a uno con cada uno de ellos, podrá hacer uso de todo el tiempo que estime oportuno durante sus distintas intervenciones, pero no ocurre lo mismo para el resto de grupos de la oposición, cuyo tiempo sí está tasado. Así, cada uno de ellos dispondrá de un máximo de 30 minutos para la primera de las intervenciones, 10 minutos para réplica y un tercer turno de unos cinco minutos.

Conforme al acuerdo cerrado el pasado martes por la Junta de Portavoces, la intención es interrumpir el debate el miércoles en torno a las nueve de la noche para reanudar la sesión al día siguiente. No está decidido donde se cortará, pero el año pasado se finalizó tras la intervención de los portavoces de ERC-IU-ICV, quedando el Grupo Mixto y el Socialista para el día siguiente.

90 PROPUESTAS, QUINCE POR GRUPO

La tercera jornada del Debate sobre el estado de la Nación, que se puso en marcha en septiembre de 1983 a instancias del entonces presidente Felipe González, tendrá lugar el día 20 por la tarde,

cuando se expondrán y posteriormente se votarán las 90 propuestas de resolución de los seis grupos parlamentarios.

Cada uno de los grupos tendrá derecho a presentar, hasta las dos de la tarde del día 16, hasta 15 propuestas de resolución, a las que a su vez se podrán presentar enmiendas hasta las ocho de la tarde del día 19.

Antes del inicio del debate, la Junta de Portavoces se reunirá para ordenarlo en torno a las diferentes propuesta de resolución, para cuya defensa los grupos parlamentarios contarán con un turno de 15 minutos.

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